Nadal, sobre su v¨ªnculo con Arabia: ¡°La sensaci¨®n es que Rafa se ha vendido al dinero, y lo entiendo¡±

Rafael Nadal concedi¨® una extensa entrevista al programa El Objetivo, de La Sexta, en la que abord¨® su pol¨¦mico acuerdo con Arabia Saud¨ª, adem¨¢s de su presente deportivo, la recta final de su carrera y otros temas como la igualdad, la paternidad que estren¨® hace dos a?os o algunos planes de futuro. El encuentro con la periodista Ana Pastor se prolonga durante 53 minutos y est¨¢ enmarcado en la academia del tenista en Manacor.

El deportista espa?ol y la Federaci¨®n Saud¨ª de Tenis (STF) anunciaro...

Rafael Nadal concedi¨® una extensa entrevista al programa El Objetivo, de La Sexta, en la que abord¨® su pol¨¦mico acuerdo con Arabia Saud¨ª, adem¨¢s de su presente deportivo, la recta final de su carrera y otros temas como la igualdad, la paternidad que estren¨® hace dos a?os o algunos planes de futuro. El encuentro con la periodista Ana Pastor se prolonga durante 53 minutos y est¨¢ enmarcado en la academia del tenista en Manacor.

El deportista espa?ol y la Federaci¨®n Saud¨ª de Tenis (STF) anunciaron el 15 de enero que Nadal ejercer¨¢ como embajador del tenis del pa¨ªs ¨¢rabe, se?alado internacionalmente por la vulneraci¨®n de los derechos humanos y por la aplicaci¨®n de la pena de muerte. El mallorqu¨ªn, de 37 a?os y profesional desde hace 20, dice que comprende las cr¨ªticas, que el contrato firmado no corresponde a ninguna estrategia de sportswashing ¡ªblanqueamiento de la imagen por medio del deporte¡ª y que se conceder¨¢ un margen para determinar si ha actuado bien o no. ¡°?Pero qu¨¦ necesidad ten¨ªa Rafa Nadal de meterse en este l¨ªo?¡±, le plantea la entrevistadora. Y ¨¦l se extiende.

¡°Necesidad, ninguna. ?Que me pagan? S¨ª. ?Que necesito el dinero que voy a recibir? Para nada, no me va a cambiar la vida. Yo no he firmado ning¨²n supercontrato como otros compa?eros deportistas que est¨¢n ah¨ª, y a los que respeto. Mi contrato con ellos es para promover el tenis e intentar conseguir mis objetivos. Y ese [blanquear] no es mi objetivo. Es otro. Muchas veces, la gente tiende a opinar sin preguntar, y vaya por delante que cuando acept¨¦ la decisi¨®n sab¨ªa lo que ocurrir¨ªa. Creo que cometimos un error de comunicaci¨®n cuando se anunci¨®. Yo no estuve lo encima que ten¨ªa que estar y mi equipo cometi¨® un error¡­¡±, expone refiri¨¦ndose, probablemente, a la sorprendente sentencia emitida en aquel momento: ¡°Mires por donde mires, en Arabia Saud¨ª puedes ver crecimiento y progreso, y estoy entusiasmado de ser parte de eso¡±.

?Que me pagan? S¨ª. ?Que necesito lo que voy a ganar? Para nada. Yo no he firmado ning¨²n supercontrato

Nadal incide hasta tres veces en que ¡°hubo un error en el comunicado¡± y en que ha aceptado la propuesta como un ¡°reto personal¡±, porque ¡°el deporte tiene el poder de cambiar vidas¡± y all¨ª ¡°la gente no tiene una cultura de practicar deporte¡±. Asegura que el acuerdo incluye cl¨¢usulas de salida por ambas partes y que si sus objetivos personales y profesionales no se van cumpliendo, o bien detecta cors¨¦s de cualquier tipo, las ejecutar¨¢. ¡°He sido una persona coherente durante toda mi vida y creo que voy a tener la libertad para poder trabajar con los valores que debo trabajar; no voy a trabajar all¨ª de una manera que no me sienta c¨®modo¡±, indica; ¡°solo digo: d¨¦jenme que haga mi proyecto, y veremos si soy capaz de lograr mi objetivo, que es mejorar la vida de personas a trav¨¦s del deporte. A m¨ª se me ha dicho que este es el camino; si luego es otro, me habr¨¦ equivocado¡­¡±.

Derechos humanos e informaci¨®n

El tenista argumenta que antes de formalizar el v¨ªnculo ¡ªcuyas cifras no han trascendido¡ª se inform¨® sobre el pa¨ªs que le contrata y que tambi¨¦n lo visit¨®. Lo hizo en diciembre, cuando se reuni¨® con unos j¨®venes en Riad para rematar el anuncio, efectuado mientras se disputaba el Open de Australia, al que ¨¦l no pudo asistir por una lesi¨®n que trunc¨® su reaparici¨®n. ¡°?Qu¨¦ hay cosas que se tienen que mejorar? Sin duda. No estoy de acuerdo con todo eso [sobre los derechos humanos], para nada. Es un pa¨ªs muy atrasado en muchas cosas. Si no consigue la evoluci¨®n dir¨¦: me equivoqu¨¦ por completo. Pero hay muchos pa¨ªses que han sido aceptados y respetados, que ven¨ªan de una situaci¨®n muy dif¨ªcil respecto a todos esos derechos, y sobre los que hoy d¨ªa hay una visi¨®n totalmente diferente. D¨¦jenme trabajar¡±, recalca Nadal, que no considera que haya decepcionado a la gente: ¡°Falta informaci¨®n¡±. S¨ª trascendi¨® que planifica abrir una delegaci¨®n de su academia all¨ª, y que el contrato le exigir¨¢ pasar un tiempo cada a?o en el desierto. Y prosigue.

