Havertz, la apuesta m¨¢s arriesgada de Arteta en el Arsenal

Mikel Arteta daba gritos, lanzaba pu?etazos al aire, se encaraba con el p¨²blico en b¨²squeda de complicidad, ense?aba los dientes. Corr¨ªa el minuto 24 del partido de Premier contra el Newcastle, este s¨¢bado en el Etihad, y Kai Havetrz acababa de meter su s¨¦ptimo gol en 36 partidos desde que le fich¨® el Arsenal, el verano pasado. El 2-0 fue motivo de felicidad para la hinchada y de alivio para un entrenador que a cambio del fichaje de Havertz por 75 millones de euros hipotec¨® su prestigio para demostrarle a los due?os estadounidenses del club, la familia Kroenke, que merece el poder que reclama en la toma de decisiones del club m¨¢s ambicioso del norte de Londres.

¡°Arteta dijo que Havertz ser¨ªa un ¨¦xito total como interior¡±, explica bajo condici¨®n de anonimato uno de los agentes de referencia del Arsenal, hombre de confianza de Stan Kroenke, el due?o, y de Richard Garlick, el director general. ¡°Fue su apuesta innegociable para sustituir a Granit Xhaka y ocupar un puesto vital para mantener el equilibrio futbol¨ªstico del equipo y dar el paso al siguiente escal¨®n que nos permitir¨ªa ganar la Premier¡±. La postura del entrenador, seg¨²n esta fuente, desat¨® un profundo debate interno. Hubo personas en la direcci¨®n deportiva y en el entorno de Kroenke que se opusieron en¨¦rgicamente a incorporar al alem¨¢n. Le consideraron un jugador demasiado inclinado a la distracci¨®n como para situarlo en uno de los ejes del mediocampo a cambio del mayor sueldo de la plantilla y un traspaso de 75 millones de euros al Chelsea, un rival directo, que dejar¨ªa al Arsenal sin capacidad de maniobra financiera si las cosas no funcionaban.

Se impuso Arteta. Pero las tensiones en el seno del club no han cesado. Havertz, que solo funciona como mediapunta y se muestra tan irregular como en el Chelsea, apenas participa en la gesti¨®n del mediocampo. El juego del Arsenal se sostiene por el impulso extraordinario de Rice, Jorginho, Odegaard, Trossard y Martinelli. Pero el equipo no ha mejorado el ritmo de circulaci¨®n respecto a la temporada pasada y est¨¢ peor clasificado. Tras 26 jornadas disputadas marcha tercero con 58 puntos, por debajo del City (59) y el Liverpool (60). Hace un a?o en este tramo de la temporada el Arsenal iba primero con 63 puntos.

La evoluci¨®n del equipo preocupa a los Kroenke. Consideran que su inversi¨®n merece un salto de calidad. Con la salvedad del Chelsea, que desembols¨® 900 millones para reemplazar su plantilla tras ser expropiado y vendido en 2020 por razones geopol¨ªticas, en las ¨²ltimas cuatro temporadas el Arsenal es el club europeo que m¨¢s gasta en jugadores. Desde que Arteta lleg¨® al Etihad en diciembre de 2019 procedente del despacho de primer ayudante de Guardiola en el Mancehster City, el balance del Arsenal entre ventas y compras arroja una cifra negativa de 532 millones de euros, seg¨²n Transfermarkt. En el mismo periodo el PSG gast¨® 400 millones, el Liverpool 290, y el Manchester City 280.

El gasto del Arsenal responde al diagn¨®stico del entrenador, que durante sus dos primeras temporadas en Londres insisti¨® en que el equipo no funcionaba porque hab¨ªa futbolistas que socavaban su autoridad en el vestuario. Para complacerle, el club dej¨® marchar libres o cedi¨® a ?zil, Lacazette, Pep¨¦, Aubameyang, y William, entre otros; y los fue reemplazando por Partey, Odegaard o Saliba. Tras dos a?os y medio en el banquillo, un octavo puesto en 2020, otro octavo puesto en 2021 y un quinto puesto en 2022 sin que se advirtiera un avance significativo en el juego, los Kroenke llamaron a los ejecutivos del club para que impusiera al entrenador una estrategia desde la direcci¨®n deportiva. Este peri¨®dico ha intentado contrastar esta informaci¨®n con Arteta, sin ¨¦xito. Pero desde 2022 son diversas las personas vinculadas al club que aseguran que el mensaje que el Arsenal le dio al entrenador fue inequ¨ªvoco: sepultar para siempre los esquemas con tres centrales y con dos pivotes que tanto emple¨® entre 2019 y 2022, e implantar de una vez por todas el 4-3-3 que es la base del modelo de Guardiola. Para eso, a fin de cuentas, le llevaron a Londres. Pero Arteta, seg¨²n sospechan en el club, no quer¨ªa jugar con un esquema paralelo al de Guardiola ¡°para que no se le relacionara con ¨¦l¡±.

