R¨¦cord de Guardiola y cumbre del City en el Mundial de Clubes
El t¨¦cnico logra su cuarto t¨ªtulo universal y corona al club ingl¨¦s a costa de un Fluminense que recibi¨® el 1-0 a los dos minutos
Pep Guardiola gan¨® su cuarto Mundial de Clubes como entrenador ¡ªm¨¢s que nadie¡ª y de paso dirigi¨® al Manchester City hacia su primer t¨ªtulo universal. Fue este viernes en Yeda, capital tur¨ªstica saud¨ª, y a costillas del Fluminense. Al elegante campe¨®n de la Libertadores, sobrado de experiencia, le falt¨® energ¨ªa para soportar el ritmo que le impuso su rival. El City, que presiona mejor sin Haaland ni De Bruyne, provoc¨® una demolici¨®n al dictado del omnipotente Rodri.
C¨¢maras ambulatorias en los vestuarios y sus aleda?os rastrean a los equipos en busca de contenidos multimedia susceptibles de explotaci¨®n comercial. Cada d¨ªa con m¨¢s dedicaci¨®n y recursos, pues el prepartido y el pospartido se han convertido en un espect¨¢culo muy lucrativo por el efecto multiplicador de las redes. Tambi¨¦n en la final del Mundial de Clubes, en donde una c¨¢mara de televisi¨®n se meti¨® en la ronda del Fluminense. All¨ª destac¨® la figura de F¨¢bio Devison Lopes. Quiz¨¢ persuadido de que protagonizaba un show irrepetible, el portero de 43 a?os se emocion¨®. Su arenga emocionada culmin¨® en un grito tan afectado que se qued¨® sin aire: ¡°?No hemos venido aqu¨ª a pasear! ?Hemos venido a demostrar que somos los mejores del mundo...!¡±. Marcelo, en un gesto compasivo, intervino con un aplauso para cerrar un ritual cuyo ¨¦xtasis se avecinaba al vud¨².
Tan transidos saltaron al campo los jugadores sudamericanos que a los dos minutos de partido perd¨ªan 1-0. Bernardo, Foden, Juli¨¢n ?lvarez y Grealish estiraban la presi¨®n hasta la l¨ªnea de fondo cuando Marcelo cogi¨® la pelota y la cambi¨® de orientaci¨®n con la derecha, su pierna menos h¨¢bil. La pelota buscaba a Arias, pero se encontr¨® con Ak¨¦. El central avanz¨® por un claro y remat¨® desde fuera del ¨¢rea. La pelota peg¨® en el palo y rebot¨® en el oportun¨ªsimo Juli¨¢n ?lvarez, que intercept¨® la trayectoria poniendo el pecho con la malicia repentina de un cazador de moscas.
Agon¨ªa de Marcelo
F¨¢bio Devison lo vio desde la raya de gol, tendido tras una estirada vana, y Marcelo, el otro actor principal de la pel¨ªcula del prepartido, mene¨® su cabellera ensortijada con la conciencia preclara que brindan los 35 a?os y una experiencia que le llev¨® a conquistar cuatro Mundiales de Clubes con el Madrid antes de emigrar a Brasil para levantar la Copa Libertadores. Pocas carreras han sido m¨¢s fruct¨ªferas que la de Marcelo en la historia del f¨²tbol y solo un lateral zurdo de Brasil podr¨ªa presumir de mejorarle: Roberto Carlos. En su posici¨®n debi¨® comprender que aquel gol convertir¨ªa la final en una agon¨ªa sin esperanza, salvo accidente.
No hubo tal accidente. El juego discurri¨® por los cauces naturales. La presi¨®n del City pudo con la circulaci¨®n del Fluminense, y la presi¨®n del Fluminense no pudo con la circulaci¨®n del City. Buen equipo para competir en su ¨¢mbito, este campe¨®n de Am¨¦rica de gloriosas carrozas, este equipo sostenido por un Felipe Melo que viene de dar varias vueltas al mundo entre la excelencia y la dispersi¨®n, este Marcelo genial pero sobrecargado, y este Ganso que nunca se desplaz¨® por el campo con facilidad y ahora juega como pasea por los parques, agotaron su energ¨ªa en media hora.
Hubo pocas noticias del joven volante Andr¨¦ Trindade, la pretendida joya en el escaparate, y en cambio se dio un homenaje Rodri. El mediocentro espa?ol atraviesa un momento de esplendor desconocido. Transmite la impresi¨®n de que ser¨ªa capaz de hacer lo que le d¨¦ la gana. Su oficio, su presencia justa, su capacidad de influir y resolver, se reflej¨® en cada minuto del partido. Tambi¨¦n cuando cort¨® dos l¨ªneas con un pase tenso y preciso al espacio que ocupar¨ªa Foden, autor del tiro que precipit¨® el 2-0. Nino, lento en la reacci¨®n, lo desvi¨® en propia meta en el minuto 27. El resto del partido ¡ªincluido el 3-0 de Foden y el 4-0 de ?lvarez¡ª complet¨® el largo ep¨ªlogo del nudo de dos minutos precedido por el pr¨®logo-vud¨².
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