El ¨²ltimo baile de Federica Pellegrini
La nadadora italiana dice adi¨®s a los 33 a?os tras una exitosa carrera y ser campeona ol¨ªmpica y r¨¦cord mundial en 200 libre
Dice Federica Pellegrini que le gusta la fatiga, que no hay dinero que pague el sufrimiento f¨ªsico de los entrenamientos. Dice que los nadadores son masoquistas porque trabajan duro durante un a?o para cuatro minutos, como mucho, de carrera. Dice tambi¨¦n que a ella le mueve la pasi¨®n y un fuego que tiene dentro. Ese fuego, que la ha convertido en la reina de la nataci¨®n internacional y en la m¨¢s longeva, se ha apagado este domingo. El Aquatics Center de Tokio ha despedido a la italiana de 33 a?os despu¨¦s de nadar su ¨²ltima final, la del relevo 4x100 estilos. Se marcha de Jap¨®n sin una medalla pero con las felicitaciones de Michael Phelps, que la ha visto nadar sentado en las gradas: ¡°Lo que ha hecho a su edad es espectacular¡±. Ella es la primera y ¨²nica nadadora en categor¨ªa femenina que conseguido lo que Phelps, nadar cinco finales en la misma distancia en cinco Juegos Ol¨ªmpicos diferentes. Ella misma puso el t¨ªtulo a su ¨²ltimo 200: ¡°Last dance, baby¡± [el ¨²ltimo baile].
El pasado jueves en la salida del 200 libre, su prueba [suyo es todav¨ªa el r¨¦cord del mundo: 1m 52,98s], la prueba que la ha llevado a ganar dos medallas ol¨ªmpicas, cuatro oros mundiales y cuatro europeos, miraba a su alrededor en la c¨¢mara de llamada y en el poyete y s¨®lo ve¨ªa a ni?as de entre 19 y 24 a?os. La que menos le llevaba era Madison Wilson, ¨²ltima en la final y seis a?os menor que ella. Y, sin embargo, ella sonre¨ªa por dentro. Sab¨ªa, porque lo hab¨ªa advertido en la v¨ªspera, que poco pod¨ªa hacer contra esa camada de j¨®venes, pero se hab¨ªa prometido disfrutar [termin¨® s¨¦ptima]. Y no llorar. Esto ¨²ltimo no lo consigui¨®.
¡°Ha sido un viaje incre¨ªble, bell¨ªsimo y dif¨ªcil. Estoy orgullosa de m¨ª, de c¨®mo he crecido, de la mujer en la que me he convertido estos a?os. He pegado pu?etazos al mundo (y muchas veces a m¨ª misma) durante mucho tiempo, durante muchos a?os, luchando siempre hasta el ¨²ltimo cent¨ªmetro en el agua. Estoy muy feliz hoy. Era mi ¨²ltimo 200, el que deseaba, en la en¨¦sima final ol¨ªmpica. He dado mi vida por este deporte y de este deporte he cogido todo lo que quise y m¨¢s. Gracias, gracias a todas las personas que me han apoyado estos a?os, gracias a mi familia (el coraz¨®n que me impulsa) y gracias a mi equipo que nunca se ha rendido¡±, escribi¨® en Instagram. Ariarne Titmus, la nueva estrella de la nataci¨®n, que gan¨® el oro en el 200 con el r¨¦cord ol¨ªmpico, no ten¨ªa ni cuatro a?os cuando Pellegrini disput¨® su primera final ol¨ªmpica.
La Divina, la apodan en Italia; es Fede para todos. Porque entr¨® en las casas de todos cuando era una adolescente con cara redonda en los Juegos Ol¨ªmpicos de Atenas. Porque a partir de ese momento daba igual la hora a la que nadase y en qu¨¦ parte del mundo estaba, el despertador de los italianos se pon¨ªa a la hora que fuese porque ¡°nada Fede¡±. Y todos sab¨ªan que si pasaba cuarta o quinta el primer 100, no pasaba nada, porque del ¨²ltimo viraje el primer gorro que asomaba en el agua era el suyo. La remontada hab¨ªa empezado y nadie era capaz de pillarla.
