El Uruguay de Bielsa tumba a Brasil en los penales y est¨¢ en semifinales de la Copa Am¨¦rica
La selecci¨®n celeste se convierte en el verdugo de la ¡®Canarinha¡®, una de las favoritas en el torneo, y logra la victoria tras un tedioso partido alargado por el resultado a cero
Incluso en Las Vegas, capital de los excesos, Brasil demostr¨® que se convirti¨® en una selecci¨®n sin vicios, una que no bebe ni fuma ni juega ni arriesga. En su versi¨®n m¨¢s subterr¨¢nea de los ¨²ltimos tiempos, incluso de este siglo, los ¨²nicos pentacampeones del mundo ratificaron que sufren una desconcertante crisis de juego y de identidad y quedaron eliminados en los cuartos de final de la Copa Am¨¦rica Estados Unidos 2024. Tras un tedioso 0-0 en los noventa minutos, Uruguay -la brava Celeste dirigida por Marcelo Bielsa- fue su verdugo en la definici¨®n por penales por 4-2. El arquero Sergio Rochet se destac¨® al atajarle un remate a Eder Milit?o y Douglas Luiz dispar¨® al palo.
Mientras una descansada Colombia espera a una orgullosa pero agotada Uruguay en las semifinales del mi¨¦rcoles, Brasil ya emprendi¨® su melanc¨®lico regreso. Es cierto que termin¨® invicto su paso por la Copa, pero apenas gan¨® un partido de los cuatro que jug¨®, y fue ante una Paraguay que perdi¨® todas sus presentaciones. En su funci¨®n de despedida en Estados Unidos, el equipo de Dorival J¨²nior volvi¨® a carecer de f¨²tbol y de determinaci¨®n: ni siquiera pudo aprovechar la ventaja num¨¦rica que dispuso en los ¨²ltimos 17 minutos, tras la expulsi¨®n de Nahitan N¨¢ndez por una violenta infracci¨®n a Rodrygo.
A la ausencia de Neymar, lesionado desde octubre pasado, se le sum¨® para este partido la suspensi¨®n de Vinicius, que sum¨® dos tarjetas amarillas ¨Cevitables ambas- en la primera fase y dej¨® la Copa Am¨¦rica con la misma deuda con la que hab¨ªa llegado a Estados Unidos: es un jugador que brilla m¨¢s en el Real Madrid que en su selecci¨®n. La duda de fondo es que, m¨¢s all¨¢ de que el ciclo de Dorival J¨²nior acaba de comenzar, Brasil tampoco parece tener mucho m¨¢s a disposici¨®n: ?se secaron los pozos petroleros de cracks brasile?os?
A¨²n lejos de su mejor versi¨®n, pero tras una gran prueba de car¨¢cter en medio de un partido muy f¨ªsico, la Celeste ¨Cel m¨¢ximo ganador de la Copa, junto a Argentina, con 15 trofeos- lleg¨® a semifinales por primera vez desde 2011, justamente su ¨²ltimo t¨ªtulo, el ¨²nico de este siglo. El partido, eso s¨ª, dej¨® mucho menos de lo esperado. Si el f¨²tbol masculino no termina de ingresar en la cultura estadounidense, lo mejor ser¨ªa que la cinta de estos 90 minutos fueran borrados de todos los archivos. El 0-0 fue salpicado con 41 infracciones, 26 de Uruguay y 15 de Brasil.
Con ojos neutrales, el partido entre dos pa¨ªses que suman siete Copas del Mundo decepcion¨® desde el inicio. As¨ª como WhatsApp permite aumentar la velocidad de los audios a 1,5x o 2x, la Conmebol podr¨ªa haber emitido el primer tiempo en 45x para que se terminara lo m¨¢s r¨¢pido posible: a diferencia de la fama que envuelve a Las Vegas, la ciudad en la que todo puede pasar, en la parte inicial de Brasil-Uruguay pas¨® entre poco y nada.
