Marruecos, ante su mayor desaf¨ªo hist¨®rico desde el 86
Los Leones del Atlas buscan ante Canad¨¢ su segundo pase a octavos en un Mundial y desatar la locura de un pa¨ªs que se paralizar¨¢ hoy. Su juego audaz electriza a la sociedad marroqu¨ª y se gana el aplauso de la afici¨®n ¨¢rabe
En Marruecos, un pa¨ªs donde los nombres de tiendas de moda y restaurantes resultan m¨¢s chic en castellano y los productos espa?oles inundan las estanter¨ªas comerciales, un eventual enfrentamiento con la Roja en los octavos del Mundial de Qatar resultar¨ªa de lo m¨¢s natural. Los destinos de las selecciones marroqu¨ªes y espa?ola pueden estar llamados a cruzarse la semana que viene si ambos conjuntos sellan este jueves su pase a la siguiente fase.
Cuentan con una base s¨®lida para sus aspiraciones. Situados en la cabeza de sus respectivos grupos, ambos con cuatro puntos y sin haber conocido la derrota, los Leones del Atlas buscar¨¢n frente a Canad¨¢ (16.00) meterse en octavos. Para Marruecos, el pase implicar¨ªa volver a alcanzar su m¨¢ximo techo mundialista, logrado en M¨¦xico, hace ya 36 a?os. Si acaban segundos de grupo y Espa?a logra el primer puesto en el suyo, ambas selecciones se enfrentar¨¢n el lunes. Y si los entrenados por Walid Regragui ¨Cun exftubolista en torno a la cincuentena¨C, se clasifican como primeros y Espa?a quedara segunda, tambi¨¦n se ver¨ªan las caras, pero entonces ser¨ªa el martes.
Est¨¢ por ver. Lo que se ha observado hasta ahora en Marruecos son calles semivac¨ªas y caf¨¦s atestados de clientes ante las pantallas de televisi¨®n durante los encuentros jugados. Con Croacia, que concluy¨® sin goles, y con B¨¦lgica, que se sald¨® el domingo con una victoria espectacular de los Leones del Atlas por dos goles a cero, la primera lograda por la selecci¨®n norteafricana en un Mundial desde el que se desarroll¨® en 1998 en Francia.
La magnitud de la celebraci¨®n en el centro de Rabat equival¨ªa a la del triunfo en una final en otras latitudes. Una multitud de j¨®venes, aficionados veteranos y familias enteras desbord¨® con banderas rojas con la estrella de cinco puntas verde y c¨¢nticos magreb¨ªes la avenida de Mohamed V, coraz¨®n de la capital marroqu¨ª, mientras los accesos a la ciudad se atascaban con una marea de veh¨ªculos entre el estruendo de los bocinazos.
En Marruecos, la hasta ahora exitosa actuaci¨®n de su selecci¨®n en un Mundial de f¨²tbol se ha vivido tambi¨¦n como una fiesta identitaria. La alegre celebraci¨®n a escala nacional, por encima de generaciones y clases sociales, distaba de las im¨¢genes de la destrucci¨®n que grupos de seguidores radicales causaron en ciudades de B¨¦lgica y Pa¨ªses Bajos, dos de los pa¨ªses europeos con m¨¢s alto porcentaje de habitantes de origen marroqu¨ª. Regragui, el entrenador marroqu¨ª, no vacil¨® el mi¨¦rcoles en condenar los actos vand¨¢licos de una minor¨ªa.
Se espera un gran festejo. Las escuelas privadas de Casablanca han dado este jueves d¨ªa libre a sus alumnos para que puedan seguir el partido contra Canad¨¢, una selecci¨®n ya descalificada. Los centros p¨²blicos van a intentar acomodar los horarios lectivos al partido y pueden adelantar la salida de clase. Y previsiblemente har¨¢n lo mismo las oficinas p¨²blicas y centros de trabajo.
Los trenes seguir¨¢n circulando, pero muchos viajeros, como los del Expreso Atlas que enlaza Fez con Marraquech a trav¨¦s de Rabat, ver¨¢n el encuentro en sus m¨®viles gracias a internet, como este corresponsal pudo comprobar la semana pasada a bordo de uno de sus vagones durante el partido frente a Croacia. El optimismo y la pasi¨®n se han adue?ado del p¨²blico marroqu¨ª, que sue?a ya con superar el list¨®n de los octavos de final y establecer un nuevo techo hist¨®rico.
Junto a jugadores consagrados, como el madrile?o de nacimiento Achraf Hakimi (ahora estrella del Paris Saint-Germain), y otros dotados de un perfil prometedor, en el caso de Sofyan Amrabat (en las filas de la Fiorentina), la selecci¨®n de Marruecos cuenta adem¨¢s con deportistas bien conocidos en la Liga, como el portero del Sevilla Yassine Bounou, Bono, entre otros.
En el estadio Thumama de Qatar jugar¨¢n este jueves casi como en casa, arropados por miles de hinchas marroqu¨ªes que han viajado hasta el pa¨ªs del Golfo, y por decenas de miles de aficionados ¨¢rabes que sienten los colores de los Leones del Atlas como suyos. La prensa marroqu¨ª da noticia de una rara muestra de unidad pan¨¢rabe en este Mundial, en un consenso pol¨ªtico forjado en las gradas pese a recientes cambios en las alianzas geopol¨ªticas. Llegados de pa¨ªses del norte de ?frica y Oriente Pr¨®ximo, son muchos los espectadores que marcan el minuto 48 de los partidos como un homenaje al pueblo palestino. Recuerdan el ¨¦xodo de cientos de miles de civiles en la Nakba (desastre), a consecuencia de la creaci¨®n del Estado de Israel en 1948.
De los cuatro pa¨ªses ¨¢rabes presentes en Qatar, solo Marruecos mantiene relaciones diplom¨¢ticas con Israel. Los Gobiernos de Madrid y Rabat, por lo dem¨¢s, se hallan en una fase de acercamiento, que se plasmar¨¢ previsiblemente a comienzos de 2023 con una Reuni¨®n de Alto Nivel o cumbre en Rabat, tras las desavenencias que han envenenado las relaciones bilaterales en los ¨²ltimos a?os.
Con la porter¨ªa imbatida hasta ahora, Marruecos a¨²n tiene que sellar su clasificaci¨®n para octavos, a expensas del choque simult¨¢neo entre Croacia y B¨¦lgica, dos equipos europeos con brillante hoja de servicios y con los que puede tener que toparse Espa?a la semana que viene. Casi todo est¨¢ por decidir en la ¨²ltima jornada por grupos para discernir si en el horizonte de los Leones del Atlas despunta la Roja en Qatar.
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