Sinner contra Alcaraz: bienvenidos a una nueva realidad
Al joven italiano le faltaba una victoria de esta envergadura y, una vez lograda, pocas dudas caben ya de que ¨¦l ha sido el jugador de mayor progresi¨®n en este ¨²ltimo a?o
Jannik Sinner, el joven y espigado jugador italiano, anot¨® el domingo en su palmar¨¦s su primer gran hito al proclamarse campe¨®n del Open de Australia. Despu¨¦s de un gran partido, como era de esperar, consigui¨® derrotar al ruso Daniil Medvedev. El jugador de Mosc¨² sufri¨® otra vez una derrota doloros¨ªsima en una final de un Grand Slam. Ser¨¢ para ¨¦l como esas pesadillas recurrentes que no podr¨¢ olvidar en muchos a?os. Si hace dos a?os perdi¨® su oportunidad de coronarse en Melbourne Park despu¨¦s de ganar los dos primeros sets en su final contra Rafael, ayer sucedi¨® pr¨¢cticamente lo mismo.
Las tres ¨²ltimas ocasiones en las que se hab¨ªan enfrentado ambos jugadores se hab¨ªan saldado a favor del transalpino y este hecho, evidentemente, justificaba su condici¨®n de favorito en la final. Aparte de esto, en su traves¨ªa durante el torneo Sinner hab¨ªa cedido un solo set en todos sus partidos; Medvedev, por su parte, se hab¨ªa visto obligado a llegar hasta la quinta manga en tres ocasiones para doblegar a su oponente.
Aun as¨ª, y entiendo que debido a la presi¨®n que sent¨ªa, el joven campe¨®n empez¨® su partido algo dubitativo y sin la convicci¨®n necesaria para golpear la pelota con la velocidad que s¨ª le imprim¨ªa en los anteriores encuentros. Tanto fue as¨ª que entreg¨® el primer parcial por un claro 6-3 y dos roturas de servicio. En el pulso de semifinales contra Novak Djokovic, en cambio, no le hab¨ªa regalado al serbio ni una sola bola de break en los cuatro sets disputados.
Con estas claras muestras de intranquilidad, Medvedev pudo mantener la misma t¨®nica en el siguiente parcial, que tambi¨¦n se anot¨® por un 6-3, y empec¨¦ a pensar que Jannik no ser¨ªa capaz de soportar y superar los nervios que implican un duelo de tama?a magnitud.
Pero fue precisamente en la siguiente manga, y cuando la situaci¨®n ya se hab¨ªa vuelto extremadamente acuciante, cuando consigui¨® soltar su ansiedad, empez¨® a golpear la pelota a mayor velocidad, elev¨® el nivel de los intercambios y volvi¨® a dar la sensaci¨®n de consistencia y alt¨ªsima calidad que hab¨ªa estado dando durante todo el torneo. A partir de ese momento, y as¨ª se lo coment¨¦ a mis hijos, que no se perdieron un solo punto, el partido, por muy adverso que tuviera el marcador, pas¨® a estar en manos de Jannik Sinner. Cuando los golpes de un jugador dejan de ser suficientes para ganar, no le queda m¨¢s remedio que recurrir a la t¨¢ctica. Pero ni a eso tuvo opci¨®n Medvedev. La potencia y la precisi¨®n del italiano lo dejaron totalmente desarbolado y sin pr¨¢cticamente ninguna opci¨®n.
Una vez finalizado el partido, coment¨¦ algo m¨¢s a mis hijos (y a mi hija, que nos hab¨ªa llamado para comentar la victoria del italiano que tan gran impresi¨®n le hab¨ªa causado en la reciente Copa Davis en M¨¢laga). Me temo que este gran y significativo paso puede dar un vuelco en el panorama ten¨ªstico de los pr¨®ximos a?os.
A pesar de que, desde hace tiempo, Sinner era considerado como el m¨¢s probable rival de Carlos Alcaraz, le faltaba una victoria de esta magnitud para refrendarlo. Ayer se disiparon ciertas dudas que ensombrec¨ªan algo su desenvoltura cuando disputaba partidos de alta tensi¨®n. Pocas dudas caben ya de que ¨¦l ha sido el jugador de mayor progresi¨®n en este ¨²ltimo a?o. Ha sido capaz de derrotar pr¨¢cticamente a todos los top 10, incluidos Carlos Alcaraz y Novak Djokovic. La hemeroteca le es flagrantemente favorable. En sus ¨²ltimos trece encuentros contra un jugador situado entre los diez mejores del ranking mundial, doce veces ha salido vencedor. Si a estos datos le sumamos la enorme tranquilidad y confianza que otorga ganar un Grand Slam, s¨®lo podemos esperar mayor soltura y atrevimiento en los pr¨®ximos meses. Y sin duda, tambi¨¦n, la confirmaci¨®n de que ser¨¢ el mayor rival de nuestro tenista en los pr¨®ximos a?os.
Lo m¨¢s l¨®gico es pensar que, a partir de ahora, ellos dos ser¨¢n los que se disputar¨¢n la supremac¨ªa en la lista mundial.
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