Espa?a sucumbe a la presi¨®n
En el empate con Alemania y en la derrota con Jap¨®n, la Roja ha sido v¨ªctima de la renuncia de Luis Enrique a jugar en largo cuando los rivales agobian a Unai Sim¨®n
No hay en este Mundial un seleccionador m¨¢s dispuesto a ganar o a perder aferrado a su libreto que Luis Enrique. En su primera derrota, que pudo suponerle la eliminaci¨®n de no mediar la victoria alemana ante Costa Rica, Espa?a fue v¨ªctima del fundamentalismo con el que su seleccionador aplica su libreto. En su ideario futbol¨ªstico, la negaci¨®n de la patada larga; la obligaci¨®n de los centrales de salir casi siempre con la pelota jugada y la contabilidad del portero como un jugador de campo m¨¢s para pasar el bal¨®n y crear superioridad ante la presi¨®n alta de los rivales son riesgos tan asumidos como innegociables para Luis Enrique.
La aplicaci¨®n extrema de su manual es una invitaci¨®n a que emerja esa Espa?a que es capaz de ganar o perder con cualquiera. La propuesta es tan rom¨¢nticamente atractiva como temeraria por la asunci¨®n de los riesgos. La decisi¨®n con la que la emplea y el ejercicio de funambulismo que conlleva no son m¨¢s que el fiel reflejo de la propia personalidad de Luis Enrique.
Alemania era conocedora de ese fundamentalismo del t¨¦cnico espa?ol en la construcci¨®n del juego desde atr¨¢s y sac¨® r¨¦dito tras un error en la entrega de Laporte para armar la jugada del empate (1-1) definitivo. El jueves, en el estadio Khalifa de Doha, Jap¨®n hizo lo mismo para igualar el gol de Morata. ¡°Sab¨ªamos que Espa?a, comparada con Alemania, no ten¨ªa demasiado f¨ªsico y dejamos para la segunda parte el presionarlos arriba, en la primera solo les apretamos dos o tres veces. Por el orgullo, por su plan o por la t¨¢ctica, sab¨ªamos que Espa?a no iba a jugar el bal¨®n en largo y eso nos acerc¨® a marcar los dos goles. Otra selecci¨®n habr¨ªa mandado el bal¨®n arriba o a tomar por saco¡±, reflexionaba en la zona mixta Take Kubo.
Las declaraciones del menudo atacante japon¨¦s de la Real Sociedad pusieron de manifiesto la disyuntiva filos¨®fica de la fidelidad o la renuncia a sus creencias que el f¨²tbol, como juego que es, pone ante los entrenadores en el camino que eligen hacia la derrota o la victoria. Kubo desvel¨® que los rivales se afilan para debilitar y hacer da?o a Espa?a con el ataque a uno de los principios fundamentales de la filosof¨ªa de juego del preparador gijon¨¦s.
Luis Enrique no mut¨® a un plan B para saltar la presi¨®n nipona porque hasta ahora ni lo ha tenido ni lo ha querido. En una de sus sesiones de streaming ¡ªel viernes, el d¨ªa despu¨¦s a la primera derrota, no hubo¡ª, defendi¨® su rechazo al pase en largo bajo esas situaciones extremas: ¡°Si Unai no jugase bien con los pies, no ser¨ªa portero de la Selecci¨®n. ?Que alguna jugada supone alg¨²n susto para el coraz¨®n? Bueno, tambi¨¦n forma parte del f¨²tbol. Cuando el rival nos presiona, tiene que correr 40 metros para presionar a Unai. Si conseguimos dar cuatro o cinco pases tienen que volver. ?Sab¨¦is lo desesperante que es eso? Esa es una de nuestras armas, parte de nuestra filosof¨ªa. Me gusta ganar con el estilo con el que creo que somos mejores¡±.
Unai Sim¨®n tuvo dos ocasiones de golpear la pelota en largo en la jugada que propici¨® el empate de Jap¨®n. En ambas, el meta del Athletic par¨® primero la pelota, regate¨® ech¨¢ndosela a un lado y despu¨¦s opt¨® por jugarla con el compa?ero libre. En la segunda acci¨®n, Balde estaba vigilado de cerca y su mal control desemboc¨® en el tanto de la igualada.
Bajo lo que Luis Enrique considera una amenaza de incurrir en exceso del juego directo, ¡ª¡±y ah¨ª no somos buenos¡±, suele decir¡ª, son pocas las situaciones en las que autoriza a sus jugadores el uso de los desplazamientos en largo del bal¨®n.
El problema al que se enfrenta el seleccionador espa?ol y los jugadores como ejecutores de su idea es que los contrarios parecen haberles tomado la medida a las distintas soluciones que tiene preparadas para eludir la presi¨®n adelantada de los rivales. Tanto alemanes como japoneses mostraron con su adelantamiento de l¨ªneas para agobiar la salida de bal¨®n de Espa?a que se necesita un alto grado de precisi¨®n para no incurrir en malas entregas que han supuesto que se perdieran las ventajas obtenidas en ambos encuentros.
El viernes, tras revisar el encuentro con Jap¨®n, el t¨¦cnico mantuvo ante sus jugadores la impresi¨®n de que Espa?a solo se descontrol¨® en los 10 minutos iniciales del segundo tiempo, pero tambi¨¦n la necesidad de gestionar mejor la presi¨®n de los rivales en las inmediaciones del ¨¢rea de Unai Sim¨®n. Contra Marruecos, el martes, y si pasa, en los siguientes cruces, se comprobar¨¢ si Luis Enrique es menos radical en la defensa de su libreto o es v¨ªctima de una frase del m¨¦dico pensador Gregorio Mara?¨®n: ¡°Es m¨¢s f¨¢cil morir por una idea, y aun a?adir¨ªa que menos heroico, que tratar de comprender las ideas de los dem¨¢s¡±.
Suscr¨ªbete aqu¨ª a nuestra newsletter especial sobre el Mundial de Qatar
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.