Los dos oto?os de Zverev: de la neumon¨ªa a los brillos

Confirma con la discreci¨®n que le caracteriza el m¨¦dico de Alcaraz, el murciano Juanjo L¨®pez: ¡°S¨ª, Carlos est¨¢ mejor¡±. Y salta a la vista la mejor¨ªa en la hora de entrenamiento, en la que el tenista, que se la jugar¨¢ hoy (14.00, Movistar+) frente a Alexander Zverev y confiar¨¢ en que el desenlace del Ruud-Rublev (20.30) tambi¨¦n le acompa?e, se mueve con un punto m¨¢s de desparpajo que en los ensayos previos y luce mejor cara. Todo har¨¢ falta para reducir al gigant¨®n, que desfila por el Inalpi Arena con ese trote parsimonioso y a la vez con una cuenta pendiente consigo mismo: se esfuma otro a?o, 27 ya en su DNI, y ¨¦l sigue sin ning¨²n grande en la vitrina. Abundan los trofeos, dos este curso y 23 en total, pero sigue sin subir el pelda?o definitivo ni llegar a la cima que se le adivinaba cuando empez¨® a dejar rastro en el circuito.

Razonaba el de Hamburgo a su llegada a Tur¨ªn, donde aspira a coronarse por tercera vez maestro tras los episodios de 2018 y 2021. La tendencia al enredo en las primeras estaciones. ¡°Al principio de los Grand Slams juego partidos muy largos, partidos a cinco sets innecesarios contra jugadores ante los que quiz¨¢ no deber¨ªa ser as¨ª, y eso al final me pesa. Aqu¨ª, en cambio, s¨¦ que si no juego mi mejor tenis desde el primer punto, no tendr¨¦ opci¨®n alguna de ganar. Quiz¨¢ tenga que ver con esa mentalidad y el hecho de ser capaz de trasladarla a los Grand Slams¡±, expon¨ªa el n¨²mero dos del mundo, triunfador esta temporada en Roma y Bercy, asiduo adem¨¢s a las cotas finales de los torneos; falla, sin embargo, ese golpe definitivo que el legendario Roger Federer achaca a la falta de agresividad.

¡°Eso no es nada que no sepa ya, porque es as¨ª¡±, admite despu¨¦s de un oto?o m¨¢s bien flojo ¡ªcondicionado por la neumon¨ªa que le afect¨® a mediados de septiembre¡ª que corrigi¨® de sopet¨®n en Bercy, a golpe de martillazo. Antes de ese ¨²ltimo ¨¦xito, dos pasos decepcionantes por Shangh¨¢i y Viena. Es decir, un Zverev de doble marcha. ¡°Es dif¨ªcil ser el n¨²mero uno sin ganar un grande. Soy el dos, pero estoy a 3.000 puntos de Jannik [Sinner]¡±, recuerda, dolido por esas dos finales que se le escaparon en 2020, en Nueva York, y este a?o en Roland Garros, precisamente frente a Alcaraz. En cualquier caso, el alem¨¢n irrumpe otra vez como un adversario may¨²sculo que encabeza el apartado de triunfos este a?o ¡ª68, los mismos que el italiano¡ª y cuyo servicio contin¨²a siendo diferencial en el marco bajo techo.

No obstante, poco tiene que ver Tur¨ªn con Bercy, e incluso con la propia Tur¨ªn. Los ocho maestros se han visto obligados estos d¨ªas a adaptarse a un cambio sustancial de superficie y si en Bercy la pelota sal¨ªa disparada como un tiro, en este la reducci¨®n de la velocidad es significativa. El Court Pace Index (CPI) ¡ªsistema empleado para clasificar la velocidad de las pistas¡ª asigna 38,3 puntos a la italiana, por los 46,6 atribuidos a la francesa, la m¨¢s r¨¢pida del circuito; e Indian Wells (36,9), Miami (35,4), Cincinnati (43), Montreal (37,8) y Shangh¨¢i (42,4), las otras referencias sobre dura al margen de los majors, est¨¢n por debajo, en algunos casos muy lejos. Llama la atenci¨®n igualmente que la pista turinesa de este a?o se haya ralentizado de manera muy rese?able respecto a las dos ¨²ltimas ediciones: 43,2 en 2022 y 43,8 en 2023.

Estandarizaci¨®n

¡°Es una locura, no s¨¦ por qu¨¦ lo han hecho as¨ª. No s¨¦ por qu¨¦ han cambiado tanto de un torneo a otro y en el mismo torneo comparado con otros a?os¡±, protestaba Alcaraz a su salida de Bercy. ¡°Aqu¨ª hay que trabajar m¨¢s los puntos, la pista es m¨¢s lenta¡±, comentaba tras batir a Andrey Rublev. Y con ese ¡°lenta¡±, el murciano se refer¨ªa a que es m¨¢s controlable, algo que no parece producirle ni fr¨ªo ni calor a su rival de hoy, capaz de adaptarse a uno y otro registro. ¡°Es muy lenta, demasiado lenta para una pista cubierta. Pero no me quejo porque me gustan las lentas y las r¨¢pidas; realmente no me importa demasiado. Hoy d¨ªa se est¨¢n perdiendo los diferentes estilos y las pistas de tierra y las duras son m¨¢s o menos lo mismo, se han estandarizado; la velocidad es muy similar, a excepci¨®n de Cincinnati y Par¨ªs-Bercy¡±, apunta Zverev.

En su pa¨ªs, los aficionados se impacientan y conf¨ªan en que en un momento u otro, Zverev acabe capturando el ansiado major. ¡°Sascha es la esperanza m¨¢s grande desde Boris Becker. Han pasado muchos a?os desde el ¨²ltimo ¨¦xito masculino [1996, en Australia]. Va pasando el tiempo y cada a?o que ¨¦l no consigue ganar uno, la presi¨®n va subiendo. Zverev no quiere quedar como un jugador que lo ha ganado todo menos un Grand Slam¡±, analiza Markus Paszher, periodista que sigue de cerca los pasos de su compatriota; ¡°el a?o que viene va a ser muy importante para ¨¦l. Necesita una gran victoria que le d¨¦ el impulso definitivo, porque tiene la calidad. Es una cuesti¨®n de confianza. ?l mismo es consciente de que si lo consigue, ser¨¢ dif¨ªcil pararle; un Zverev ofensivo y con confianza es muy dif¨ªcil de frenar¡±.

Busca y busca el tallo alem¨¢n ese salto que no llega, emparedado por los tres gigantes primero, Djokovic, Nadal y Federer cort¨¢ndole el paso, y ahora Sinner y Alcaraz. ¡°Ellos son los dos mejores, yo debo mejorar; hacen algunas cosas mejor que yo. No puedes estancarte¡±, se impone. Con un curr¨ªculo envidiable, a la altura de un competidor de primer nivel, sigue sin embargo incrustado en ese grupo de magn¨ªficos jugadores que no llegaron a alcanzar la gloria en un grande. Ah¨ª est¨¢ el ejemplo de Marcelo R¨ªos, en su d¨ªa n¨²mero uno e incapaz de triunfar m¨¢s all¨¢ de un Masters 1000. Con cinco se march¨® el chileno, por los 10 que maneja ya ¨¦l, experto en los miles, el territorio maestro y con un oro ol¨ªmpico en su palmar¨¦s, pero todav¨ªa sin la dentellada que tanto anhela. Quiz¨¢ en 2025.