El d¨ªa que la prensa holandesa desafi¨® a la dictadura argentina para dar voz a las Madres de Plaza de Mayo
Argentina y Pa¨ªses Bajos se han enfrentado cinco veces en los Mundiales de F¨²tbol, pero ning¨²n recuerdo es m¨¢s trascendente que el del Mundial de 1978, cuando las c¨¢maras del pa¨ªs europeo se enfocaron en esas mujeres que reclamaban por sus hijos desaparecidos en la represi¨®n militar
Aunque el partido entre Argentina y Pa¨ªses Bajos de este viernes por los cuartos de final de Qatar 2022 ser¨¢ el primer enfrentamiento bajo la nueva denominaci¨®n del pa¨ªs europeo, la Albiceleste y la vieja Holanda jugaron cinco veces en Mundiales, cuatro de ellos en fases decisivas, ninguno m¨¢s trascendente que la final de Argentina 1978 que le dio a los locales su primer t¨ªtulo. Sin embargo, en esa Copa del Mundo jugada a la sombra de la dictadura de Jorge Rafael Videla, los holandeses le hicieron a la Argentina un aporte mucho m¨¢s trascendente que cualquier rivalidad deportiva. Fuera del campo de juego, los periodistas neerlandeses enviados a Buenos Aires dieron a conocer al mundo la lucha que las Madres y Abuelas de la Plaza de Mayo, hasta entonces invisibilizadas en su pa¨ªs, realizaban en b¨²squeda de sus hijos y nietos desaparecidos. Tambi¨¦n un futbolista holand¨¦s, Wim Rijsbergen, visit¨® la Plaza de Mayo; Holanda fue una de las dos ¨²nicas selecciones ¨Cjunto a Suecia- que permiti¨® que alguno de sus jugadores se acercasen a las mujeres convertidas en un s¨ªmbolo de los derechos humanos.
Desde 1977, al a?o siguiente del comienzo de la ¨²ltima dictadura en Argentina, un grupo de madres y abuelas marchaba con pa?uelos en sus cabezas cada jueves. De casualidad, el d¨ªa que comenz¨® el Mundial en otro lugar de Buenos Aires, el estadio de River Plate, el 1 de junio, tambi¨¦n fue jueves. Un periodista holand¨¦s de la revista Vrij Nederland, Frits Barend, decidi¨® no acudir al partido inaugural, entre Alemania Federal y Polonia, sino a la Plaza de Mayo ¨Cfrente a la Casa Rosada, el Palacio de Gobierno argentino¡ª para entrevistar a quienes eran llamadas ¡°las locas de la plaza¡±. Barend hizo su reportaje y en los d¨ªas siguientes alert¨® a otros enviados extranjeros. Su compatriota Jan Van der Putten, de la televisi¨®n p¨²blica holandesa (el canal VARA), acudi¨® al jueves siguiente a la Plaza de Mayo. All¨ª estaban, otra vez, como siempre, las Madres y Abuelas.
Esas im¨¢genes est¨¢n en YouTube y son impactantes. En rigor, solo tienen un peque?o desliz en fechas: suele decirse que son del 1 de junio, el d¨ªa de la inauguraci¨®n del Mundial, pero en realidad pertenecen al jueves siguiente, el 8, seg¨²n precisa el periodista Mat¨ªas Bauso, autor del libro Historia oral del 78: ¡°El 1 de junio no hab¨ªa casi nada gente en las calles porque la dictadura decret¨® asueto por la ceremonia inaugural. Al jueves siguiente ya hab¨ªa circulaci¨®n normal y entonces, detr¨¢s de las madres y abuelas, se ven los oficinistas de un d¨ªa laboral. Esa es la nota que tuvo tanta repercusi¨®n¡±.
Una sola pregunta de Van der Putten (¡°?Qu¨¦ pasa, se?ora?¡±) arranc¨® el descargo de las madres. ¡°Queremos nuestros hijos, que nos digan d¨®nde est¨¢n¡±, suplic¨® una. ¡°?Por qu¨¦ no nos dicen a nosotros si est¨¢n vivos, si est¨¢n muertos?¡±, maldijo otra compa?era de lucha. Un polic¨ªa intenta desarticular la entrevista. ¡°?No ven que dicen que tenemos un Mundial en paz?¡±, le dice una madre a Van der Putten, que hab¨ªa sido corresponsal en Argentina entre 1973 y 1976, el a?o del Golpe militar, cuando debi¨® salir del pa¨ªs porque hab¨ªan desaparecido algunos de sus amigos. El periodista neerland¨¦s decidi¨® regresar en 1978 porque vio en el Mundial una oportunidad para contar lo que, sin el f¨²tbol, habr¨ªa sido imposible.
