El ocaso no alcanza a Croacia
El talento incombustible de Modric y un doblete de Kramaric conducen a su selecci¨®n a apaciguar el entusiasmo de la animosa Canad¨¢, que queda eliminada
Croacia es Luka Modric. Como ¨¦l, se resiste al ocaso. Y lo hace precisamente a partir de ¨¦l, de una clarividencia sobrenatural, con un flotar de bailar¨ªn y un empe?o de guerrillero. Mientas siga Modric, Croacia tiene cuerda, y no se nota demasiado c¨®mo se revitaliza el equipo, donde solo siguen seis futbolistas de su inolvidable Mundial de Rusia. Sobre esa certeza, levantaron la victoria contra la animosa Canad¨¢ que los deja primeros de su grupo y elimina del torneo a los norteamericanos.
Canad¨¢ ha sido una de las apariciones m¨¢s refrescantes del Mundial, en el que no comparec¨ªa desde M¨¦xico, hace 36 a?os. En el primer partido, asust¨® de manera seria a una B¨¦lgica con aires decadentes pero a la que sostuvo Thibaut Courtois. El portero del Real Madrid le detuvo un penalti a Alphonso Davies y su equipo dispuso de una segunda vida para llevarse el partido con un gol que naci¨® de un pelotazo de 60 metros.
Aquella noche en el Ahmad bin Ali, Canad¨¢ no se deshinch¨®, sino que continu¨® empujando a B¨¦lgica y amenazando su porter¨ªa. Contra Croacia sucedi¨® algo ins¨®lito. Los canadienses marcaron un gol, algo que no hab¨ªan conseguido la otra vez que estuvieron en una Copa del Mundo. Fue Davies, cuyo rastro puede encontrarse en todas las amenazas de Canad¨¢, donde su talento resulta mucho m¨¢s evidente que en el Bayern.
La jugada del 0-1 resume mucho de la maquinaria que ha ensamblado John Herdman, empezando por el momento en que se produjo, con el partido a¨²n quit¨¢ndose las lega?as. Esta gente no espera. Larin baj¨® un balonazo del portero y se la dio en banda a Buchanan, que la puso en la cabeza de Davies. Era el primer gol de Canad¨¢ en un Mundial.
Lo que sucedi¨® despu¨¦s del tanto tambi¨¦n define a este equipo. Despu¨¦s de ese hito hist¨®rico contra la finalista de la ¨²ltima Copa del Mundo, siguieron como si tal cosa. Siempre al ataque, con Davies en la banda izquierda, Buchanan en la derecha, con el ¨¢rea siempre en la mirilla. Pero con el mismo problema que contra B¨¦lgica: no terminan lo que est¨¢n a punto de terminar. Tienen el gol siempre m¨¢s lejos de lo que parece.
Croacia se despert¨® con m¨¢s parsimonia, con runr¨²n de di¨¦sel. Empezaron a encontrar a Modric y el mundo parec¨ªa m¨¢s despejado. Cada vez que le llega el bal¨®n se enciende la luz. Al principio, fueron pinceladas sutiles, parpadeos en el centro del campo. Se asomaba al entramado canadiense, tocaba la pelota, y un compa?ero se encontraba un peque?o p¨¢ramo. Modric no se mueve r¨¢pido, pero lo hace antes que nadie. A partir de sus picotazos, certeros y delicados, Croacia fue destejiendo el entusiasmo insistente de los de Herdman. As¨ª mandaron el primer bal¨®n a la red. Modric esquiv¨® un murete con el exterior y acab¨® lleg¨¢ndole la pelota a Kramaric, que marc¨® un gol que borr¨® el VAR por fuera de juego.
Pero Croacia ya estaba all¨ª, y toca que toca iba derritiendo a Canad¨¢, con la seguridad de un grupo que mantiene una confianza formidable sobre su dominio del juego.
As¨ª fueron cayendo los goles, los dos primeros tambi¨¦n con un toque muy de Modric. En el primero, Perisic asisti¨® a Kramaric entre las piernas de un defensa, como el madridista a Benzema en la Champions contra el PSG, y el delantero anot¨® la primera de sus dos dianas. En el segundo, la asistencia de ca?o fue de Juranovic a Livaja. El partido era de Croacia, pero Canad¨¢ mantuvo el entusiasmo. Y el desacierto. Les queda un partido en este Mundial, el jueves contra Marruecos, y luego ya los de 2026, cuando ser¨¢ sede con M¨¦xico y EE UU. En Qatar se queda Croacia que, tambi¨¦n el jueves, puede enviar de vuelta a casa a la B¨¦lgica de Courtois y Hazard, terceros en Rusia, m¨¢s cerca del ocaso que no alcanza a Modric.
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