Doble 6-0 y en 40 minutos: la ley del terror de la indomable Iga Swiatek

Al fr¨ªo de Par¨ªs, inmerso en un oto?o sin fin, responde Iga Swiatek como ¨²nicamente ella sabe: tenis ardiente para entrar en calor. Paga la rusa Anastasija Potapova el precio de cruzarse con la polaca sobre la arena de Roland Garros, testigo este domingo de un abrumador 6-0 y 6-0 que subraya la hegemon¨ªa de la n¨²mero uno en Par¨ªs, terreno que hoy se abre para los chicos pero no para las chicas. ¡°He estado centrada, en mi zona, sin mirar el marcador¡±, contesta despu¨¦s de cerrar el duelo como un rayo, 40 minutos de exhibici¨®n, y ganarse as¨ª el billete para los cuartos de final, en los que se medir¨¢ con Marketa Vondrousova. Tiembla la checa, probablemente. Razones no le faltan.

Dice la historia del major franc¨¦s que solo hay una tunda m¨¢s veloz, la que le endos¨® la alemana Steffi Graf a Natasha Zvereva en la final de 1988; marcador id¨¦ntico, pero seis minutos menos (34). Tambi¨¦n recogen los libros que nunca hab¨ªa sido tan fulminante Swiatek, quien derrib¨® a Simona Halep en este mismo escenario en la edici¨®n de 2019, aquella vez 6-1 y 6-0 en tres cuartos de hora exactos (45); uno m¨¢s (46) le cost¨® liquidar a Karolina Pliskova, dos a?os despu¨¦s en Roma. El doble rosco, su fr¨ªa y demoledora ley. Es la quinta vez que lo consigue en su todav¨ªa breve recorrido, abrasivo tambi¨¦n; dan fe Xinyu Wang (tercera ronda de Par¨ªs en 2023), Anastasia Pavlyuchenkova (primera de Roma en 2023), la mencionada Pliskova y Andreea Prisacariu en la Billie Jean King Cup.

Todas ellas sufrieron el ¨ªmpetu de una jugadora llamada a marcar una ¨¦poca y que sigue distingui¨¦ndose. Frente a la alergia general a la tierra batida, una terr¨ªcola de manual, no sin el apetito para haber adecuado su registro tambi¨¦n a la pista r¨¢pida. Se ha apropiado de Par¨ªs, pero ya ha conquistado Nueva York y posee la determinaci¨®n para completar el tr¨¦bol de los cuatro grandes; al parecer, ha adoptado la direcci¨®n indicada a partir de lo indispensable, la voluntad. Sin devaneos, pisa y pisa el acelerador, y devora a Potapova, convertida la rusa en un aperitivo de mediod¨ªa. De los 58 puntos en juego, tan solo consigue retener 10 y agacha la cabeza tras el escarnio.

¡°Me he sentido c¨®moda. Simplemente, te dejas llevar, contin¨²as con lo que has estado haciendo y lo que ha estado funcionando¡±, argumenta en la sala de conferencias, sabiendo que la advertencia se sobredimensiona para las dem¨¢s, ya temerosas porque pasan los d¨ªas y las rondas y, a excepci¨®n de Naomi Osaka, qui¨¦n lo iba a decir, no hay quien haya logrado hacerle cosquillas ni provocarle titubeo alguno. Por si hab¨ªa alguna duda, que no era el caso, Swiatek se agranda y los registros engordan. Son ya 13 las veces que ha firmado un 6-0 en Par¨ªs, ya 81 en un trazado que adquiere el m¨¢ximo relieve sobre el tapiz de la arcilla; tres cetros en el Bois de Boulogne y con esta ¨²ltima, 18 victorias consecutivas.

Por ah¨ª asoman Aryna Sabalenka, Coco Gauff o Elena Rybakina, pero mucho deber¨¢n hacer para detener lo que hoy d¨ªa parece inevitable. Dispuesta a seguir los pasos de su idolatrado Nadal, la dama de hierro no vacila: aqu¨ª est¨¢ ella, implacable, para hacer algo grande. Repartiendo donuts por todas partes.

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