Los peque?os ¡®mbapp¨¦s¡¯ aprenden lo que es la gloria y la decepci¨®n
Francia, orgullosa de sus jugadores, se resigna ante la derrota tras un Mundial que refleja su potencia futbol¨ªstica y su influencia pol¨ªtica
Hay algo profundo que conecta a este pu?ado de chavales que se abrazaban y saltaban como locos a cada gol franc¨¦s en un vetusto pabell¨®n deportivo del extrarradio parisino, y las multimillonarias superestrellas de Francia que cayeron con honor ante Argentina en la final de Qatar. Algo ¨ªntimo conecta a estos hijos o nietos de la inmigraci¨®n magreb¨ª y africana, habitantes de la banlieue pobre y multicultural, franceses que se han acostumbrado a que se les haga sentir que son extra?os en su tierra, con Kylian Mbapp¨¦ y su banda.
Era evidente este domingo por la tarde en el Palacio de Deportes de Bondy, el municipio de 52.000 habitantes al norte de Par¨ªs donde creci¨® Mbapp¨¦ y otros jugadores que saben lo que es crecer en estos barrios y ciudades. Entre canastas de baloncesto y dos rings de boxeo, y con un proyector que fallaba en los momentos m¨¢s decisivos, los vecinos de la ciudad siguieron esta final fren¨¦tica de la resignaci¨®n a la esperanza, de la esperanza a la euforia, de la euforia al histerismo y de ah¨ª a la decepci¨®n.
Tu peux garder la t¨ºte haute...
— Equipe de France ?? (@equipedefrance) December 18, 2022
Tu nous auras fait vibrer. On est fiers de toi ?#ARGFRA | #FiersdetreBleus pic.twitter.com/jQWHrCT1cE
En el p¨²blico, un grupo de adolescentes, entre 12 y 15, algunos han jugado en la AS Bondy, el primer club de Mbapp¨¦, otros juegan a¨²n. ?Quer¨¦is ser futbolistas? ¡°S¨ª, por el dinero¡±, se r¨ªe uno. Cuando la Albiceleste ya hab¨ªa sentenciado en los penaltis, el alcalde, Stephen Herv¨¦, coment¨®: ¡°Nuestro Kylian Mbapp¨¦ lo ha dado todo. Es un gran orgullo para todos en Bondy. Los j¨®venes sienten un fuerte apego por ¨¦l, vibran con cada ataque suyo, con cada gol, usted lo ha visto esta tarde.¡±
Entre tanto, m¨¢s de dos horas de monta?a rusa. Argentina arrollaba con tanta claridad en la primera parte que muchos se lo tomaban a cachondeo. Hasta se escuch¨® alg¨²n ¡°?Messi! ?Messi!.¡± Entrada la segunda parte, hubo quien se march¨®. Los goles del vecino Mbapp¨¦ desataron la locura. Los muchachos saltaban y bailaban, lanzaban las sillas por el sue?o. No volvieron a sentarse. Gritaban allez les bleus o ¡®quien no salte no es franc¨¦s¡¯.
La alegr¨ªa se mezclaba con la confusi¨®n. Fallaba la pantalla. En la pr¨®rroga la retransmisi¨®n se cort¨® en el penalti del tercer gol de Mbapp¨¦ y en el ¨²ltimo penalti de Argentina. Por estos motivos t¨¦cnicos, la derrota pas¨® casi desapercibida, como si hubiese terminado la pel¨ªcula y el p¨²blico se marchase, sin m¨¢s. Francia hab¨ªa perdido y no era ning¨²n drama.
Porque Francia puede considerarse vencedora en este Mundial. Ha confirmado su categor¨ªa de potencia futbol¨ªstica. Y ha vencido pol¨ªticamente, aunque el presidente Emmanuel Macron, presente en la final, afirme que ¡°no hay que mezclar el f¨²tbol con la pol¨ªtica¡±. Hay sospechas de que esta final no habr¨ªa existido sin una reuni¨®n muy pol¨ªtica, y quiz¨¢ corrupta, en el palacio del El¨ªseo en noviembre de 2010. Seg¨²n sospecha la Fiscal¨ªa francesa, all¨ª pudo fraguarse un pacto que acab¨® dando a Qatar el Mundial.
Aunque la selecci¨®n no es un reflejo preciso de la sociolog¨ªa de Francia, s¨ª lo es de una Francia que raramente aparece en los pasillos y salones de poder, y da una imagen fidedigna de lugares como Bondy, de sus campos de f¨²tbol municipales, donde empez¨® Mbapp¨¦, hijo de un camerun¨¦s y de una argelina. En el Palacio de Deportes, este domingo, hab¨ªa muchos mbapp¨¦s. Como los hermanos Ismail e Ibrahim, 6 y 9 a?os, ambos vestidos con el uniforme del equipo en el que juegan, la AS Bondy. ¡°Mi preferido es Giroud¡±, dijo Ismail. ¡°Es fuerte¡±. ¡°A m¨ª me gusta Mbapp¨¦¡±, dec¨ªa Ibrahim. ¡°Su velocidad, c¨®mo golpea el bal¨®n¡±.
Qui¨¦n sabe si ah¨ª estaban los futuros mbapp¨¦s, aprendiendo que de la gloria a la decepci¨®n hay un mil¨ªmetro. Hay un edificio en el centro de Bondy con uno de los muros cubiertos por un mural. Un Mbapp¨¦ ni?o sue?a con el Mbapp¨¦ adulto. ¡°Ama tu sue?o¡±, se lee en el mural, ¡°y ¨¦l te amar¨¢ a t¨ª¡±.
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