Alcaraz se agranda y aplaca la anarqu¨ªa de Struff
El murciano resuelve con genialidad un enredo ante el imprevisible alem¨¢n (6-3, 6-7(5) y 7-6(4), en 2h 52m) y se medir¨¢ en los cuartos del mi¨¦rcoles con el ruso Rublev
As¨ª se las gastan los fueras de serie. Cuando m¨¢s aprietan las circunstancias, cuando m¨¢s empuja Jan-Lennard Struff, cuando ha ido poni¨¦ndose m¨¢s fea la cosa porque cuando no se pone el lazo a la historia suelen venir las angustias y las dudas, Carlos Alcaraz saca esa varita que todo lo cambia y sentencia un duelo de casi tres horas; sobre todo, de m¨¢xima tensi¨®n: 6-3, 6-7(5) y 7-6(4), en 2h 52m. Se resist¨ªa a entrar la pelota, pero el murciano, genio ¨¦l, emboca en el instante preciso, cuando a la mayor¨ªa se le agarrotan las piernas y se le nubla la inspiraci¨®n. El tenis, en el fondo, va mucho de eso: ser especial cuando toca. Un magn¨ªfico rev¨¦s a bote pronto y un globo perfecto definen el tie-break, y gu¨ªan al defensor del t¨ªtulo hacia los cuartos de final, en los que chocar¨¢ este mi¨¦rcoles (16.00, Teledeporte y Movistar+) con el ruso Andrey Rublev (6-2 y 6-4 a Tallon Griekspoor).
¡°Ha sido incre¨ªble poder jugar este nivel durante tres horas, despu¨¦s de un mes sin competici¨®n¡±, destaca a pie de pista. ¡°Ha sido dif¨ªcil gestionar todas estas emociones, la tensi¨®n no se me ha ido hasta el ¨²ltimo punto¡±, prosigue Alcaraz, autor de una secuencia de 24 triunfos consecutivos sobre arcilla espa?ola, 14 de ellos en el barrio de San Ferm¨ªn ¡ªigualando el r¨¦cord que en su d¨ªa estableci¨® Rafael Nadal¡ª. ¡°Y eso ha causado los altibajos que he tenido, pero esto es el tenis y hay que lidiar con estas cosas. Parec¨ªa que f¨ªsicamente al final estaba un poco bajo, pero estoy supercontento de haber gestionado bien las emociones y de tener otra oportunidad en la siguiente ronda¡±, concluye el vencedor, expuesto previamente a una tormentosa tarde de autor. Struff, un tipo con las cosas muy claras.
Su gesto, todo convicci¨®n, supone toda una declaraci¨®n de intenciones. Sabe Alcaraz de las formas y la anarqu¨ªa del alem¨¢n, lo que le convierte en un jugador m¨¢s bien imprevisible, que puede salir por un lado u otro porque su envergadura es enga?osa; de torp¨®n, nada. Pese a la magnitud ¡ª1,93 y espaldas anchas, zancada largu¨ªsima¡ª se mueve muy bien, y lo mismo la rompe desde la trinchera que se esposa a la red. Esta vez, no hay duda: sale al asalto desde el principio. En forma de ola. Se lanza con todo y se encuentra con un adversario que le esperaba. ¡®Ven aqu¨ª, que no te temo¡¯, viene a decirle el murciano, quien a las subidas y los constantes retos en la red responde con decisi¨®n y grandes dosis de acierto: ¡®este es mi territorio, gigant¨®n¡¯. ?Acaso no recuerdas la final de hace un a?o?
Resiste a la embestida ¡ªtres bolas de break salvadas al inicio¡ª y poco a poco empieza a destapar el arsenal, uno de los m¨¢s ricos y variados del circuito. Para muestra, un extraordinario pasante que alcanza los 173 km/h. ¡°?Venga, vamos!¡±, le anima desde el costado su t¨¦cnico, Juan Carlos Ferrero, mientras el gur¨² del equipo, Antonio Mart¨ªnez Cascales, resopla aliviado cuando el chico hace una demostraci¨®n de mu?eca quiz¨¢ innecesaria pero que ¨¦l, fantas¨ªa pura, necesita hacer. Porque solo ellos, los artistas, saben por qu¨¦ lo hacen as¨ª. ¡®Tranquilidad, todo controlado¡¯, viene a decirle a los suyos con una media sonrisa. Esa picard¨ªa, inmejorable se?al porque, al fin y al cabo, si ¨¦l disfruta el ¨¦xito est¨¢ m¨¢s cerca. Su elecci¨®n. Alcaraz percibe y plasma aquello que para la mayor¨ªa es ciencia ficci¨®n.
