Florentiago Bernap¨¦rez: c¨®mo Florentino P¨¦rez mejor¨® la obra de Santiago Bernab¨¦u
De ganar la final de la Champions el s¨¢bado ante el Dortmund en Wembley, el actual presidente del Real Madrid superar¨ªa en Copas de Europa (siete coronas contra seis) al hist¨®rico mandatario que convirti¨® al club blanco en el mejor del siglo XX
Este titular, mestizaje de los nombres de los dos mejores presidentes del Real Madrid, lo tomo prestado de un colega de Marca cuyo nombre lamento no recordar en este momento. Encabezaba as¨ª un elogio al actual, Florentino P¨¦rez, y me viene al pelo para comparar las ejecutorias de este y Santiago Bernab¨¦u. Hay muchas similitudes y algunas diferencias.
Bernab¨¦u lleg¨® a la presidencia del Real Madrid en 1943 y en 1947 hab¨ªa completado un colosal estadio, que triplicaba la capacidad del anterior, el viejo Chamart¨ªn. Lo pag¨® con obligaciones suscritas por los socios. En la ¨¦poca fue tachado de visionario, pero ¨¦l era un convencido de que el f¨²tbol iba a ser el gran entretenimiento de las clases medias y humildes. El Bar?a tardar¨ªa diez a?os en imitarle.
Luego cre¨® un gran equipo, apoyado por las recaudaciones de ese estadio. Para la 53-54 fich¨® a Di St¨¦fano, en duro pulso con el Bar?a siempre falseado en las versiones escritas desde all¨ª. (Ver Nacidos para incordiarse, ediciones Mart¨ªnez Roca, p¨¢ginas 131 a 154). El Madrid gan¨® con ¨¦l su primera Liga desde la Rep¨²blica, cuando hab¨ªa conquistado las dos ¨²nicas que ten¨ªa (31-32 y 32-33). En paralelo contribuy¨®, con un grupo de visionarios convocados por L¡¯?quipe, a la creaci¨®n de la Copa de Europa, a cuya primera edici¨®n, la 55-56, concurri¨® como campe¨®n de la Liga 54-55 en Espa?a. La gan¨® y eso le permiti¨® acudir a la segunda, en la que tambi¨¦n particip¨® el Athletic de Bilbao, vencedor de la Liga. Bernab¨¦u sum¨® un segundo gal¨¢ctico, el franc¨¦s Kopa, gan¨® la segunda Copa de Europa y luego enlaz¨® tres m¨¢s, con las adquisiciones sucesivas del uruguayo-espa?ol Santamar¨ªa, el h¨²ngaro Puskas y el brasile?o Did¨ª, el ¨²nico de ellos que fracas¨®. Gan¨® esas cinco primeras ediciones de una atacada.
En 1960 inaugur¨® una Ciudad Deportiva, en unos terrenos al norte de Madrid tan alejados entonces de la civilizaci¨®n que Gento le dijo: ¡°?Para qu¨¦ quiere usted este secarral aqu¨ª, Don Santiago?¡±. Le respondi¨®: ¡°Paquito, todos los duros que lleguen a esta ciudad vendr¨¢n por esta carretera, porque el dinero viene del Norte. Esto valdr¨¢ mucho dinero¡±.
En esa Ciudad Deportiva cre¨® una cantera pionera en Espa?a, cuyos primeros productos, De Felipe, Serena, Grosso y Vel¨¢zquez, formaron parte del equipo ye-y¨¦ que en 1966 reconquist¨® la Copa de Europa, en su und¨¦cima edici¨®n. Para entonces s¨®lo sobreviv¨ªa Gento de la gran ¨¦poca. Los dem¨¢s hab¨ªan ido siendo alcanzados por el tiempo. En 1962 se hab¨ªa prohibido la importaci¨®n de extranjeros, de modo que aquel equipo ye-y¨¦ estuvo formado ¨ªntegramente por espa?oles.
Por ese tiempo Santiago Bernab¨¦u lanz¨® el baloncesto en Espa?a. Se dio cuenta de que con un par de americanos sin sitio en la NBA y algunos jugadores nacionales pod¨ªa hacer un equipo competitivo en Europa. En los sesenta creci¨® exponencialmente la televisi¨®n en Espa?a y una de las estrellas del nuevo medio fue el Madrid de baloncesto, que lleg¨® salvar la programaci¨®n en los d¨ªas de Nochebuena y Navidad.
Dos americanos y unos chicos espa?oles muy bien educados que levantaban la mano cuando hab¨ªan hecho falta, se jugaban los trances finales de la Copa de Europa o bien contra un equipo italiano o bien contra alguno de m¨¢s all¨¢ del Tel¨®n de Acero, el misterioso mundo comunista. Ese papel como adversario principal del demonio comunista, muy ensalzado en las transmisiones de televisi¨®n, fue la causa de que se le cargara al Madrid el remoquete de equipo del R¨¦gimen. El comunismo ateo era la principal obsesi¨®n de Franco, el Centinela de Occidente.
Florentino limpia, fija y da esplendor al mito que estableci¨® Bernab¨¦u, al que ha dado nuevo impulso. Est¨¢ recolocando de nuevo al club en lo m¨¢s alto. Estadio, gal¨¢cticos, Ciudad Deportiva, t¨ªtulos de Champions, baloncesto¡ Su labor en conjunto es impecable, en especial si nos fijamos en la segunda ¨¦poca, en la que ha corregido el fallo de la primera. Entonces se dej¨® dominar por sus principales jugadores. Ahora ha puesto el club por encima de todo, al modo de Bernab¨¦u, al que no tembl¨® el pulso cuando tuvo que prescindir de Did¨ª antes de cumplir la primera temporada o de Di St¨¦fano cuando, pr¨®ximo ya a los 38 a?os, pretend¨ªa seguir jugando. Florentino ha hecho con Cristiano y Sergio Ramos lo que proced¨ªa. El contraste con de lo que hizo Bartomeu con Messi y compa?¨ªa explica la distancia entre ambos clubes en este momento.
