Champions: matar o morir

Madrid, ciudad de remontadas

Un estadio son piedras que estructuran y multitudes que sienten. Para que la tribu sienta el estadio como suyo no es suficiente con mudarse. Hace falta una rutina, un ritual y gestas que se queden para siempre en la memoria. El Metropolitano subi¨® el ¨²ltimo escal¨®n esta semana en una noche larga y apote¨®sica. El Atl¨¦tico se enfrentaba a una mala racha, a un mal resultado y a un mal rival. Problemas que solo puede resolver la fe. Nunca sabremos si se contagia de los jugadores a la afici¨®n o al rev¨¦s, pero hay un momento en que esas dos energ¨ªas se funden con un efecto que eleva a los jugadores a cimas heroicas. La influencia tambi¨¦n alcanza a los rivales, solo que en este caso para devaluarlos. Le ocurri¨® al Inter. Hay partidos que son un antes y un despu¨¦s. A partir de ahora una eliminatoria en el Metropolitano ser¨¢ una experiencia de otro nivel.

Yo acuso

El Bar?a, ese equipo tan divertido, aprendi¨® a sufrir. Ganar en estos d¨ªas, antes que una consagraci¨®n, es interpretado como un alivio por el barcelonismo. El Estadio Llu¨ªs Companys no es un aliado. Es dif¨ªcil llegar, ver f¨²tbol y, en su provisionalidad, no es capaz de albergar y proyectar identidad. Sobrevivir en tiempos de crisis tiene mucho m¨¦rito. En casos as¨ª, la unidad de la afici¨®n y el equipo es un factor cr¨ªtico, pero conviene no olvidar la importancia del relato. Cuando, tras la eliminatoria frente al N¨¢poles, Xavi le pas¨® factura a Ramon Besa por un art¨ªculo que consider¨® muy cr¨ªtico, me pareci¨® que algo m¨¢s se romp¨ªa en el Bar?a. Ramon Besa es, probablemente, el periodista que m¨¢s sabe y mejor cuenta lo que el club es y representa. No es acusando al mensajero como se arregla lo que no funciona.

Ganar tiempo

La Liga viaja bien. Con sufrimiento coloc¨® a tres equipos en cuartos de Champions, m¨¢s que nadie. Influye el m¨¦rito y la suerte o, lo que es lo mismo, las cosas explicables e inexplicables que caracterizan al f¨²tbol. Madrid, Bar?a y Atl¨¦tico lucharon m¨¢s de lo habitual, conscientes de que es la Champions la que da o quita prestigio y tranquilidad. ?Se imaginan lo que estar¨ªa viviendo cualquiera de los tres si hubieran sido eliminados? El tiempo es oro y ahora, en el peor de los casos, ganar¨¢n un mes. Tiempo en el que el Real Madrid recuperar¨¢ a Courtois y Militao, y en el que Xavi, con la legitimidad que da el triunfo, puede cambiar de idea y quedarse un a?o m¨¢s. En cuanto al Atl¨¦tico de Simeone, podr¨¢ sumar a su f¨²tbol castrense la competencia t¨¦cnica y la intenci¨®n atacante que tan buen resultado le dio frente al Inter.

Y mientras tanto, a so?ar

El sorteo ha vuelto a consagrar a la Champions como acontecimiento mundial. No hay enfrentamientos entre equipos espa?oles (morbosamente fraternos), pero el sorteo no fue generoso. Si los estadios importan, el m¨¢s favorecido es el Bar?a, que jugar¨¢ en casa el segundo partido, en un a?o, eso s¨ª, donde la local¨ªa no tiene la fuerza de aquel Camp Nou que a¨²n recuerda una remontada hist¨®rica frente al PSG. Ahora toca otro PSG, con Luis Enrique moviendo la batuta desde el banquillo y Mbapp¨¦, doblemente enemigo, con la lanza desde dentro. Un peligro andante. El Madrid vuelve a chocar contra el City, en un partido sin pron¨®stico en el que el Bernab¨¦u tendr¨¢ que imaginarse una remontada en el primer partido para llegar a M¨¢nchester con ventaja. El Atl¨¦tico, a¨²n sin el Metropolitano en el partido decisivo, es el ¨²nico favorito. Con un poco de suerte, los equipos espa?oles podr¨¢n matarse entre ellos m¨¢s adelante.

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