¨C El gobierno dice que ustedes son mentirosas- insisti¨® Van der Putten.
¨C ?Nosotras mentirosas? ?Estamos mintiendo que nuestros hijos desaparecieron?
¨C ?Cu¨¢ntas son ustedes?
¨C Miles en todo el pa¨ªs.
Entonces tom¨® la palabra Marta Alconada, Madre de Plaza de Mayo, y le pidi¨® a Van de Putten que trasladara al resto del mundo lo que ocurr¨ªa en una Argentina sin libertades. ¡°Tenemos desesperaci¨®n porque ya no sabemos a d¨®nde concurrir. En todas partes nos rechazaron: consulados, embajadas, iglesias, nos cerraron todas las puertas. Por eso les rogamos a ustedes, ?son nuestra esperanza, por favor ay¨²denos!¡±, suplic¨® la militante por los derechos humanos, fallecida en 2007. Enseguida, aquel 8 de junio de 1978, lleg¨® la polic¨ªa argentina para dispersar a las manifestantes y otra madre le pidi¨® a la c¨¢mara de VARA: ¡°Digan ustedes que ac¨¢ no se respetan los derechos humanos¡±.
Ese material, in¨¦dito en el mundo hasta entonces, ser¨ªa enviado a trav¨¦s de un piloto de la aerol¨ªnea Lufthansa con el que Van der Putten ten¨ªa confianza, y con el tiempo se convertir¨ªa en una entrevista ic¨®nica. La dictadura sigui¨® secuestrando personas en pleno Mundial, al punto que se estima que hubo m¨¢s de 50 detenidos -desaparecidos- entre el 1 y el 25 de junio de 1978, pero materiales como el de la televisi¨®n holandesa sirvieron para que otros pa¨ªses del mundo supieran realmente qu¨¦ pasaba en Argentina. Los militares hab¨ªan organizado el Mundial para mostrar un pa¨ªs en paz, en el que se respetaban los derechos humanos, pero ocurri¨® al rev¨¦s: en el extranjero se tom¨® conciencia del terror. Nadie con mayor simbolismo que las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo.
¡°Fue una buena ocasi¨®n: utilizar el f¨²tbol como cobertura para hacer reportajes sobre el drama social. El f¨²tbol me aseguraba cierta impunidad. Los militares tomaron el Mundial como pretexto para mostrarle al mundo lo lindo que era el pa¨ªs¡±, dijo Van der Putten al diario Tiempo Argentino, en 2019, a sus 77 a?os. ¡°Fue gracias a los periodistas que vinieron por el Mundial que tuvimos nuestros primeros grupos de apoyo¡±, record¨® Mercedes de Mero?o, vicepresidenta de Madres de Plaza de Mayo, en 2013.
Hebe de Bonafini habl¨® en 2018, cuando Arie Haan y Ernie Brandts, dos futbolistas de Pa¨ªses Bajos que hab¨ªan participado en el Mundial 1978, regresaron a la Argentina y se sumaron a la marcha 2087 de Madres en Plaza de Mayo: ¡°No s¨¦ si en ese momento tomaron real dimensi¨®n. ?ramos un peque?¨ªsimo grupo de mujeres desesperadas, con nuestras tres mejores Madres asesinadas, violadas, torturadas y tiradas vivas al r¨ªo. Estuvimos en la Plaza el d¨ªa del inicio del Mundial, nadie nos conoc¨ªa, nadie hablaba de nosotras, ni siquiera del asesinato de las Madres, pero ustedes hicieron que el mundo nos conociera¡±, dijo entonces la cofundadora de Madres, fallecida el 20 de noviembre pasado.
Van der Putten volvi¨® a hablar, en 2020, con la agencia T¨¦lam. ¡°Fue parte de una larga serie de entrevistas y encuentros cargados de dramaticidad. Solo despu¨¦s de muchos a?os me enter¨¦ de que era una entrevista ic¨®nica¡±, agreg¨® el periodista neerland¨¦s que le dio al Mundial 78 el mejor sentido posible.
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