Bellingham y Kane evitan un drama
El madridista, que califica de ¡°basura¡± las cr¨ªticas recibidas, empata en el descuento y el capit¨¢n consuma el pase a cuartos de Inglaterra en los primeros instantes de la pr¨®rroga
Humillada y abochornada durante m¨¢s de una hora por una agrandada y jornalera Eslovaquia, la orgullosa Inglaterra estuvo a segundos de marcharse de esta Eurocopa con la peor de las sentencias que se le pod¨ªa dedicar de haberse consumado el batacazo. Los inventores del f¨²tbol no hab¨ªan sabido jugarlo durante tres partidos y una hora larga. Evitaron ese crudo estigma con el orgullo que les confiri¨® su pedigr¨ª. Cargaron el ¨¢rea eslovaca en una ¨²ltima media hora que engendr¨® los redentores goles de Jude Bellingham, en el ¨²ltimo minuto del tiempo de prolongaci¨®n, y de Harry Kane, en el primero de la pr¨®rroga. Los dos ¨²nicos disparos que fueron entre los palos fueron gol.
Inglaterra tuvo que encontrar el triunfo por una de sus viejas v¨ªas. Los dos tantos tuvieron el rastro identitario de los tiempos m¨¢s endog¨¢micos del f¨²tbol de las Islas. Uno de esos saques largos de banda que son casi un c¨®rner por la potencia con la que llega al ¨¢rea fue peinado en el primer palo. Lo caz¨® el cuestionado Bellingham para empatar con una espectacular y oportuna chilena. Aunque sin lustre en el juego, el madridista ha sido quir¨²rgico. Apareci¨® en el primer partido ante Serb¨ªa para darle la ¨²nica victoria a los suyos en la fase de grupos (1-0) y lleg¨® a tiempo para firmar esa tijera salvadora ante la defensa eslovaca. Fue el premio para la traca final de centros al ¨¢rea que retrotra¨ªan tiempos m¨¢s cl¨¢sicos del juego ingl¨¦s. El gol de Kane tambi¨¦n tuvo esos trazos. Un saque de esquina, un despeje y el capit¨¢n ingl¨¦s tirando de su inagotable olfato para remachar con la cabeza la mala salida del meta eslovaco Dubravka.
Desde el potable primer acto en su estreno ante Serbia, Inglaterra hab¨ªa ido menguando hasta derrumbarse en la ignominia que la embarg¨® durante m¨¢s dos tercios del partido. Era un drama esta selecci¨®n del timorato Gareth Southgate, a la que estuvo a punto de sumergir en una cruda paradoja. Inglaterra se hubiera ido por la gatera de la competici¨®n cuando presum¨ªa de haber aglutinado la mayor cantidad de talentos de los ¨²ltimos a?os.
Southgate se ha entregado a los grandes nombres y estos hab¨ªan aparecido o poco o nada hasta la descarga final que acorral¨® y termin¨® por doblar la rodillas de Eslovaquia. Foden, Bellingham, Kane, Saka, Rice, Stones, Trippier, Walker... Nadie se salvaba de lo que iba camino de un sonado fracaso. Inglaterra solo luc¨ªa el entusiasmo y los originales c¨¢nticos de sus hinchas. Estos recibieron con abucheos a su seleccionador en lo que fue un anticipo de la hecatombe que durante 90 minutos sobrevol¨® sobre Southgate y sus futbolistas.
La debacle tambi¨¦n hubiera supuesto toneladas de desprestigio en las sacas de la pomposa Premier League. La considerada mejor y m¨¢s rica liga del mundo hubiera albergado a la peor selecci¨®n de Inglaterra en los ¨²ltimos a?os en un gran torneo.
La citada victoria ante Serbia, los sosos empates ante Eslovenia (0-0) y Polonia (1-1) y la clasificaci¨®n para los cuartos en el ¨²ltimo suspiro son el raqu¨ªtico bagaje con el que pasa de eliminatoria. Fam¨¦lica de f¨²tbol y de goles, solo dos hasta la chilena de Bellingham, Inglaterra no supo c¨®mo hincarle el diente a su rival hasta que no se volc¨® a la desesperada sobre el ¨¢rea de una Eslovaquia que ya boqueaba y acariciaba una gesta hist¨®rica. Analistas y plumas afiladas de la prensa inglesa le reclamaban a Southgate en la previa que sentara a los ins¨ªpidos Bellingham y Foden para agitar el juego con Palmer y Gordon. El inmovilismo de Southgate fue directamente proporcional al estatismo que presid¨ªa las jugadas con las que trataba de armar el juego desde atr¨¢s. La pelota transitaba modorra del pie de Stones, al de Rice o al de Mainoo, el ¨²nico al que Southgate dio entrada de entre los que le demandaban aficionados y medios. Nadie se mov¨ªa por delante del bal¨®n. Si el f¨²tbol moderno es movimiento constante, Inglaterra fue cavernaria durante m¨¢s de una hora.