¡°No creo que Arabia me necesite a m¨ª para lavar su imagen. Es un pa¨ªs que se ha abierto al mundo, con un gran potencial. Es l¨®gico que el mundo se vaya para all¨ª y la sensaci¨®n es que se compra todo con dinero. Y ahora Rafa tambi¨¦n se ha vendido al dinero. S¨ª, lo entiendo [que la gente lo piense]¡±, se?ala antes de pasar a otros temas que van m¨¢s all¨¢ de Arabia o las pistas.

Por ejemplo, el deportista cuenta que a lo largo de su vida ha recurrido un par de veces a la ayuda psicol¨®gica, algo que no hab¨ªa hecho hasta ahora. ¡°Una vez cuando era muy peque?ito y otra m¨¢s avanzado. Por dos problemas que tuve¡±, detalla. ¡°Si tienes dolor en la pierna vas al m¨¦dico, ?no? A lo mejor ha sido un tema m¨¢s tab¨², pero yo no lo percibo de esta manera, sino de forma normal y natural. Es una parte m¨¢s del cuerpo, dir¨ªa que la m¨¢s importante. Si las personas que tienen problemas, por peque?os que sean, pueden recibir una ayuda que les ayude a ser m¨¢s felices, bienvenida sea¡±, ampl¨ªa en este sentido.

Tambi¨¦n aborda una insinuaci¨®n que desliz¨® cuando fue padre por primera vez. Entonces manifest¨® que probablemente la vida no iba a cambiarle demasiado, algo que, matiza ahora, apuntaba estrictamente a lo profesional. ¡°No me cambia por un simple hecho: porque s¨¦ c¨®mo piensa mi mujer [con la que mantiene una relaci¨®n desde 2005 y se cas¨® en 2019]. Me cambiar¨ªa si tuviera una pareja que no quiere viajar para nada¡­ Es imposible que yo lo diga en ese sentido. Me encantan los ni?os y siempre he querido ser padre. Estoy enamorado de los ni?os¡±, afirma antes de adentrarse en el tema de la igualdad.

Lo injusto es que no haya igualdad de oportunidades. Pero el t¨¦rmino feminismo se lleva a unos extremos...

¡°Creo en ella al cien por cien¡±, subraya mientras la interlocutora le transmite que en otras ocasiones en las que ¨¦l se ha referido al asunto, le ha percibido inc¨®modo. ¡°Lo que no soy es hip¨®crita. ?La inversi¨®n? ?Oportunidades? Las mismas. ?Los mismos sueldos? No, ?para qu¨¦?¡±, responde Nadal, que enfatiza que para ¨¦l, ¡°lo injusto es que no haya igualdad de oportunidades¡±. Y prolonga: ¡°Si me dices que ser feminista es que un hombre y una mujer merezcan las mismas oportunidades, soy feminista. Tengo una hermana, una madre¡­ Pero ese t¨¦rmino se lleva a unos extremos que... Si hablamos de cosas l¨®gicas y normales, ?pues claro que quiero la igualdad! Pero para m¨ª, la igualdad no reside en regalar. Reside en que si Serena Williams genera m¨¢s que yo, yo quiero que Serena gane m¨¢s que yo. Si ella est¨¢ llenando los estadios y vive en un pa¨ªs como EE UU, donde el potencial es mayor que en Espa?a, yo no quiero que por ser Rafa Nadal deba ganar m¨¢s que Serena Williams¡±.

Y ahonda: ¡°Quiero que las mujeres ganen m¨¢s que los hombres si realmente generan m¨¢s que los hombres. Me molesta cuando se dice: ?No crees que los premios deben ser iguales? En el tenis, por alg¨²n motivo, los premios son pr¨¢cticamente iguales, y el tenis femenino es un deporte muy popular en el mundo. Yo he apoyado todo eso internamente durante toda mi vida [¡­]. Cuanto mejor ganen, mucho mejor. No quiero entrar nunca en una batalla de eso [lo masculino y lo femenino]. El problema es la discusi¨®n¡±, matiza Nadal; ¡°?t¨² crees que yo puedo pensar que un hombre, por el hecho de ser hombre, debe ser m¨¢s importante o ganar m¨¢s que una mujer? ?Estamos locos o qu¨¦? ?Claro que desde el sector p¨²blico se tiene que dar las mismas oportunidades a un hombre y a una mujer! En los comienzos, de infraestructuras, de entrenadores¡­ Pero si me dices que el 50 del mundo tiene que ganar lo mismo que Djokovic, te dir¨¦: a lo mejor no es as¨ª, porque si no al final igual tenemos que ir a unos est¨¢ndares por los que todo el mundo tiene que ganar lo mismo por decreto¡­ Y ese es otro debate que podemos tener¡±.

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