El f¨²tbol femenino cambia el paso: es m¨¢s f¨ªsico, ha mejorado la t¨¢ctica y hay m¨¢s entrenadoras al mando

A Estados Unidos le falt¨® un mil¨ªmetro para que el ¨²ltimo penalti fuera gol, para no quedar apeada frente a Suecia antes de tiempo y aceptar que la hegemon¨ªa del bal¨®n ya no era suya. Alemania, otra candidata, se dio de bruces contra el suelo, gatillazo memorable en la fase de grupos. Canad¨¢, campeona ol¨ªmpica, apenas dijo ni p¨ªo, condena que tambi¨¦n se llev¨® Brasil. Todas ellas est¨¢n en casa ya. Salvo Espa?a e Inglaterra, que se ver¨¢n las caras en la final del Mundial. El f¨²tbol femenino ha cambiado el paso: ya no hay campos de c¨¦sped artificial ni vac¨ªos en los cuerpos t¨¦cnicos; los premios asignados por la FIFA son de 168 millones para las federaciones, cifra multiplicada de forma exponencial si se atienden a los 45 de 2019 o los 23 de 2015. Otro paso m¨¢s para el deporte, ya profesional y globalizado, con un ritmo de juego que ha equiparado a los equipos sin atender a su corta her¨¢ldica. Jos¨¦ Luis S¨¢nchez Vera, t¨¦cnico del Levante femenino, Patricia Campos, una de las primeras mujeres en dirigir un equipo femenino profesional en Estados Unidos, Llu¨ªs Cort¨¦s, ext¨¦cnico del Bar?a y de Ucrania, y Vero Boquete, exinternacional y ahora con las botas puestas en la Fiorentina, explican el cambio.

M¨¢s f¨ªsico, m¨¢s ritmo. La FIFA public¨® un estudio despu¨¦s del Mundial de 2019 en el que explicaba que en cuatro a?os el bal¨®n corr¨ªa un 11% m¨¢s r¨¢pido al tiempo que las futbolistas cubr¨ªan un 15% m¨¢s de distancia media en los encuentros. Faltar¨¢ ver el nuevo informe cuando se corone Espa?a o Inglaterra, pero todo hace indicar que los registros siguen al alza, consecuencia de la profesionalizaci¨®n exigida por el organismo internacional y por la voluntad de las federaciones. ¡°La gran diferencia entre el f¨²tbol de antes con el de ahora es que la condici¨®n f¨ªsica ha mejorado mucho¡±, indica Cort¨¦s. ¡°Los equipos est¨¢n f¨ªsicamente mejor y eso repercute en un mejor golpeo del bal¨®n, m¨¢s r¨¢pido y m¨¢s preciso¡±, se?ala Campos. ¡°Si comparas una foto de cualquier equipo de ahora con la de hace unos a?os, se aprecia un cambio f¨ªsico brutal. La constituci¨®n ha cambiado much¨ªsimo, tambi¨¦n la preparaci¨®n, y eso hace que se pueda jugar en menos metros y que todo suceda m¨¢s r¨¢pido¡±, resuelve S¨¢nchez Vera. ¡°Es que hemos pasado de entrenar tres d¨ªas a las nueve de la noche a hacerlo todos los d¨ªas por la ma?ana, a tener todo el staff que se necesita para estar al m¨¢ximo nivel, gente que te da un plus a nivel f¨ªsico... Eso hace que cada vez el nivel sea m¨¢s alto y la preparaci¨®n, mejor¡±, agrega Boquete. Un claro ejemplo fue en la semifinal, cuando Espa?a se midi¨® con Suecia, pues siempre palideci¨® en el plano f¨ªsico y en Nueva Zelanda le jug¨® de t¨² a t¨² para despu¨¦s imponerse con el bal¨®n entre los pies.

