Suiza, pa¨ªs neutral y selecci¨®n convulsa

Es un duelo capital para el pa¨ªs, la oportunidad de romper un gafe que se prolonga por d¨¦cadas. Desde el Mundial de 1954, Suiza no puede superar la frontera de los octavos. Pero el cuerpo t¨¦cnico no ha cambiado un ¨¢pice sus h¨¢bitos ahora que se miden ante Francia, la actual campeona del mundo. As¨ª, el analista Vincent Cavin prepar¨® un v¨ªdeo de unos 20 minutos que junto con el asistente Antonio Manicone redujeron a la mitad. Y, este domingo, hicieron la sesi¨®n de v¨ªdeo ya con el t¨¦cnico Vladimir Petkovic al frente del equipo. Pero para un pa¨ªs que siempre rehuy¨® del conflicto -consabida es la neutralidad suiza durante las Guerras Mundiales-, le cuesta horrores encontrar la paz con la selecci¨®n.

Ya comenz¨® torcida la andadura suiza camino de la Euro porque el capit¨¢n Granit Xhaka decidi¨® hacerse un tatuaje unos d¨ªas antes del torneo, retrato publicado en las redes sociales sin mascarilla cuando el seleccionador pidi¨® que se quedaran en casa para no padecer coronavirus. ¡°Un error¡±, admiti¨® Xhaka; ¡°pero era por la euforia de convertirme en padre por segunda vez¡±. El asunto, en cualquier caso, se agrav¨® tras caer ante Italia (3-0) sin apenas decir ni p¨ªo, literalmente en el caso del seleccionador porque no compareci¨® ante los medios. ¡°No tuvimos muchos jugadores que quisieran el bal¨®n. Con tal estado de ¨¢nimo, deben preguntarse si vali¨® la pena jugar el partido¡±, reflexion¨® Xhaka que, sin embargo, se preocup¨® en llamar a un peluquero suizo que lleg¨® a Roma en avi¨®n privado. ¡°Si hubi¨¦ramos conocido a un peluquero aqu¨ª¡­ Creo que es el nuevo color de pelo -amarillo casi fosforito- lo que provoc¨® las reacciones¡±, apunt¨® Xhaka. ¡°?l ten¨ªa una prueba de PCR negativa y siempre llevaba la mascarilla¡±, intervino Shaqiri, el otro capit¨¢n junto al portero Sommer. Pero llovieron las cr¨ªticas y Xhaka resolvi¨® ante los medios: ¡°No podr¨¦is destruir a este equipo¡±. M¨¢s que nada porque los capitanes hicieron la suya.

Resulta que Suiza tiene una especie de consejo de sabios, integrado por los jugadores veteranos de la selecci¨®n. ¡°Pusimos las cartas boca arriba sobre nuestro juego, lo que estaba mal y lo que nos hace fuertes¡±, revela Xhaka. Pero tambi¨¦n decidieron hacer o¨ªdos sordos al ruido externo. ¡°Nos gustar¨ªa que nos midieran por lo que sucede en el campo¡±, solicit¨® Shaqiri. ¡°Nadie en el extranjero es criticado por coches, peinados o tatuajes¡±, ampli¨® Xhaka; ¡°pero aqu¨ª tengo el sentimiento de que hay gente que quiere traer malestar a nuestro equipo¡±. Una vieja teor¨ªa tambi¨¦n alimentada por el R?stigraben, expresi¨®n germana que data de la Primera Guerra Mundial, cuando los suizos fueron divididos seg¨²n su lengua -franc¨¦s, alem¨¢n, romanche e italiano son idiomas oficiales- y que separa con una frontera imaginaria la parte franc¨®fona de la alemana. Los tres capitanes, de Basilea y que suman 255 internacionalidades -Xhaka 97, Shaqiri 94 y Sommer 64-, lo tienen claro: ¡°No tenemos que hablar de identificaci¨®n, lo hemos dado todo por Suiza; representamos a nuestro pa¨ªs con orgullo y pasi¨®n¡±.

Seguro que todo les ser¨¢ m¨¢s f¨¢cil si pueden con Francia, rival a la que no se imponen desde un amistoso de 1992, entonces con el seleccionador Deschamps en el campo. Desde esa fecha, se han medido en siete ocasiones, resueltas con tres victorias francesas y cuatro empates, guarismos que validan la mofa y el apelativo galo a los jugadores rivales de Petits Suisses. ¡°Tenemos que ser valientes y si se presenta la oportunidad, tener la sangre fr¨ªa¡±, argumenta Shaqiri, que ya es el jugador con m¨¢s goles en las grandes citas (7) tras superar a Seppe Goldfiessli H¨¹gi, que hizo seis en la Copa del Mundo de 1954. ¡°Debemos ser solidarios, ser fuertes, ir m¨¢s all¨¢ de nuestros l¨ªmites¡±, agrega Sommer. ¡°Aunque no tenemos que escondernos de nadie, necesitamos un muy buen d¨ªa para vencer¡±, ahonda Xhaka.

No ser¨¢ f¨¢cil superar la frontera de los octavos, la pesadilla Suiza desde 1954. Ocasiones tuvo en el Mundial de 2006 (ante Ucrania en los penaltis), 2014 (Argentina) y 2018 (Suecia); tambi¨¦n en la Euro de 2016 (Polonia). Por ahora, los jugadores han encontrado la armon¨ªa entre partidas de cartas, dardos, billar y ping-pong, tambi¨¦n con una visita a la Guardia Suiza del Vaticano; pero les falta el triunfo para superar el corte y, de paso, ganarse a toda Suiza.

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