En t¨ªtulos, Florentino podr¨ªa rebasar (7-6) a Bernab¨¦u en Copa de Europa-Champions si, como se espera, el Madrid vence al Borussia. En ligas sigue habiendo una gran distancia a favor de Bernab¨¦u (16-7). En conjunto Florentino tiene ya m¨¢s t¨ªtulos, 34 (33 para Bernab¨¦u), pero esa cuenta incluye las Supercopas, que en la ¨¦poca de Bernab¨¦u no exist¨ªan. Como no existi¨® la Intercontinental-Mundial durante las cuatro primeras Copas de Europa.
Cuentas aparte, lo que no hay duda es que Florentino ha igualado la excelencia de Bernab¨¦u. Ha devuelto al club al mismo z¨¦nit en que este lo situ¨® en 1960. S¨®lo ha pinchado, en su prop¨®sito emulador, en su intento de refundaci¨®n de la Copa de Europa, con ese proyecto feo y bald¨ªo de la Superliga.
Pero las dificultades que encontraron uno y otro son distintas. En 1943, el Madrid era el segundo equipo de Madrid, tras el Atl¨¦tico Aviaci¨®n, el de los vencedores de la guerra, y Athletic, Bar?a y Valencia tambi¨¦n le preced¨ªan. En 2000, cuando lleg¨® Florentino, uno de sus primeros actos fue recoger junto a Di St¨¦fano el premio FIFA al Mejor Club del Siglo XX.
En 1943 Espa?a era un pa¨ªs devastado por una guerra civil, y pronto aislado del mundo como ¨²ltimo vestigio de las dictaduras fascistas. En 2000 Espa?a era una democracia pr¨®spera con una econom¨ªa competitiva con todas las del entorno, y desde luego muy superior a las de Sudam¨¦rica, productora natural de talentos futbol¨ªsticos.
Contra lo que se ha repetido como un mantra, Bernab¨¦u no tuvo favores del R¨¦gimen. Entre otras cosas porque no era franquista, sino mon¨¢rquico donjuanista. Y en alg¨²n momento desafiante en ese sentido. El que tenga inter¨¦s en ello puede buscar en el archivo de este peri¨®dico (El Real Madrid y la familia real, 14-9-2014) la peripecia de la visita a la familia real en Lausana, con ocasi¨®n del partido contra el Servette. En la ¨¦poca estaba censurado cualquier encuentro o noticia con la familia de Don Juan, porque pon¨ªa ojitos a los ingleses en un proyecto de restauraci¨®n de la democracia. Aquellas fotos se publicaron en el Bolet¨ªn del Madrid, y s¨®lo ah¨ª.
El R¨¦gimen neg¨® a Bernab¨¦u, tambi¨¦n puede verse en el archivo de EL PA?S (Bernab¨¦u quiso tirar el Bernab¨¦u, 15-2-2015), lo que s¨ª concedi¨® al Atl¨¦tico y el Bar?a: recalificar el campo viejo (Metropolitano y Les Corts), para construir uno nuevo (Manzanares y Camp Nou). Florentino ha tenido amplio apoyo institucional desde la reconversi¨®n de la Ciudad Deportiva (aquel terreno comprado ¡°a duro el palmo¡± que me dijo Gento produjo 80.000 millones de pesetas) hasta la reforma del Bernab¨¦u, una zona deportiva convertida en multiusos para espanto de los vecinos.
En 1943 el Madrid s¨®lo ten¨ªa el viejo Chamart¨ªn, que hubo que tirar para hacer el nuevo. En 2000 ten¨ªa la Ciudad Deportiva (con pabell¨®n para el baloncesto, que el club ya no tiene) y un estadio con sucesivas ampliaciones y base cimental para lo que se ha hecho ahora.
Florentino hered¨® una fuerte deuda, arrastrada de la ampliaci¨®n del estadio de Ram¨®n Mendoza y de la recompra por parte de Lorenzo Sanz del contrato de explotaci¨®n de derechos de m¨¢rketing, que Mendoza en su d¨ªa vendi¨® a Dorna, justamente en busca de dinero para la ampliaci¨®n. Aquellos derechos, luego pasados por Gestsport, del Grupo PRISA, los recuper¨® Lorenzo Sanz, que junto a la deuda dej¨® los medios para afrontarla. La venta de la vieja ciudad deportiva m¨¢s la recompra de los derechos de marketing fueron dos peanas magn¨ªficamente utilizadas para rehacer econ¨®micamente el club y crear una nueva ciudad deportiva.
Una gran obra sobre las huellas de un gigante, eso ha hecho Florentino. Algo as¨ª como aquella imagen de Valdano, cuando dijo que hab¨ªan encontrado un Rolls Royce arrumbado en un pajar. Ahora est¨¢ reluciente. Pero el Rolls Royce estaba. Bernab¨¦u hizo del Real Madrid la mejor marca espa?ola de la historia. Florentino ha sido el ¨²nico de sus sucesores capaz de entender y recuperar aquello.
En dos cosas m¨¢s aventaja Bernab¨¦u a Florentino, por apurar la comparaci¨®n. Una, en trato al socio, y cualquiera que haya sido socio en las dos ¨¦pocas me entender¨¢. Otra, que no se march¨®, asustado, a los seis a?os, porque el club se le ca¨ªa encima. Florentino s¨ª. Se fue. Con la distancia entendi¨® que el club debe estar por encima de cualquier capricho, y enmend¨® errores previos.
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