El ¡®mediocentro¡¯ Oblak: el Atl¨¦tico de Simeone evoluciona su juego gracias a la salida del bal¨®n de su portero

El mi¨¦rcoles, un amigo argentino de ?ngel Correa asisti¨® al entrenamiento del Atl¨¦tico de Madrid en el Cerro del Espino de Majadahonda. El visitante qued¨® sorprendido de los riesgos que tomaba Jan Oblak en el juego con el pie, incluso cuando era presionado por los delanteros cerca de la l¨ªnea de gol. La sobriedad y la prevenci¨®n de riesgos con la pelota han marcado tanto la carrera del meta esloveno como la era de Simeone en el Atl¨¦tico. Sin embargo, esa estampa del portero, con los centrales abiertos a derecha e izquierda para recibir su pase en corto y al pie, es la se?al m¨¢s inequ¨ªvoca de la evoluci¨®n progresiva del juego del Atl¨¦tico, que esta noche (21.00, Movistar LaLiga) se mide a Las Palmas en el estadio Insular.

El giro de Simeone hacia un juego m¨¢s elaborado desde atr¨¢s tambi¨¦n ha causado sorpresa en los mentideros del f¨²tbol espa?ol. El Cholo ha roto con el clich¨¦ de ser un entrenador que solo es capaz de ganar con un estilo. Siempre defendi¨® que al f¨²tbol se puede jugar y ganar de muchas maneras y que todas eran respetables. ¡°Buscamos la forma de ir mejorando, de ir creciendo, buscando siempre las mejores situaciones para que el equipo pueda seguir compitiendo y, sobre todo, estamos reinvent¨¢ndonos porque la vida va por ah¨ª, por reinventarse continuamente¡±, argument¨® el preparador argentino despu¨¦s de que su equipo firmara ante el Alav¨¦s uno de sus mejores partidos con la pelota para eludir la presi¨®n del rival desde que se inici¨® el curso. La salida del bal¨®n cuando los contrarios aprietan arriba ha sido una de las taras cr¨®nicas del Atl¨¦tico de Simeone.

La mejora y la mayor participaci¨®n de Oblak con el bal¨®n en los pies para construir juego no solo describe una evoluci¨®n individual, tambi¨¦n la del estilo de juego del Atl¨¦tico. Los datos de Opta arrojan que el meta esloveno en su primera temporada de rojiblanco, la 14-15, completaba 8,5 pases (la pelota le llegaba a un compa?ero) por partido. En la actual, duplica esa cifra (17). Contra el Real Madrid (3-1) y en la derrota en Valencia (3-0) y ante la Real Sociedad (2-1), en los que el equipo percibi¨® que no superaba la presi¨®n del rival fueron los partidos en los que Oblak complet¨® menos pases, 10 en los dos primeros y 11 en el tercero.

Su precisi¨®n en las entregas tambi¨¦n ha ido in crescendo desde sus inicios (43%) hasta el 73% ahora. En este apartado tiene que ver mucho que el uso de los balones largos y el juego directo han dado paso a un juego m¨¢s tocado y de menos distancia entre pases, lo que disminuye la dificultad y aumenta el acierto. Seg¨²n la consultora Driblad, la distancia media de los pases de Oblak se ha reducido de 51 metros, en su primer a?o, a los 28 de esta temporada. En las ¨¦pocas en las que el Atl¨¦tico viv¨ªa del juego en largo y las segundas jugadas, Oblak lleg¨® a promediar cuatro pases a campo contrario. Ni en la campa?a anterior (0,50) ni en esta (0,6) llega a uno.

El trabajo para que Oblak mejore su juego de pies y mecanice los automatismos ha sido arduo. Se han dado rachas prolongadas en el tiempo en las que el primer pase de los ataques del contrario eran los intentos de Oblak en jugar largo con el pie. Hab¨ªa partidos en los que Simeone se desesperaba porque incluso muchas de sus patadas en largo sal¨ªan por la l¨ªnea de banda. El esloveno ha mejorado en los desplazamientos lejanos y ahora trabaja a diario la salida de bal¨®n en corto. El preparador de porteros, Pablo Vercellone, le somete a ejercicios en los que trabaja c¨®mo perfilarse y tambi¨¦n los controles orientados para asegurar los pases.

Oblak ha sido el ¨²ltimo en adaptarse a esta transformaci¨®n emprendida hace tres a?os por Simeone e iniciada con el paso a un sistema de tres centrales y dos carrileros en un partido con Osasuna en El Sadar. Tan sorprendente fue por entonces que el Cholo abandonara su querencia innegociable por el 4-4-2 como que situara a Mario Hermoso como tercer central por la izquierda para favorecer que el equipo saliera con la pelota jugada. Se anunci¨® entonces un equipo menos proclive al bal¨®n largo. Bajo esa f¨®rmula, con alg¨²n regreso puntual al molde cl¨¢sico, Simeone conquist¨® la Liga en 2020. En las dos temporadas siguientes altern¨® mucho los dibujos hasta el punto de admitir que esto pod¨ªa haber desorientado a los jugadores.

La mala primera mitad del curso pasado fue definitiva en el vuelco dado al juego. Simeone admiti¨® que haber presenciado el Mundial de Qatar desde la grada le hab¨ªa inspirado y que hab¨ªa absorbido conceptos que estaba dispuesto a aplicar. Uno de ellos fue volver a apostar con convencimiento por Hermoso y los tres centrales, pero esta vez con Oblak como un elemento m¨¢s activo. En esa segunda mitad de curso en la que el Atl¨¦tico se enmend¨® y pudo ganarse una plaza en la Champions, Oblak elev¨® su promedio de pases completados hasta los 15. Simeone ha encontrado c¨®mplices en esta nueva versi¨®n en Koke y en Morata, que ten¨ªan el plan muy asimilado de trabajarlo con Luis Enrique en la selecci¨®n. Witsel, como central, tambi¨¦n es una pieza clave, igual que Griezmann. En un equipo en el que la mayor¨ªa de sus centrocampistas est¨¢n catalogados bajo la etiqueta de carteros porque son m¨¢s de trasladar la pelota que de jugarla a un toque (De Paul, Sa¨²l, Barrios, Riquelme, Lemar, Marcos Llorente) que el pasillo central (del portero al delantero centro) tenga claros los conceptos es fundamental para construir el juego desde atr¨¢s.

La propuesta ha tenido continuidad en este inicio de temporada. Simeone est¨¢ satisfecho, pero tambi¨¦n desliza que no hay que ser fundamentalistas de un estilo. Su proclama es que solo hay que ser un radical de ganar. Y, por el momento, lo hace con el juego de pies de Oblak.

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