El f¨²tbol que tenemos en la cabeza
El sue?o de todo entrenador es que su equipo manifieste en el campo su idea com¨²n de juego
Este equipo sabe a lo que juega. Juega de memoria. Se entiende. Fluye. Es el sue?o de todo entrenador: que su equipo manifieste en el campo su idea com¨²n de juego y lo haga con soltura, sin rigideces. No es sencillo llegar a ese punto en el que todas las jugadoras interpretan una situaci¨®n de partido de la misma manera y responden en el campo con una soluci¨®n validada por el equipo. La v¨ªa com¨²n. La soluci¨®n buena.
Mi tortura futbol¨ªstica ¡ªy vital¡ª siempre ha sido entender que hay tantas soluciones buenas como posibilidades, con el bucle infinito que eso conlleva en un juego tan complejo como el f¨²tbol. Sigo convencida de que una misma situaci¨®n t¨¢ctica ¡ªpor llamarla de alguna manera¡ª se puede resolver de m¨²ltiples maneras, pero en la medida en que m¨¢s nos abramos al abanico de lo posible en el juego, m¨¢s confundimos a quien juega. ?Y no se supone que las entrenadoras estamos aqu¨ª para facilitarles las cosas a las jugadoras?
No es f¨¢cil jugar al f¨²tbol pero, bien mirado, tampoco es tan dif¨ªcil como lo hacemos a veces. Estamos en una ¨¦poca de hablar mucho de modelo de juego, de principios t¨¢cticos, de conceptos, y tanto marco te¨®rico no s¨¦ si nos ordena o nos confunde. Muchas de las cosas que corremos a convertir en una genial invenci¨®n t¨¢ctica hace d¨¦cadas que se hab¨ªan probado antes, solo que ahora sofisticamos su an¨¢lisis a trav¨¦s de hilos en lo que antes era Twitter. Explicamos con palabras dif¨ªciles lo que vemos en el campo y convertimos en patrones estrat¨¦gicos acciones instintivas. Celebro y disfruto estos tiempos de pensar racionalmente el f¨²tbol pero voy a seguir recet¨¢ndome sencillez para reducir capas y poder ir a la esencia. A la jugadora. A la soluci¨®n que ella ve y siente. A la soluci¨®n que quiero que vea y sienta el resto del equipo.
Se trata de conectar cerebros, de hacer confluir intenciones. Se trata de que el portero no d¨¦ un pase interior a su mediocentro justo cuando este ya ha descartado el apoyo y empieza a marcharse de la zona. Les pas¨® a Eric Garc¨ªa y Ter Stegen en M¨®naco y lo repitieron el mi¨¦rcoles Gazzaniga e Iv¨¢n Mart¨ªn en Montilivi. Se trata de que cuando la defensa piensa en jugar atr¨¢s para que su portera despeje, esta conecte con su idea y se prepare para alejar el peligro. No fluy¨® la cosa entre Mar¨ªa M¨¦ndez y Misa hace unas semanas en la ronda de Champions del Madrid en Portugal, ni entre Itziar Pinillos y Laura Coronado en Zubieta para el Levante Badalona. Se trata de que cada pase tenga un sentido y de que el equipo entienda lo que significa cada pase que se da.
Parece f¨¢cil. Hay que hacer que lo sea. Ancelotti es el rey de hacer sencillo lo dif¨ªcil y el mi¨¦rcoles en Francia rascaba la tierra de los problemas de juego de su nuevo Madrid con Mbapp¨¦ y sin Kroos para tocar ra¨ªz: si tengo delanteros que piden verticalidad, no podemos tardar tanto en dar los pases. Suena f¨¢cil. Hacer que lo sea ser¨¢ lo m¨¢gico.
Lo est¨¢ consiguiendo Flick en Barcelona y, mientras desde fuera se intenta averiguar qu¨¦ ha cambiado tanto para que el Bar?a juegue ahora tan suelto ¡ªsi se entrena diferente, si se incide m¨¢s en la preparaci¨®n f¨ªsica, si hacen m¨¢s o menos v¨ªdeos, si es su personalidad tranquila¡ª, los jugadores lo reducen todo a una cosa: entendemos lo que nos pide el entrenador. Saber lo que tienes en la cabeza. Saberlo expresar. Y luego, que el juego juegue.
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