El Palma desnaturaliza al Barcelona y sigue siendo el rey de la Champions
El equipo de Mallorca logra maniatar a los azulgrana (1-5) y revalida el laurel europeo de f¨²tbol sala
El trono tiene due?o y no se toca. Eso aclar¨® el Palma Futsal, capaz de gobernar al Bar?a y a la Champions, campe¨®n con honores. Todo comenz¨® con un sensacional espect¨¢culo de luces en el pabell¨®n de Erev¨¢n (Armenia) al tiempo que desfilaban uno a uno los jugadores, primero los actuales campeones y despu¨¦s los azulgrana. No hab¨ªa espacio para las sonrisas, apenas para los choques de mano, pues la tensi¨®n se vislumbraba con las mand¨ªbulas apretadas, las miradas al vac¨ªo, alg¨²n grito liberador. No era para menos, era la final de las finales, la cr¨¦me de la cr¨¦me, el efervescente Palma -que ya se coron¨® en el curso anterior- ante el Barcelona, el eterno candidato-favorito. Y la historia dict¨® que el Palma sigue siendo el rey.
Sucedi¨® que el duelo arranc¨® torcido, con problemas en el cron¨®metro porque no descontaba los segundos y a la que se percataron los colegiados, ya con un minuto jugado, decidieron detener el encuentro. Vuelta a calentar, balones para cada equipo para que no se quedaran fr¨ªos, aturullamiento. Show dantesco para una final europea. Pero pasajero porque la pelota volvi¨® a rodar y ambos equipos, que se conocen al dedillo ¨Cse hab¨ªan medido tres veces en el curso con victorias locales en la Liga y otra azulgrana en la semifinal de la Copa de Espa?a por penaltis- se entregaron a la causa, por m¨¢s que desde las gradas apenas llegara aliento, cosa l¨®gica si se atiende a la lejan¨ªa del escenario, a la dificultad de las aficiones para apoyar a su equipo in situ.
M¨¢s y mejor de inicio el Palma, que con su presi¨®n y salidas a la contra, que con pocos pases y muchos metros, se apoderaron del 40x20, tambi¨¦n de las ocasiones. Pero Vilian, Chaguinha, Bruno y Gordillo no pudieron con D¨ªdac, un gigante con gadjetobrazos y gadjetopies. Tampoco Rivillos, que solicitaba empuje y alimento a la afici¨®n, que ped¨ªa con ¨¦xito que se decantaran por ellos. Eso tanto le daba a Velasco, que solt¨® una bronca morrocotuda a los azulgrana en un tiempo muerto, que explic¨® entre berridos ¨C¡±?O vamos a por ellos o nos van a entrar! ?Estamos dormidos, dormidos!¡±, clam¨®-, que a falta de f¨²tbol la actitud es innegociable. Exigencia que el mismo D¨ªdac trat¨® de contagiar a los suyos a lo Higuita, pues descont¨® a un rival y cruz¨® la medular para probar a su hom¨®logo. Un gesto que anim¨® al Bar?a, que activ¨® a Adolfo y Catela, a un equipo que le cogi¨® el pulso al envite pero no a la porter¨ªa rival, tambi¨¦n gigante Carlos Barr¨®n bajo los palos.
Se daba m¨¢s f¨²tbol y m¨¢s chispas, pues hubo alg¨²n rifirrafe (como el de Antonio y Cl¨¦ber, el de Gordillo y Coelho), hasta que Adolfo zanj¨® el asunto cuando encontr¨® el hueco y el disparo definitivo, latigazo al poste y a la red, m¨¢ximo goleador azulgrana (9) en la competici¨®n. Un garrote que Palma no acus¨®, pues a la salida de un c¨®rner Cl¨¦ber caz¨® una volea para poner las tablas, para devolver la intriga al encuentro. Algo que no descifraron Catela y Ferr?o porque erraron los lanzamientos de doble-penalti ante el Muro Barr¨®n, penalidades que explican que los partidos se deciden por detalles... Y eso aclar¨® Vilian, que sobre la bocina, con una falta, volvi¨® a colarle la pelota bajo las piernas de D¨ªdac y en toda la cara de un Bar?a desnortado.
En un ejercicio f¨ªsico encomiable, electricidad pura, negaci¨®n de espacios y l¨ªneas de pase, el Palma desdibuj¨® la voluntad azulgrana, incapaz de desbrozar al rival. Pero en el segundo acto solo hab¨ªa un equipo en la cancha -al menos con intenci¨®n de atacar-, un Bar?a que persegu¨ªa con denuedo el empate. Negado eso s¨ª, por Luan Muller, que sacaba manos a los disparos de Matheus, Erick, Catela¡ Y si no, bien le val¨ªa el travesa?o, que escupi¨® un ca?onazo de Lozano. La deficiencia en el remate facilit¨® la nana mallorquina y propici¨® un Bar?a grogui, escaso de ingenio y soluciones para resolver en el ¨¢rea contraria. Circunstancia a la que se rebel¨® Tour¨¦, joven franc¨¦s que pide paso en el primer equipo porque el filial se le qued¨® peque?o hace tiempo. Sus disparos, sin embargo, no hicieron diana, castigado tambi¨¦n por el poste en uno de ellos.
Con el encuentro roto, sobre todo porque el Bar?a ya no atend¨ªa al retrovisor sino que trataba de multiplicarse en campo ajeno, Catela disfrut¨® de un chut a porter¨ªa vac¨ªa. O eso parec¨ªa, porque Luan lleg¨® de la nada, una estirada felina tan r¨¢pida como salvadora, una parada de las que valen partidos. En este caso, el t¨ªtulo. Sobre todo porque en la siguiente jugada, Neguinho aprovech¨® un centro para atacar al segundo palo, para enviar la bola a la red. Y se acab¨® lo que se daba para el Bar?a, que con urgencias y sobre la bocina recibi¨® dos ¨²ltimos goles de Chaguinha y de Neguinho, que se qued¨® con las ganas de quedarse en solitario en lo alto del podio, pues comparte cuatro laureles con el Movistar Inter. Y eso, claro, lo festej¨® con ganas el Palma, que revalida el ¨¦xito, que explica que el trono es suyo y solamente suyo.
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