Juan Ayuso, Carlos Rodr¨ªguez: la generaci¨®n Z del ciclismo espa?ol se hace campeona en la Itzulia

Se amontonan los relatos al final de la semana funesta del ciclismo y, ausentes y heridos los ciclistas fabulosos de la Itzulia, y ausente un final en alto, antes de que lleguen los pelotones en las cunetas alrededor de ?ibar se habla de Van der Poel como se podr¨ªa hablar de Verstappen, otro neerland¨¦s extraordinario. Y de una chicane entre adoquines en el m¨ªstico bosque de Arenberg, en la Francia del Norte, sobre las minas de carb¨®n, donde el infierno se hel¨® en el cuaternario y dej¨® de recuerdo tierras tan feraces que era imposible transitar entre ellas si los caminos no se forraban de pedazos de granito extra¨ªdos en lejanas canteras. Y los ciclistas los desaf¨ªan a?o tras a?o, entre Par¨ªs y Roubaix, desde 1896, y lo volver¨¢n a hacer hoy. Doctos aficionados disertan sobre el tubo que en un hospital de Vitoria, dulce sopor de tramadol, le han insertado en un costado del t¨®rax a Jonas Vingegaard, doliente, hasta el par¨¦nquima, explican, el tejido pulmonar, para, con presi¨®n negativa y regulada, con cuidado para no romper el par¨¦nquima, expulsar la masa de aire que le colapsa el pulm¨®n en neumot¨®rax desde que una costilla se lo perfor¨® cuando la terrible ca¨ªda, el jueves.

Cuando llegan los corredores los aficionados se frotan los ojos, borran de su mirada la realidad triste imaginada y se dejan deslumbrar por una carrera como no recordaban, como si la desaparici¨®n forzosa de Remco, Vingegaard y Roglic, y sus equipos que condenaban la Itzulia a ser una parada m¨¢s en su gira de exhibiciones, hubiera liberado las fuerzas ocultas del gran ciclismo. Tambi¨¦n el deseo de los j¨®venes, las grandes maniobras t¨¢cticas del UAE tan poblado de campeones, de la generaci¨®n Z del ciclismo espa?ol, Igor Arrieta, Carlos Rodr¨ªguez y Juan Ayuso, txapeldun, que se explayan por fin a su gusto, emocionan, reciben desde el podio solemnes un aurresku en su honor y obligan a los bardos a versos aduladores.

Carlos Rodr¨ªguez, como quieren la amistad y las leyes del pelot¨®n, gana la etapa, y, tan serio y controlado como es, hasta se emociona, y muestra sus sentimientos, aunque solo unos segundos, levantando la vista y una mano al cielo, recuerdo y memoria de su padre fallecido hace unos meses, nada m¨¢s cruzar la meta en el centro de ?ibar, tantas camisetas naranjas e ikurri?as ondeando, tanta afici¨®n.

¡°Juan sab¨ªa que le iba a ayudar todo lo que pudiese y ¨¦l me iba a dejar la victoria de etapa. Eran intereses comunes¡±, dice el ciclista de Almu?¨¦car, que gracias a su victoria termin¨® segundo en la general, tras Ayuso. ¡°S¨ª, s¨ª, al final, segundo pelda?o, ?qui¨¦n me lo iba a decir? La verdad es que tampoco es la mejor manera, habi¨¦ndose ido los grandes favoritos¡­ Les deseo la m¨¢s pronta recuperaci¨®n, que vuelvan fuertes como son ellos y desde aqu¨ª mandarles mucho amor. Y mucho ¨¢nimo¡±.

Se cumplen cinco a?os desde las ¨²ltimas victorias de ciclistas espa?oles en carreras WorldTour. Enric Mas lo hizo en una prueba china; Ion Izagirre, en la Itzulia, y su testigo lo recoge Juan Ayuso, tan joven, tan ni?o recibiendo, nada m¨¢s cruzar la meta los abrazos y los besos de su madre y de su novia, y el besuqueo insistente de su perrita Trufa, tan diminuta, tan amorosa; y ¨¦l, a la vez, tan maduro como ciclista como para saber controlar y liderar en una etapa endiabladamente complicada.

Solo entre ellos, rivales desde j¨²niors. Carlos Rodr¨ªguez ha cumplido ya 23 a?os. Ayuso, ya podio en la Vuelta a los 19, segundo en Suiza a los 20, y Arrieta a¨²n est¨¢n en los 21. Los tres pusieron al pelot¨®n a sus pies. Arrieta, los 110 primeros kil¨®metros de la etapa; Ayuso y Rodr¨ªguez, los ¨²ltimos 30, en los que en las ascensiones sucesivas a Izua y Urkaregi, y en sus descensos insidiosos, emboscados, acabaron con la ¨²ltima resistencia de Mattias Skjelmose, el l¨ªder de amarillo. Y juntos entraron en la ¨²ltima recta. Pero para conseguirlo, antes debieron aislar a Skjelmose, dejar sin compa?eros del Lidl al mismo dan¨¦s que derrot¨® hace un a?o a Ayuso, ya figura, en la Vuelta a Suiza. Antes actu¨® Arrieta, que sorprende todos los d¨ªas a los responsables del UAE, tan fuerte, tanta clase que brilla en los valles m¨¢s cicl¨ªsticos.

Arrieta, en su terreno favorito, el del Balenciaga, la prueba mayor de los sub-23 en Espa?a, fue la estrella, la clave del arco del UAE sobre el que pedale¨® Ayuso, su jefe. El hijo de Jos¨¦ Luis Arrieta, tantos a?os capit¨¢n de ruta en el Banesto, se infiltr¨® en la primera gran escapada, 21 corredores, la impuls¨®, la aceler¨®, y desde ella esper¨® la llegada de su compa?ero Marc Soler, el segundo torpedo del UAE, que hab¨ªa atacado en Krabelin, la subida salvaje al santuario de Arrate, carreteras estrechas, pendientes del 18%. Tir¨® del catal¨¢n y forz¨® a los Lidl a perseguir. Skjelmose se qued¨® solo, y Ayuso, a 30 de meta, comprob¨® que podr¨ªa con ¨¦l. Y no par¨® hasta el final.

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