Seg¨²n S¨¢nchez Albornoz, es deber del Rey contactar con la oposici¨®n

Somos hombres de paz que queremos cambiar Espa?a. En el banquete no hubi¨¦ramos dicho nada que hubiera encendido al pa¨ªs. El historiador y pol¨ªtico Claudio S¨¢nchez Albornoz se reuni¨® ayer con los informadores para comentar la suspensi¨®n del banquete que deb¨ªa haberse celebrado en su honor en la noche del pasado martes. Hizo entrega de la nota que ha enviado la Direcci¨®n General de Seguridad, en la que se concede permiso pero se prohib¨ªan las intervenciones orales y la difusi¨®n de cualquier tipo de escritos.En dicha nota se especifica que ?la autoridad no suspendi¨® el acto y ¨²nicamente condicion¨®, a la vista de los informes y datos conocidos, para que se ajustase a los t¨¦rminos de la petici¨®n formulada por los promotores?. En relaci¨®n con este escrito, el se?or S¨¢nchez Albornoz ha comentado: ??Qu¨¦ quieren, que vayamos al banquete a rezar el rosario? Esto es una estulticia de los que nos gobiernan.? Ratific¨® la informaci¨®n publicada ayer por EL PAIS en el sentido de que hab¨ªan recibido amenazas el due?o y empleados del local. En relaci¨®n con la cena homenaje a Tierno Galv¨¢n, celebrada el mismo d¨ªa y a la misma hora en que estaba prevista la suya, apunt¨® que ?se le consent¨ªa en raz¨®n de que la monarqu¨ªa quer¨ªa atraerse a la mayor¨ªa de las fuerzas pol¨ªticas del pa¨ªs, lo que no es impropio, al contrario, es deber del Rey contactar con la oposici¨®n?.

Despu¨¦s de hacer un canto a la libertad y mostrarse optimista sobre el futuro del pa¨ªs, ofreci¨® la colaboraci¨®n de los republicanos para ir por el buen camino. Record¨® tambi¨¦n a Alfonso XIII en el sentido de que al traer la dictadura de Primo de Rivera trajo tambi¨¦n la Rep¨²blica.

Por ¨²ltimo, a?adi¨®: ?Nuestras discordias produjeron 40 a?os de dictadura. Pero ahora hay que hacer una Espa?a distinta, olvidar el ayer con miras al ma?ana. Yo s¨¦ que no se sale f¨¢cilmente de una dictadura de 40 a?os, a m¨ª me gustar¨ªa que esto pasara ma?ana mismo. No obstante, conf¨ªo en nuestra tradici¨®n democr¨¢tica.?