Lieja-Basto?a-Lieja: el retorno de los divos del ciclismo
El duelo entre Mathieu van der Poel y Tadej Pogacar, intocables por separado, marcar¨¢ el domingo la Decana, el ¨²ltimo monumento de la primavera
Son los patrones, y es tan grande su gracia y tan r¨¢cana, de divos de ¨®pera, la frecuencia con que la muestran que su sola participaci¨®n convierte a una carrera en un acontecimiento, que se hace excepcional cuando ambos coinciden, como lo ser¨¢ este domingo la Lieja-Basto?a-Lieja, la reina de las Ardenas, y el m¨¢s viejo monumento del ciclismo (desde 1892, cuando la bicicleta era un invento reciente, en el calendario), donde se dirimir¨¢ el duelo tan esperado, tan necesario y tan raro, Mathieu van der Poel-Tadej Pogacar. Dos amigos.
M¨¢s de 110 d¨ªas de 2024 han transcurrido y solo en seis, seis pruebas de un d¨ªa, se ha puesto el dorsal para competir en carretera Mathieu van der Poel. Seis carreras de un d¨ªa, elegidas con el mismo esp¨ªritu de Jos¨¦ Tom¨¢s, que antes de decidir si torea una corrida visita a los toros propuestos en el campo, los mira fijamente a los ojos y la respuesta, las reacciones qu¨ªmicas, que reciban sus neurotransmisores en el cerebro le dictar¨¢ un s¨ª o un no. Y la qu¨ªmica de los sentimientos apenas enga?¨® al nieto de Poulidor, que gan¨® a su estilo, ataque lejano, soledad superior, tres cl¨¢sicas de pav¨¦s y montes ¡ªE3, Flandes y Roubaix¡ª, qued¨® segundo en la Gante-Wevelgem y d¨¦cimo en la Mil¨¢n-San Remo tras ayudar a ganar a su amigo Jasper Philipsen. Justamente la Classicissima, y ya hace un mes, el monumento m¨¢s abierto y m¨¢s complicado de dominar, es la ¨²nica carrera en la que ha coincidido hasta ahora este a?o con Pogacar, m¨¢s escaso casi a¨²n. Aunque el esloveno cuenta con m¨¢s d¨ªas de competici¨®n (nueve), solo ha participado en tres carreras. Dos de un d¨ªa (victoria a lo Pogacar, o a lo Van der Poel, el mismo sello, la misma superioridad sola desde cualquier distancia, en las Strade Bianche; un tercer puesto en la San Remo) y siete d¨ªas en una Volta que convirti¨® en un repertorio de minicl¨¢sicas: cuatro etapas ganadas a su estilo y la general, claro.
Los dos ganan igual diciendo adi¨®s a un pelot¨®n perplejo y derrotado cuando sus piernas se lo dicen. Algunos periodistas le preguntan a Pogacar, que espera llegar a Lieja ¡ª¡±mi monumento favorito¡±, dice¡ªde nuevo tres a?os despu¨¦s de su victoria (en 2022 no particip¨® por la muerte de su suegro; en 2023 se cay¨® y se retir¨®: en ambos a?os gan¨® Evenepoel), si lo que nos espera, lo que desea la afici¨®n, es que ambos, a la vez, de la mano, ataquen a 300 metros de la cima de La Redoute, como le gustaba a Merckx, a 35 kil¨®metros de Lieja, y se la jueguen en la recta final junto al puerto. ¡°Ni lo sue?en¡±, advierte el esloveno. ¡°Esto no es ni Roubaix ni las Strade. Y ser¨¢ una carrera muy abierta. No solo estaremos los dos¡±.
La Decana (254 kil¨®metros, las 10 cotas, y un col, nueve de ellas, las m¨¢s sonoras, Forges, Stockeu, La Redoute, La Roche aux Faucons, las m¨¢s marcadas por los grandes nombres del ciclismo, Merckx, Hinault, amontonadas en los ¨²ltimos 90 kil¨®metros) ser¨¢, accidentalmente, un aclarado casi perfecto para dejar el escenario y los focos en la pareja. La madre de todas las ca¨ªdas cicl¨ªsticas del siglo, la del descenso de Olaeta en la Itzulia, dej¨® heridos, y a¨²n en rehabilitaci¨®n, a Primoz Roglic y Remco Evenepoel, dos de los Seis Fant¨¢sticos (con Pogacar, Van der Poel, Van Aert y Vingegaard) que han revolucionado el ciclismo en la d¨¦cada, dos habituales de los lugares y siempre brillantes en las colinas y valles del Mosa.
El belga se impuso los dos ¨²ltimos a?os (el ¨²ltimo, el de la ca¨ªda de Pogacar que frustr¨® otro duelo que deber¨ªa haber sido memorable), mientras que el esloveno gan¨® en el Quai de las Ardenas de Lieja en 2020, en lo que constituy¨® quiz¨¢s el acta fundacional de la llamada Generaci¨®n de la Pandemia. Fue la carrera que creyendo ganada Julian Alaphilippe (ef¨ªmero miembro del grupo de los fant¨¢sticos: dos Mundiales, varias ca¨ªdas tremendas y au revoir) celebr¨® antes de tiempo levantando los brazos. Roglic alarg¨® la bici por debajo del sobaco del franc¨¦s, mientras que Hirschi, segundo, obstaculizaba a Pogacar, tercero, tras la descalificaci¨®n posterior del franc¨¦s. Cuarto fue Mohoric. Aquel 4 de octubre (la ¨²nica Lieja oto?al, debido a la covid) registr¨® la ¨²nica participaci¨®n de Van der Poel en la Lieja. Termin¨® sexto, a solo 14s del quinteto que se jug¨® la victoria en un recorrido en el que nunca lo hacen mal los escaladores que luego triunfan en el Tour y en el que quiz¨¢s no pueda destacar como sobre el pav¨¦s su t¨¦cnica sobresaliente y su pedaleo machac¨®n de potencia desorbitada en esfuerzos muy repetidos pero nunca muy largos. Territorio Pogacar como tambi¨¦n Flandes es territorio Van der Poel (y Pogacar le derrot¨® all¨ª, en su Viejo Quaremont, en 2023). Son divos. Nada humano (aunque aparentemente inhumano) les es imposible. ¡°Si no estuviera seguro de que puedo ganar ni siquiera estar¨ªa aqu¨ª¡±, dice el neerland¨¦s. En su visor, la cuarta muesca de un monumento en su culata (solo le faltar¨ªa el Lombard¨ªa para el pleno) y el 1973 de Merckx, el a?o en el que el Can¨ªbal se impuso en Flandes, Roubaix y Lieja. Ninguno, ni antes ni despu¨¦s, lo ha conseguido.
La Lieja, el monumento de las cuatro victorias de Valverde, es la cl¨¢sica en la que los espa?oles, tan escaladores, se han sentido menos extra?os. Deber¨ªa ser el terreno de Carlos Rodr¨ªguez y Juan Ayuso, los j¨®venes que se afirmaron en la Itzulia, pero no estar¨¢n. No entra en su calendario, ni tampoco en el de veteranos como Enric Mas. Como tampoco estar¨¢ Mikel Landa, siempre regular en las Ardenas, que se rompi¨® la clav¨ªcula en la Itzulia. El joven Roger Adri¨¤ (destacado en la Amstel) y los veteranos Pello Bilbao y Ion Izagirre cargar¨¢n con el peso de la representaci¨®n espa?ola en la Decana. El martes 23, en Romand¨ªa, Mas y Ayuso reemprender¨¢n su camino hacia el Tour.
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