Tal vez confundido por las diferentes sensaciones t¨¦rmicas del s¨¢bado en Nevada, dentro y fuera del estadio, el partido nunca encontr¨® su clima. En el exterior, un infierno de 46 grados celsius sacud¨ªa la tarde pero, aire acondicionado mediante, las selecciones acordaron que el encuentro se jugara a 22 grados. En las ¨¢reas, incluso, pareci¨® que se activaron las temperaturas bajo cero: los delanteros no pisaron territorio enemigo.
Con el partido trabado en la mitad de cancha, donde cada pelota se jugaba como si fuera un cap¨ªtulo de El se?or de los Anillos o de Juego de Tronos ¨Ccon Federico Valverde con el papel protag¨®nico-, Brasil se resign¨® a una postura cautelosa, desangelada. Si no fuera porque se trataba de una Copa Am¨¦rica, y no de un Mundial, por la camiseta amarilla podr¨ªa haber pasado por un Uruguay-Suecia o un Uruguay-Australia. Sexto en las Eliminatorias para el Mundial 2026 y con un solo triunfo en los tres primeros partidos de la fase inicial, el equipo de Dorival J¨²nior pareci¨® sentir el peso de las circunstancias, un duelo por la supervivencia en el torneo: no s¨®lo jugaba contra el Uruguay de Bielsa sino tambi¨¦n contra el propio Brasil.
Sin Neymar ni Vinicius, Brasil extra?¨® a cualquier tipo de l¨ªder, incluso un Casemiro, no convocado por sus pocos minutos en el Manchester United durante la ¨²ltima temporada. El ataque de Brasil qued¨® encomendado a Endrick, un chico de 17 a?os y reciente incorporaci¨®n del Real Madrid, que en su primer partido como titular en la Copa mostr¨® guapeza pero tambi¨¦n fue v¨ªctima de su soledad y de los bravos caciques uruguayos. Apenas remat¨® una vez al arco.
Contra ese Brasil inicialmente pasivo, Uruguay fue el due?o de la pelota en el primer tiempo y tuvo mayor iniciativa, pero a la vez le falt¨® decisi¨®n para pisar el acelerador: Alisson no transpir¨® en ninguna jugada, en parte por el ambiente climatizado del estadio pero tambi¨¦n porque, en la m¨¢s clara para la Celeste, un err¨¢tico Darwin N¨²?ez fall¨® el cabezazo cuando hab¨ªa quedado solo frente al arquero brasile?o. Por el contrario, ese Brasil a la defensiva consigui¨® que Raphinha quedara un par de veces delante de Sergio Rochet, pero el delantero del Barcelona defini¨® inc¨®modo.
Ya en el segundo tiempo, y con una Uruguay m¨¢s cansada y afectada por la lesi¨®n de Ronald Ara¨²jo, Brasil perdi¨® parte de la timidez inicial. La expulsi¨®n de N¨¢ndez, muchas veces al borde de la roja pero especialmente violento en su infracci¨®n ante una buena excursi¨®n de Rodrygo, termin¨® de llevar el partido hacia el campo uruguayo. En desventaja num¨¦rica, Bielsa sac¨® a Darwin N¨²?ez y Uruguay se qued¨® sin referencias ofensivas, a la espera de los penales, y otra vez con Luis Su¨¢rez en el banco los 90 minutos. Brasil, sin embargo, se dej¨® consumar por la intrascendencia con la que pas¨® por Estados Unidos.
Rochet le ataj¨® el primer penal a Eder Milit?o y Doulgas Luiz acert¨® al palo. Salvo Jos¨¦ Gim¨¦nez, Uruguay mostr¨® efectividad y, no tanto por estos 90 minutos sino por su muy buena primera ronda, con toda justicia pas¨® a las semifinales, aun a costa de un partido muy f¨ªsico. En ese sentido, Colombia parece llegar con una ventaja ante la Celeste: ante Panam¨¢ vivi¨® un paseo. Lo peor para Brasil es que otra vez, y como hace ya un buen tiempo, tambi¨¦n perdi¨® contra Brasil. El f¨²tbol m¨¢s alegre del mundo perdi¨® la alegr¨ªa.
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