Espa?a en el Mundial: sufl¨¦ de expectativas

Respeto. Empezar¨¦ por destacar lo que para m¨ª mejor manejaron los jugadores espa?oles y Luis Enrique en el partido contra Costa Rica. Fue algo m¨¢s que el bal¨®n. Se trata de su actitud, la combinaci¨®n entre competir hasta el ¨²ltimo minuto, sin perder el respeto a un rival al que est¨¢s goleando. Parece lo normal, pero ah¨ª se ve el nivel de compromiso, compa?erismo con el rival y profesionalidad de los jugadores. A nosotras a menudo tambi¨¦n nos pasa encontrarnos en situaciones de este tipo, grandes goleadas. Cuando sucede, nos comunicamos dentro del campo para no relajarnos. Por un lado, la importancia de seguir trabajando, de hacer las cosas bien, de dar importancia a cada detalle, para que cuando lleguen los d¨ªas en los que haya menos ocasiones, seamos capaces de hacerlo bien. Por otro, no hace ni falta que nos digamos que hay que respetar a las rivales. Mis compa?eras y yo intentamos empatizar con las rivales, ponernos en su lugar y pensar en qu¨¦ nos gustar¨ªa a nosotras si la situaci¨®n fuese al rev¨¦s. Porque goleadas podemos recibir cualquiera. Por tanto, ni celebraciones excesivas, ni lujos innecesarios en el c¨¦sped, as¨ª tambi¨¦n se forja un equipo campe¨®n.

Partido. Tras lo vivido contra Costa Rica, estoy segura de que habr¨¢ cierto sufl¨¦ en cuanto a expectativas sobre la selecci¨®n, y es que no pudo haber mejor partido para entrar con confianza en la Copa del Mundo. A Luis Enrique se le vieron las intenciones desde que present¨® el equipo titular con Rodri de central y Marco Asensio de falso nueve. Filtrar muchos balones de calidad, mientras Dani Olmo y Ferr¨¢n fijaban su l¨ªnea defensiva. Mucha posesi¨®n y mucha superioridad por dentro para poder atacar. Y salir a ganar, sobre todo empezar ganando en el mundial. Evitando sustos como se han llevado otras selecciones.

Fue un partido para gustarse y coger confianza, pero a base de trabajo. Espa?a tuvo chispa y frescura. Enseguida se crearon ocasiones y lo mejor, se materializaron. Costa Rica no dejaba de perseguir sombras. Es normal que tras esta gran victoria las expectativas hayan crecido. Las sensaciones son buenas. Se puede so?ar, tenemos equipo para ello, pero ojo que quedan rivales peligrosos. Sin confianzas podremos seguir consiguiendo los objetivos. El domingo jugamos contra Alemania. Llegar¨¢ herida. Peligro. Seguro que ser¨¢ un partido diferente y dif¨ªcil. Para ellos es una final. Se viene partidazo.

Expectativas. Todos valoramos las situaciones, vivencias y resultados de lo que vemos dependiendo de las expectativas que nos hayamos generado sobre las cosas. En cuanto sali¨® la lista de Luis Enrique, cada uno en nuestras cabezas, con nuestras experiencias y los jugadores que esper¨¢bamos que estuvieran en ella, generamos nuestros juicios. Para m¨ª, los jugadores que est¨¢n en el mundial son los mejores para estar all¨ª. Hay muchos futbolistas en Espa?a de alt¨ªsima calidad, que llevan a?os rindiendo a nivel de selecci¨®n y que, por m¨ªnimos detalles, o simplemente por gustos personales del seleccionador, se quedan fuera de una cita mundialista. Somos los que somos, y con este equipo hemos venido a pelear por todo.

Poni¨¦ndome en la piel de estos jugadores, no me gustar¨ªa que se les compare con los Puyol, Piqu¨¦, Casillas, Xavi, Iniesta, Torres, etc. A d¨ªa de hoy, ser¨ªa injusto pedirles lo mismo que a esa generaci¨®n de oro. Sarabia, Pedri, Gabi, etc, son diferentes, con caracter¨ªsticas distintas pero tienen la suerte de haber tenido de referentes a unos campeones del mundo, y haber jugado con algunos de ellos. Estoy segura de que todos llevan tiempo so?ando con poder hacer lo mismo alg¨²n d¨ªa.

Qui¨¦n sabe si les ha llegado el momento. El comienzo ha sido esperanzador, aunque es momento de mantener la calma. Aquella selecci¨®n consigui¨® lo que nadie ha alcanzado, dos t¨ªtulos continentales y uno mundial consecutivos, pero no todo fue de color de rosas. Hubo crisis, cambios, jugadores que se quedaron por el camino, se pas¨® de Luis Aragon¨¦s a Vicente del Bosque¡­ Diferentes personas, pero todos con un mismo objetivo, y lo m¨¢s importante, una misma manera de entender c¨®mo conseguirlo. Esa es la base para poder luchar por alcanzar el ¨¦xito.

Siempre he pensado que no hay mejor combinaci¨®n para un grupo que mezclar la veteran¨ªa de los que han vivido mucho, con la juventud, que aporta nueva energ¨ªa, ilusi¨®n y ganas de hacerlo bien. Si a todo esto le sumas el talento que existe en este momento, es normal que se generen altas expectativas.

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