Enfrente, los eslovacos eran cohetes a nada que le birlaban la pelota a los funcionariales ingleses. La terna de delanteros Schranz, Strelec y Haraslin tensaron a Pickford y a sus defensas. A Haraslin se le fue cruzado un mano a mano que ya advert¨ªa lo que pasar¨ªa poco despu¨¦s. Un mal despeje de cabeza de Stones lo convirtieron en una centelleante combinaci¨®n entre Strelec y Schranz. Este bati¨® a Pickford con un toque delicado.
Defendi¨® de forma estajanovista Eslovaquia su renta hasta el ¨²ltimo suspiro. A Southgate no le qued¨® m¨¢s remedio que disponer de la habilidad y la pierna izquierda de Palmer. Sus centros combados y tocados generaron p¨¢nico en la defensa eslovaca, cuando no acababan en un saque de esquina o en una falta lateral. Un paisaje m¨¢s propio de aquella Inglaterra del pasado siglo y de los inicios de este. Bellingham y Kane reinaron en ese escenario para evitar el drama ingl¨¦s.
Bellingham carga contra la prensa y Southgate muestra un video del 66
Con el 0-1 y a pocos minutos de cumplirse el minuto 90 cientos de seguidores ingleses aborrecieron a su selecci¨®n y abandonaron las tribunas del Veltins Arena de Gelsenkirchen bramando improperios contra el t¨¦cnico Gareth Southgate. La chilena salvadora de Jude Bellingham les pill¨® ya fuera del recinto e intentaron regresar a sus asientos. Sin embargo, se encontraron que la organizaci¨®n impide la entrada una vez se abandona el estadio. Enfurecidos, los hinchas trataron de entrar por la fuerza para presenciar la pr¨®rroga.
Primero la seguridad privada contratada por la UEFA, los famosos Stewards de petos fluorescentes, abortaron los primeros intentos de los seguidores brit¨¢nicos de franquear las puertas de entrada. Despu¨¦s aparecieron los antidisturbios para formar un fuerte cintur¨®n de escudos que termin¨® por intimidar a los seguidores ingleses.
Estos se aliviaron con el gol de Kane que met¨ªa a su selecci¨®n en los cuartos de final en los que les aguarda Suiza, verdugo de Italia. El mismo alivi¨® que los hinchas que dieron por perdido el partido antes de tiempo, debi¨® sentir el cuestionado Southgate con el tanto de Bellingham. ¡°?Fue un gol incre¨ªble! Jude es uno de los mejores en la historia de nuestro pa¨ªs. Qu¨¦ jugador, trabaja muy duro. En los grandes momentos da un paso al frente. Necesitas eso y ¨¦l lo hizo hoy¡±, dijo el t¨¦cnico ingl¨¦s. ¡°Est¨¢s a 30 segundos de volver a casa, sientes que has defraudado a tu naci¨®n, y con un solo golpe de bal¨®n todo es genial¡±. se felicitaba Bellingham. ¡°Podr¨ªamos ser m¨¢s efectivos, pero lo principal que mostramos fue mucho car¨¢cter. Esto es lo que cuenta en las eliminatorias. S¨¦ lo que puedo ofrecer en esos momento, lo he hecho este a?o con el Madrid, y antes con Inglaterra. Estoy feliz de poder ayudar al equipo. Jugar para Inglaterra es algo muy bonito, pero tambi¨¦n significa mucha presi¨®n. Oyes a la gente hablar mucha basura... Es bonito cuando lo consigues, de alguna manera, se la devuelves¡±, zanj¨®.
Southgate, al que se le apreciaba exhausto, revel¨® que mostr¨® un v¨ªdeo del equipo ingl¨¦s de 1966 que fue campe¨®n del mundo en su propio pa¨ªs. ¡°Quer¨ªamos mostrarles a los jugadores que lo importante es el equipo. Quer¨ªamos destacar al grupo porque eso es parte de lo que crea un equipo ganador del torneo¡±, apunt¨® el t¨¦cnico ingl¨¦s.
Puedes seguir a EL PA?S Deportes en Facebook y X, o apuntarte aqu¨ª para recibir nuestra newsletter semanal.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.