Fabi¨¢n, el hijo de la Chari, silencia a la marea croata
El sevillano, con un gol y una asistencia, se lleva el MVP del partido en el estreno ante una Croacia sustentada por m¨¢s de 50.000 seguidores
Hab¨ªa un muro ajedrezado que amagaba con convertirse en inquebrantable. Croacia ya se hab¨ªa mostrado como un hueso imposible de roer en la final de la Nations League, cuando la Roja necesit¨® recurrir a la tanda de penaltis para batir a la selecci¨®n balc¨¢nica. Esta vez, adem¨¢s, Croacia contaba con un extra para motivar a los ya de por s¨ª motivados muchachos de Zlatko Dali?: la afici¨®n. Seg¨²n la prensa croata, hab¨ªa cerca de 100.000 hinchas por las calles de la capital alemana. Un aluvi¨®n que tom¨® el centro berlin¨¦s, cop¨® los medios de transporte rumbo al estreno de su selecci¨®n en la Eurocopa y silenci¨® (de entrada) al p¨²blico espa?ol en el Estadio Ol¨ªmpico. Por cada aficionado de la Roja se contaban cerca de cinco croatas. Pero ni las gradas abarrotadas, ni el f¨²tbol de Luka Modri?, pudieron con Espa?a. Ni con Fabi¨¢n Ruiz.
¡°El m¨ªster me ha dicho antes de empezar el partido que cuando la tuviese, le pegara. No s¨¦ si es el mejor gol de mi carrera, pero s¨ª uno de los m¨¢s importantes¡±, confesar¨ªa al final del partido, convertido en uno de los protagonistas del estreno de Espa?a.
Aseguraban en los medios croatas que en Berl¨ªn suced¨ªa lo nunca visto: jam¨¢s se hab¨ªan desplazado tantos hinchas para ver a su selecci¨®n. En Alemania viven cerca de 400.000 croatas. Una marea imposible de calcular, seg¨²n los responsables de prensa de la Federaci¨®n croata. El motivo de su presencia en la capital alemana estaba claro: despedir a su m¨¢xima leyenda, Modri?. Pero la sombra del 10 no asust¨® a Fabi¨¢n en el centro del campo, mucho menos el ruido o las bengalas, de la afici¨®n croata.
Fabi¨¢n est¨¢ acostumbrado a desafiar a la adversidad. Es, esencialmente, la historia de su vida. Ante las dificultades de una familia humilde de Los Palacios y Villafranca (Sevilla), Fabi¨¢n regate¨® con la pelota en los pies. Lo ayudaban su madre Chari Pe?a y su hermano mayor. ¡°Se privaban de cosas. Me di cuenta de mayor¡±, confesar¨ªa ¨¦l. Nada m¨¢s llegar a la cantera del Betis aparecieron otros problemas: era demasiado canijo. Pero igual que su madre disimulaba las dificultades econ¨®micas, el f¨²tbol del chaval ocultaba su debilidad f¨ªsica. No fue hasta que cumpli¨® 14 a?os cuando experiment¨® un cambio f¨ªsico espectacular: creci¨® 30 cent¨ªmetros. Ya por entonces, el Betis le hab¨ªa conseguido trabajo a su madre como limpiadora en el club.
Y ¨¦l pas¨® a ser una habitual en las convocatorias de la Rojita. Sin embargo, en el Betis no terminaba de arrancar: pas¨® una temporada cedido en el Elche antes de consolidarse. Del Betis salt¨® primero al N¨¢poles y despu¨¦s al PSG. Y De la Fuente siempre lo tuvo presente. No olvidaba su selecci¨®n sub19, la de Dani Olmo, Oyarzabal, Merino, Rodri y tambi¨¦n Fabi¨¢n. De hecho, despu¨¦s de que Luis Enrique prescindiera de ¨¦l para la selecci¨®n, De la Fuente lo recuper¨® para su causa. ¡°Es un jugador excepcional, de un nivel mundial grand¨ªsimo. Si no se llamara Fabi¨¢n hablar¨ªais m¨¢s de ¨¦l. Hay que saber el potencial futbol¨ªstico que tenemos en nuestro pa¨ªs. Hay que poner en valor a esta generaci¨®n que lo ha ganado todo. Es la representaci¨®n de todos los jugadores que trabajan en la sombra y deber¨ªa tener ese reconocimiento medi¨¢tico que tienen otros¡±, expuso De la Fuente.
El problema era que por m¨¢s que el entrenador confiara en ¨¦l, necesitaba ritmo de juego ante de la Eurocopa, algo que parec¨ªa torcerse con Luis Enrique en el PSG. Pero una vez m¨¢s, Fabi¨¢n le gan¨® a la adversidad. Y el seleccionador volvi¨® a mezclar a Rodri con Fabi¨¢n, su pareja de lujo en el mediocampo. Y si no, que se lo pregunten a Modri? y compa?¨ªa. Espa?a le gan¨® la batalla de la medular a Croacia y Fabi¨¢n silenci¨® a 50.000 croatas con una asistencia y un gol. Por entonces, el ruido ya era de Espa?a: MVP para el ocho de la Roja y Mi gran noche sonando por los altavoces del Estadio Ol¨ªmpico. Nada mal para el hijo de la Chari.
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