¡°En Italia la presi¨®n es insoportable¡±
Ten¨ªa 16 a?os cuando gan¨® su primera medalla ol¨ªmpica, una plata, en los 200 libre en Atenas 2004. Se subi¨® al podio con la corona de laurel y la cara inocente e ingenua de una ni?a que todav¨ªa no hab¨ªa empezado a pegar pu?etazos al mundo, que todav¨ªa desconoc¨ªa lo mucho que le iban a exigir de ah¨ª en adelante. Acostumbr¨® tan bien a todos que un tercero o cuarto puesto era considerado un fracaso. Las responsabilidades se hicieron pesadas. Eso cont¨® en 2015 en una entrevista con este peri¨®dico: ¡°No lo vivo bien, pero te acostumbras a eso y a la presi¨®n, a saber que s¨®lo vale ganar y que del segundo puesto para bajo es como perder. En Italia he sufrido bastante. La presi¨®n es insoportable, no te conceden ni medio segundo, fallas una carrera que ni siquiera has preparado y no te dan tregua. En Estados Unidos Phelps llega el 40? y no dicen nada¡±.
Cont¨® tambi¨¦n los problemas de bulimia que sufri¨®, lo poco que le gustaba su f¨ªsico cuando era una adolescente, las crisis de p¨¢nico que padeci¨® en la piscina cada vez que ten¨ªa que nadar el 400 libre. Distancia que finalmente abandon¨®. Cont¨® lo duro que se le hizo todo tras la muerte de Alberto Castagnetti, el t¨¦cnico que la form¨®, que estuvo a su lado, que siempre supo qu¨¦ necesitaba Fede y c¨®mo llevarla. El vac¨ªo que le dej¨® no lo volvi¨® a llenar nunca.
Pellegrini empez¨® a nadar con cinco a?os y s¨®lo lo dej¨® 12 meses con siete. Le dio por probar algo diferente y se apunt¨® a gimnasia art¨ªstica. No era para ella. A partir de entonces no volvi¨® a salir de una piscina. A las 5.30 de la ma?ana ya estaba en el agua; tres d¨ªas a la semana ten¨ªa sesi¨®n de entrenamiento antes de ir al colegio. Su madre se levantaba a las cinco para prepararle el desayuno y dejarla dormir 10 minutos m¨¢s. La comida, en el coche: spaghetti en un tupper mientras el padre iba a recogerla a la salida del colegio para llevarla a la piscina en las sesiones de tarde. Y de ah¨ª hasta esa plata de Atenas. De ah¨ª, al oro en Pek¨ªn 2008. De ah¨ª a la decepci¨®n de Londres 2012, quinta. ¡°Llegu¨¦ a un punto de no retorno, todo lo que hac¨ªa en los entrenamientos no me daba respuestas en las carreras. Mi f¨ªsico estaba tan acostumbrado a entrenarse que ya no respond¨ªa. Me estanqu¨¦. Y par¨¦¡±. Par¨®. Durante un a?o s¨®lo se entren¨® una vez al d¨ªa y nadaba s¨®lo espalda.
En R¨ªo 2016 fue la abanderada. Entr¨® a la final con la tercera mejor marca, pero acab¨® cuarta. Y pens¨® en dejarlo. No se lo permiti¨® el fuego que la mueve por dentro. A ella, como a Ian Thorpe en su d¨ªa, como a Michael Phelps. Demasiada es la adrenalina de este deporte, demasiado el enganche que genera. En este ciclo ol¨ªmpico se llev¨® el oro mundial (2019) derrotando a Titmus y Sjoestroem y nadando su mejor tiempo con ba?ador textil (1m 54,14s). Dos a?os antes, en el Mundial de 2017, acab¨® con la hegemon¨ªa de Ledecky y gan¨® otro oro mundial.
La pandemia aplaz¨® de un a?o los Juegos. Lo entendi¨® pero siempre repet¨ªa que 12 meses m¨¢s para una nadadora de su edad eran un mundo. Y el mundo de la nataci¨®n, a partir de hoy, ser¨¢ un poco menos divino sin Fede.
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