Una Espa?a con salud y clase media, pero sin m¨²sculo y eliminada

Se contaba en el pre¨¢mbulo de esta Billie Jean King Cup que Espa?a echa en falta aquellos tiempos en los que Arantxa S¨¢nchez Vicario y Conchita Mart¨ªnez tiraban del carro y guiaban hacia la victoria. Se mira con nostalgia hacia ese pasado reciente y ahora, resuelto ya el destino del equipo en esta ¨²ltima edici¨®n, todav¨ªa m¨¢s. La a?oranza crece. Son ya 26 a?os los que se resiste el bingo, dado que Canad¨¢ certific¨® este jueves la eliminaci¨®n de las espa?olas en la serie contra Polonia, de modo que el pulso del viernes frente a las centroeuropeas (no antes de las 16.00, Teledeporte y RTVE Play) se convierte en un inc¨®modo tr¨¢mite. Las jugadoras de Anabel Medina saltar¨¢n a la pista de La Cartuja sabiendo que ya no tienen opci¨®n alguna y la anfitriona no figurar¨¢ este s¨¢bado en el cartel de las semifinales.

Duele este adi¨®s tempranero y fr¨ªo, por el fondo y la forma. Espa?a, que no albergaba el ep¨ªlogo de la competici¨®n desde 2008, no fue capaz de ara?ar ning¨²n set en el pulso del mi¨¦rcoles con las canadienses y qued¨® en una situaci¨®n terminal, a falta solo de la puntilla. No se produjo el milagro que, francamente, tampoco se esperaba. Despu¨¦s de una desagradable traves¨ªa por el desierto para regresar al Grupo Mundial, en 2019, las tres intervenciones posteriores ¨Cse cancel¨® la edici¨®n de 2020 por el coronavirus¨C abren interrogantes y subrayan un d¨¦ficit evidente. El tenis femenino espa?ol goza hoy d¨ªa de buena salud y una meritoria clase media, pero demanda referentes. Por m¨¢s calidad que atesoren, ni Garbi?e Muguruza ni Paula Badosa han llegado nunca a serlo, o al menos no al nivel suficiente.

La primera, indiscutible estandarte de la ¨¦poca m¨¢s moderna, apenas disput¨® seis series ¨Cbalance de 10-4, entre individuales y dobles¨C y su aportaci¨®n ayud¨® a salir del fango, pero nada m¨¢s all¨¢. La segunda, por su parte, no encuentra correspondencia a su voluntad. Pese a forzar para estar presente en esta cita, no particip¨® en la apertura de la competici¨®n contra Canad¨¢ ¨C¡°al no estar preparada todav¨ªa¡±, en palabras de la capitana¡± ¨C y el curso pasado err¨® cuando ten¨ªa la oportunidad de sellar el pase a las semifinales frente a Gran Breta?a, en Glasgow. La catalana ¨Cdos series, balance de 2-1¨C perdi¨® esa noche intempestiva frente a Harriet Dart, una semidesconocida que en esos instantes ocupaba el 98? puesto mundial. La contribuci¨®n de ambas ha sido, pues, m¨¢s bien discreta.

Contrastan los registros de las dos frente a los de referentes inmensos como S¨¢nchez Vicario (58 eliminatorias, 72 triunfos y 28 derrotas) o Conchita Mart¨ªnez (53/68-23), e incluso los de representantes de segunda l¨ªnea como Carmen Perea (29/19-24) y Virginia Ruano (29/15-17), o pretorianas como la propia Anabel Medina (21/18-16), Carla Su¨¢rez (17/19-12), Nuria Llagostera (16/13-10) o Mag¨¹i Serna (13/10-10).

La actual seleccionadora, en el cargo desde octubre de 2017, ha ido probando diferentes perfiles y ha revitalizado un equipo mustio, pero no ha dado con el giro de tuerca necesario para que Espa?a sea verdaderamente competitiva en las fases finales. La desaparici¨®n progresiva de Muguruza de la n¨®mina ¨Ccompiti¨® por ¨²ltima vez hace cuatro a?os¨C y los contratiempos f¨ªsicos de Badosa ¨Ceste ¨²ltimo y el de 2021, cuando lleg¨® justa a la recta final de la temporada y prioriz¨® la Copa de Maestras¨C han mermado de manera considerable las posibilidades. El peso ha reca¨ªdo sobre las secundarias (P¨¢rrizas, Bolsova, Arruabarrena¡­), que han demostrado compromiso y apetito, pero no la fuerza suficiente como para rebatir a otras potencias de t¨² a t¨².

En esta ocasi¨®n, Sorribes (50? del mundo) se ha desempe?ado como primera carta, pero ante un presente circunstancial. ¡°Lo veo anecd¨®tico¡±, reconoc¨ªa la valenciana en septiembre, cuando se convirti¨® en la primera baza espa?ola. ¡°As¨ª es el tenis¡±, lamentaba el mi¨¦rcoles, cuando Canad¨¢ hab¨ªa consumado ya el categ¨®rico 3-0. ¡°El deporte a veces es as¨ª, un poco cruel¡±, sentenciaba Medina, consciente de que su equipo ten¨ªa la soga al cuello y resignada ante la cuenta atr¨¢s. Se confirm¨® este jueves la despedida de Espa?a, y desde el equipo directivo y t¨¦cnico se empieza a reformular. La base es buena y en el circuito ¨Ccuatro representantes entre el top-50 y el top-100¨C se van dejando huellas, pero falta m¨²sculo. Se incorporan por ah¨ª j¨®venes como Marina Bassols (110?) o Jessica Bouzas (152?), pero el ¨¦xito en un torneo de estas caracter¨ªsticas exige un salto cualitativo que, tras m¨¢s de un cuarto de siglo, se hace esperar.

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