El Manchester City encarrila el pase sin pisar el acelerador
El vigente campe¨®n de la Champions encarrila su eliminatoria ante el Copenhague con un solvente triunfo a domicilio para el que no precis¨® pisar el acelerador
Llega el cara o cruz de la temporada y el campe¨®n de Europa semeja en perfecto estado de revista. Desde que gan¨® el Mundial de Clubes en la v¨ªspera navide?a, el Manchester City ha jugado seis partidos de Premier, dos de Copa y el de este regreso a la Champions. Los ha ganado todos y por el camino ha logrado reactivar a Kevin de Bruyne, autor del gol que abri¨® el camino del triunfo (1-3) en el Parken de Copenhague. Lo ha hecho ante un rival que sorprendi¨® en la fase de grupos al dejar atr¨¢s, entre otros, al Manchester United, pero muy inferior al equipo que adiestra Pep Guardiola, que fue el acostumbrado, el que somete al rival y le obliga a jugar en su campo y recorrer kil¨®metros en la b¨²squeda de la pelota.
El mon¨®logo tuvo una breve pausa de diez minutos porque apenas superada la media hora sucedi¨® lo inesperado: el Copenhague encontr¨® un gol sin necesidad de pisar el ¨¢rea de su rival. Se lo concedi¨® el meta Ederson, que manej¨® mal su zurda y habilit¨® a la delantera danesa. Mattsson no perdon¨® y el City pareci¨® quedarse por unos instantes atrapado por el estupor. Ganaba desde que un inicio apabullante de partido lo rubric¨® De Bruyne tras conexi¨®n entre Ruben Dias y Foden. El central luso desmont¨® el cerrojo local con un desplazamiento diagonal que activ¨® el talento de sus mediapuntas.
Todo qued¨® en su sitio antes del descanso. De Bruyne porfi¨® por un bal¨®n dividido en el pico del ¨¢rea y el rechace le cay¨® en el coraz¨®n del ¨¢rea a Bernardo Silva, que defini¨® con levedad. El regreso del descanso ya lo hizo el campe¨®n con el piloto autom¨¢tico, enfocado a controlar el partido a trav¨¦s de la pelota y enjaular con ella al Copenhague, que tras la d¨¢diva de Ederson fue incapaz de tirar de nuevo a gol, acab¨® agotado tras tanto perseguir y virtualmente sentenciado tras un tanto final de Foden. Ni siquiera precis¨® el City que Haaland fuese m¨¢s all¨¢ de un par de exuberantes amagos y otro par de fiascos postreros en el remate: sin el brillo del delantero noruego su equipo fue muy superior.
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