Y Medvedev levant¨® (otra vez) el muro

El torneo neoyorquino ha llegado a su ronda final y, como ha sido habitual este a?o, Novak Djokovic aspira no s¨®lo a levantar el trofeo, sino tambi¨¦n a ampliar su actual r¨¦cord mundial en n¨²mero de Grand Slams. El jugador serbio ha accedido a este ¨²ltimo episodio tras superar en un c¨®modo partido a un joven rival, el norteamericano Ben Shelton; n¨²mero 47 del ranking de la ATP, una de las promesas del tenis actual y, evidentemente, un tenista todav¨ªa algo inexperto para afrontar con garant¨ªas un partido de estas caracter¨ªsticas.

El novel jugador lleva solamente 15 victorias en el circuito profesional y era, por tanto, previsible lo que pas¨®: que Novak lo eliminara f¨¢cilmente en tres sets. Shelton, due?o de un potent¨ªsimo servicio y conocedor de que sus escasas posibilidades de victoria estaban supeditadas a estar muy acertado con el saque y a ofrecer un juego muy agresivo, sali¨® con la t¨¢ctica m¨¢s bien suicida de intentar no propiciar intercambios desde el fondo de la pista. Fall¨® al no valorar suficientemente que enfrente ten¨ªa al mejor restador del mundo y al jugador m¨¢s s¨®lido del circuito actual.

Para decepci¨®n de los aficionados espa?oles, en esta ocasi¨®n el otro contendiente no ser¨¢ Carlos Alcaraz. Daniil Medvedev ha impedido la final no solamente esperada, sino ampliamente pronosticada. En un buen partido a cuatro sets, el ruso derrot¨® al jugador espa?ol, quien empez¨® el encuentro dando la sensaci¨®n de que ten¨ªa la victoria m¨¢s cerca que su rival. Tras unos primeros juegos en los que parec¨ªa que un break ladear¨ªa la balanza a su favor, el juego y la situaci¨®n se igual¨®. Despu¨¦s de una re?ida segunda mitad de set llegaron al desempate y Carlos no estuvo acertado; cometi¨® m¨¢s errores de lo habitual y el ruso se lo adjudic¨® por un apretado 7-6(3).

La cesi¨®n de este primer parcial hizo mella en nuestro jugador, quien afectado cedi¨® tambi¨¦n el segundo por un claro 6-1. El encuentro se le puso muy cuesta arriba y empezamos a vislumbrar el no deseado desenlace. Pero, dando muestras una vez m¨¢s de su car¨¢cter combativo, se repuso y consigui¨® anotarse la tercera manga y hacer renacer nuestras esperanzas de que la victoria era a¨²n posible. El optimismo nos dur¨® lo que tard¨® Daniil en anotarse el break que supo mantener hasta el final del partido, logrando as¨ª su pase al gran desenlace de este domingo.

Carlos se vio obligado a cambiar un poco su estrategia debido a la posici¨®n muy atrasada en la que juega Medvedev. Los tenistas del circuito saben que desde el fondo de la pista es muy dif¨ªcil desbordarlo. Pienso que, acertadamente, opt¨® por subir a la red en un mayor porcentaje de ocasiones y logr¨® una gran efectividad con ello: se anot¨® 54 puntos de las 70 veces que as¨ª lo hizo. Sin embargo, le pas¨® factura el hecho de estar menos acertado en los intercambios desde el fondo, donde estuvo menos agresivo y cometi¨® alg¨²n que otro error inesperado.

Tambi¨¦n estuvo algo menos efectivo en el saque. Se inclin¨® por buscar un mayor porcentaje de primeros servicios. Prueba de ello es que no se anot¨® ning¨²n ace en todo el partido, algo infrecuente en ¨¦l. A eso hay que sumar que tampoco tuvo acierto en los momentos decisivos del encuentro: tanto en el tie break del primer set como en la mayor¨ªa de los puntos de rotura de los que dispuso. De los nueve s¨®lo consigui¨® anotarse uno. En este aspecto, su adversario fue mucho m¨¢s efectivo. Se anot¨® tres de siete. En muchas ocasiones, peque?os detalles hacen inclinar la balanza hacia uno u otro lado. Y en esta ocasi¨®n, estos estuvieron del lado del ruso.

Una verdadera l¨¢stima.

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