D¨¦ficit t¨¢ctico. En el Mundial anterior, Estados Unidos destroz¨® a Tailandia (13-0) y la FIFA envi¨® el mensaje de que las federaciones deb¨ªan invertir en el f¨²tbol femenino, llevar la competici¨®n a otro nivel. Aunque tambi¨¦n se han dado sonoras goleadas en este torneo, ninguna como el 7-0 de Pa¨ªses Bajos a Vietnam, se ha visto que cualquiera puede poner en apuros a las grandes potencias. Todas las favoritas cayeron ya, algunas m¨¢s pronto que otras, a excepci¨®n de Inglaterra, actual campeona de Europa, y Espa?a, que apuntaba maneras pero nunca hab¨ªa superado una eliminatoria en un gran torneo. ¡°La distancia de las grandes selecciones, que sol¨ªan estar muy por encima del resto, son mucho m¨¢s cortas. Todo se ha igualado y ha quedado un cuadro sorpresivo¡±, reflexiona Cort¨¦s. ¡°Alemania y Estados Unidos, tambi¨¦n los pa¨ªses n¨®rdicos, hab¨ªan dominado durante estos a?os porque hab¨ªa una gran diferencia f¨ªsica y de profesionalidad¡±, a?ade Boquete. Pero tambi¨¦n se ha visto un giro t¨¢ctico.

¡°Hace una d¨¦cada, el f¨ªsico era el aspecto diferencial, las grandes selecciones ten¨ªan cuerpo t¨¦cnico, nutricionistas, de todo. Y el resto, que no ten¨ªa acceso a estos medios, presentaban perfiles m¨¢s bajos. Ahora, con todos equiparados en ese apartado, se ha visto que la parte t¨¢ctico-t¨¦cnica marca la diferencia¡±, se?ala S¨¢nchez Vera. ¡°Cuando se reduce la diferencia f¨ªsica lo que queda es f¨²tbol real¡±, remarca Boquete. Campos profundiza: ¡°Alemania ten¨ªa demasiada confianza en s¨ª misma. No ha aportado nada nuevo de lo visto en la Eurocopa, le ha faltado creatividad y saber atacar bloques bajos. Lo mismo que a Estados Unidos, que no est¨¢ acostumbrada a jugar contra equipos europeos, sus futbolistas han notado mucho esta deficiencia¡±. Cort¨¦s se suma: ¡°Es que Estados Unidos ganaba siempre y mucho de su ¨¦xito era por la condici¨®n f¨ªsica. Pero a ellos, como a Alemania y Brasil, que tienen talento y preparaci¨®n f¨ªsica, les ha faltado una propuesta colectiva m¨¢s clara. Les ha fallado entendimiento del juego y tener un plan B por si el A no funcionaba¡±. Lineth Beerensteyn, extremo de Pa¨ªses Bajos fue m¨¢s all¨¢: ¡°Desde el principio dec¨ªan que iban a llegar a la final, ten¨ªan la boca demasiado grande. Hay que jugar antes de hablar¡±.

Selecciones no tan peque?as. Todos los equipos africanos (Nigeria, Sud¨¢frica y Marruecos) alcanzaron los octavos como tambi¨¦n lo hizo la caribe?a Jamaica, del mismo modo que Colombia, selecci¨®n sudamericana sin el cach¨¦ de Brasil, subi¨® un pelda?o al igual que la oce¨¢nica Australia, semifinalista. ¡°Banini, jugadora argentina, dec¨ªa al acabar su Mundial que seguir¨ªan peleando, que como federaci¨®n hab¨ªan crecido, pero que el resto lo hab¨ªa hecho m¨¢s. Y lo han hecho muchas porque se ha visto que las te¨®ricas selecciones peque?as han dado un paso grande¡±, comenta S¨¢nchez Vera. ¡°La globalizaci¨®n afecta al f¨²tbol y el ranking FIFA no es real porque los equipos africanos solo juegan contra rivales de su continente y no se sube puestos si no ganas a selecciones superiores¡­ Est¨¢ claro que Nigeria no es la 40 del mundo¡±, interviene Campos. ¡°Han progresado porque antes en esos pa¨ªses algunas de las jugadoras empezaban a jugar de manera federada cuando eran mayores, lo otro era jugar en la calle y en qu¨¦ condiciones... Pero ha subido el nivel de los entrenadores y han mejorado¡±, aclara Boquete. ¡°Marruecos, por ejemplo, tiene un t¨¦cnico (Reynald Pedros) con dos Champions. Las selecciones y federaciones han dado un paso al frente y los equipos ya no son como antes¡±, explica S¨¢nchez Vera. Campos lo desarrolla: ¡°Ha llegado la globalizaci¨®n. La futbolista africana viv¨ªa de la anarqu¨ªa. Era un patr¨®n f¨ªsico, pero ahora tambi¨¦n tienen un modelo de juego, un contexto t¨¢ctico¡±. As¨ª lo ve Boquete: ¡°Hay caracter¨ªsticas en su juego y estilo que es bueno que mantengan, pero cada vez est¨¢n m¨¢s trabajadas y organizadas¡±. Y remacha S¨¢nchez Vera: ¡°Los equipos africanos o Jamaica siguen tirando mucho del f¨ªsico, pero sin perder un orden; hace a?os eran muy ca¨®ticos. Ya no. Y a eso le suman potencia f¨ªsica; se ven los resultados¡±.