El t¨¦cnico vasco, que coment¨® a sus amigos que no hab¨ªa empleado el 4-3-3 por falta de futbolistas competentes, llevaba un a?o con Ceballos, Odegaard, Martinelli, Xhaka y Thomas Partey cuando le dieron el ultim¨¢tum. En la direcci¨®n deportiva consideraban que la plantilla siempre hab¨ªa sido apta para desarrollar un f¨²tbol m¨¢s ofensivo, pero la disposici¨®n del 4-2-3-1 lo imped¨ªa. Desde el Arsenal indican que Arteta nunca supo organizar con solvencia el doble pivote, y se?alan que cuando Xhaka o Ceballos sub¨ªan al ataque, el pivote m¨¢s posicional ten¨ªa dudas grav¨ªsimas sobre c¨®mo cubrir la zona liberada por el compa?ero. Esto, sumado a la desconsideraci¨®n de Martinelli y el extrav¨ªo de Odegaard, condenado a ir siempre a destiempo de las jugadas en los 50 metros de ancho de campo que le asignaba como mediapunta, hicieron que el Arsenal se atascara en la temporada 2021-22. ¡°Ten¨ªamos que implementar un modelo que ayude a los futbolistas¡±, se?alan desde el club ingl¨¦s; ¡°no que ayudara a Arteta a desmarcarse de Guardiola. Por eso el club se propuso establecer un 4-3-3 con un solo pivote que asigne a los dos interiores gran capacidad de acci¨®n, con libertad para aproximarse al pivote, y d¨¢ndole a su talento natural preponderancia sobre la rigidez de posiciones¡±.

Los propietarios imponen el 4-3-3 de Guardiola

El entrenador donostiarra fue el primero en comprender que si no aceptaba la propuesta que le hac¨ªan los due?os desde Estados Unidos ser¨ªa despedido. Edu Gaspar, mascar¨®n de proa de la direcci¨®n deportiva, ejerci¨® de mero transmisor de mensajes de los poderes f¨¢cticos que gobiernan al Arsenal v¨ªa Denver. Tras mantener una reuni¨®n con los dirigentes del club, alcanzaron un acuerdo de base: Arteta seguir¨ªa los pasos que le trazara la direcci¨®n deportiva y el Arsenal sostendr¨ªa en p¨²blico que la primera autoridad deportiva del proyecto ser¨ªa ¨¦l. El club advirti¨® que era fundamental proteger la imagen del entrenador para darle fuerza ante la plantilla. A todos los efectos, la introducci¨®n del 4-3-3 se vender¨ªa como algo suyo. Lo mismo que el fichaje de Gabriel Jes¨²s. Si la contrataci¨®n del punta brasile?o fue una condici¨®n impuesta desde Denver, en Londres se?alan que el ¨¦xito de la negociaci¨®n que permiti¨® atraer al jugador del City hacia el Arsenal fue m¨¦rito de Arteta.

Arteta cumpli¨® con la hoja de ruta que le trazaron. Puso a Partey como pivote ¨²nico, y a Odegaard y a Xhaka en los flancos. El equipo despeg¨®. En el oto?o de 2022 fue la revelaci¨®n del f¨²tbol europeo. Partey brill¨® como mediocentro. Xhaka jug¨® los mejores partidos de su carrera en el Arsenal, y Odegaard pas¨® de ser un futbolista bajo sospecha a convertirse en el jugador m¨¢s clarividente de la Premier. El Arsenal estuvo a punto de arrebatarle la Liga al City. Al acabar la temporada, los Kroenke decidieron hacer un esfuerzo econ¨®mico para intentar dar el zarpazo. Se gastaron 130 millones en Declan Rice para reforzar el pivote y, cuando buscaban una alternativa a Xhaka, que quer¨ªa regresar a Alemania, se encontraron conque Arteta reclamaba su cuota de cr¨¦dito y de poder. Convencido de que el segundo puesto logrado en la Premier era obra suya, exigi¨® el fichaje de Havertz.

En las conversaciones internas, Arteta defendi¨® a Havertz como un jugador con todas las condiciones necesarias como interior: continuidad en el juego, buen pie, dinamismo y buen f¨ªsico. La mayor¨ªa de los asesores de los Kroenke expresaron objeciones: lo ve¨ªan intermitente y despistado, y advirtieron que no val¨ªa como interior para manejar los ritmos del juego sino, tal vez, como hombre de ¨¢rea, algo que no necesitaban que que Havertz pod¨ªa hacer. Su ins¨®lita habilidad para avecinarse a la porter¨ªa rival cuando la jugada est¨¢ en movimiento para rematar al primer toque ajustando la pelota a los palos, le facultaba para hacer goles de forma m¨¢s o menos intermitente, pero lo que el Arsenal necesitaba para dominar la Premier, advirtieron los asesores, no era un rematador sino un volante como G¨¹ndogan, Pedri o Frenkie de Jong. Cuando los Kroenke dudaron de la conveniencia de gastarse todo el dinero que les restaba en la caja en un futbolista prescindible, el t¨¦cnico, seg¨²n fuentes del club, puso su prestigio por delante del fichaje. A fuerza de presionar, obtuvo satisfacci¨®n.

Ocho meses m¨¢s tarde, Kai Havertz, cuya posici¨®n entre el nueve y el mediocampo sigue indefinida, va y viene sin tener apenas impacto en un Arsenal tan lleno de excelentes futbolistas que hay d¨ªas que podr¨ªa jugar muy bien incluso con uno menos.

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