Una marea de golpes
Sorteados esos primeros momentos de apuro, el murciano va imponiendo su plan de manera progresiva, reaccionando a partir de la l¨ªnea sobria que ha ido ofreciendo estos d¨ªas en Madrid, aderezada siempre con destellos. El antebrazo ya no duele, dice, pero el riesgo est¨¢ ah¨ª ¡ªen la cabeza, sobre todo¡ª y la prioridad es hoy incorporar los automatismos que no pudo adoptar en Montecarlo ni Barcelona, a consecuencia de la lesi¨®n. A tenor de lo visto, la recuperaci¨®n va en la direcci¨®n correcta y esos pensamientos traicioneros que circulan de vez en cuando por ah¨ª, l¨®gicos, no le impiden soltar alg¨²n que otro derechazo furibundo que desborda al alem¨¢n, superado al resto por algunos trallazos que alcanzan los 220 km/h.
En cualquier caso, a Struff le va la velocidad. Sus primeros servicios registran un promedio de 212 km/h y el pico en el saque queda fijado en 229 km/h. No pierde la fe el ca?onero y sigue erre que erre, presionando todo el rato, inc¨®modo a m¨¢s no poder, asom¨¢ndose a la que puede e intentando desestabilizar a Alcaraz con una propuesta agresiva y revolucionada: todo es el¨¦ctrico, todo debe ir r¨¢pido; sin pausa ni tregua. Sin median¨ªas: a tumba abierta. Cuanto antes, mejor. Devuelve sobre la l¨ªnea, a bote pronto; quita ritmo al duelo y trata de imponer ese viene y va que acaba benefici¨¢ndole. Por momentos, parece jugar en una cancha de p¨¢del. Despu¨¦s de recuperar la rotura que encaja nada m¨¢s comenzar el segundo parcial, su marea de golpes y voleas va expandi¨¦ndose y obteniendo r¨¦ditos, y en el desempate cierra con un ace milim¨¦trico.
Alcaraz, pues, est¨¢ obligado a mover ficha. Su padre le mira y se lleva el dedo a la sien, ¡°cabeza, Carlitos, cabeza¡±, y el espa?ol tira m¨¢s y m¨¢s dejadas, a ver si por ah¨ª consigue que el rival pierda el foco y se tuerza. Pero nada, no a¨²n. El de enfrente no suelta la presa, no cede ni a tiros. Se ha repuesto al impacto del primer set, se ha levantado en el segundo y tambi¨¦n contragolpea en el tercero, pese a que el espa?ol ha llegado a disponer de un 5-2 y cuatro opciones para cerrar. Le cae el warning a Struff al coger aire, pero ni pesta?ea. Clava otro saque directo a continuaci¨®n. El partido ha ido derivando hacia el terreno del fango, de lo psicol¨®gico y de los matices, pero a la que va complic¨¢ndose el desenlace ¡ªsalva una bola de break con 5-5¡ª, el talento del murciano florece y decide. Del enredo a la felicidad.
¡°AHORA SOLO PIENSO EN EL T?TULO¡±
“Ha habido algún ataque de pánico en mi equipo por algún estiramiento que he hecho, pero la verdad que muy bien, aguantar tres horas así es superpositivo”, bromeaba el número tres sobre la pista, antes de enfilar el vestuario y saborear una victoria muy dulce.
“Ha habido varios altibajos, momentos buenos y malos. La clave ha sido mantenerse positivo y fuerte, no bajar los brazos y pelear hasta la última bola”, explicaba Alcaraz, quien al principio del torneo firmaba “jugar tres o cuatro partidos”, y que ahora ha cambiado de perspectiva.
“Ahora firmo jugar otros tres partidos más [risas]. Las sensaciones han ido muy bien, y pensamos en seguir adelante. Ahora no podemos pensar en otra cosa que no sea alzar el título”, prosiguió, a la vez que subrayaba el valor de lo conseguido en la Caja Mágica.
Con 14 victorias sucesivas, iguala a Nadal, que firmó la misma secuencia entre 2013 y 2015. “Voy a pertenecer a la historia de este torneo junto a Rafa, así que es maravilloso”, señaló, recordando la agresividad de Rublev, próximo escollo, y que tan solo se ha medido una vez —de manera exitosa— con el ruso; fue el año pasado, en la Copa de Maestros de Turín.
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