La mujer al mando. En la Copa del Mundo de 1991 solo hab¨ªa una entrenadora de los 12 equipos que participaron, la sueca Gunilla Paijkull. ¡°Que las mujeres formaran parte del mundo profesional era muy complicado¡±, recuerda Campos, orgullosa porque en esta edici¨®n se cuentan hasta 12 de los 32 equipos. ¡°Ya es algo natural. En cualquier equipo deben estar los/las mejores. Si es una mujer la que est¨¢ preparada, pues tiene que estar¡±, resalta S¨¢nchez Vera. ¡°Durante un tiempo se hizo de manera forzada; la UEFA y la FIFA impulsaron que entraran mujeres en los diferentes cuerpos t¨¦cnicos aunque no estuvieran del todo preparadas para estar en el banquillo o en la direcci¨®n deportiva; sab¨ªan que de no forzar ese salto, nunca les iba a llegar la oportunidad. Ahora es algo natural, una opci¨®n real, y se preparan y est¨¢n a la altura por conocimiento y capacidades. El siguiente paso ser¨¢ verlas dirigiendo equipos masculinos¡±, resume Boquete. ¡°No lo veremos. Si una chica estuviera al mando del Real Madrid, y aunque no deber¨ªa ser as¨ª, no podr¨ªa trabajar, ser¨ªa el foco de atenci¨®n, se le cuestionar¨ªa¡­¡±, apunta Campos. ¡°Es que quiz¨¢ los tab¨²es y barreras est¨¢n en otro lado y no en el f¨²tbol femenino¡±, agrega S¨¢nchez Vera. ¡°Digamos que cada vez est¨¢ m¨¢s pr¨®ximo¡±, rebate Boquete; ¡°ya hay alguna dentro del mundo masculino e ir¨¢n llegando m¨¢s. Costar¨¢ porque suelen decidir los hombres y eso condicia la decisi¨®n. El primero que lo haga tendr¨¢ que ser un valiente¡±.

Cosas que no cambian. Aunque cada futbolista cobrar¨¢ por parte de la FIFA un m¨ªnimo de 28.000 euros, un estudio sobre 362 jugadoras revel¨® que el 29% no percibi¨® nada por jugar el Mundial, del mismo modo que el 66% ha tenido que pedir permiso en su segundo empleo para asistir al torneo. Una tara todav¨ªa por mejorar en el f¨²tbol femenino. Pero la m¨¢s grave, sin duda, han sido las denuncias de acoso sexual de las jugadoras de Zambia que revel¨® The Guardian y que supuestamente se han reproducido durante el torneo, pues el t¨¦cnico Bruce Mwape ha sido se?alado por frotar con la mano los pechos de una jugadora. ¡°Es un esc¨¢ndalo y es urgente el respeto al f¨²tbol y a la mujer¡±, dice Campos. ¡°Son temas que hasta duele hablarlos¡­ Es preocupante. Un acoso laboral est¨¢ penalizado como delito, aunque siempre est¨¢ la presunci¨®n de inocencia. Pero este episodio vuelve a empa?ar la imagen del Mundial¡±, lamenta S¨¢nchez Vera. ¡°Los organismos tienen que intervenir ya de manera seria como contra el racismo y otros aspectos¡±, reivindica Boquete.

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