Vargas Llosa, entre el cine y la literatura
El autor de La casa verde y Conversaci¨®n en la catedral ha sido jurado del ¨²ltimo Festival de Cine de Cannes. Mario Vargas Llosa, como todos los hombres hisp¨¢nicos de los a?os cuarenta, est¨¢ marcado por la influencia, cultural de un cierto cine, el americano de aquella ¨¦poca, que ha dejado hondas huellas en su personalidad y ha marcado su universo m¨ªtico de una forma incontestable. Su presencia en Cannes es buena prueba, de una parte, del aprecio franc¨¦s hacia una forma de hacer literatura que ha irrumpido en el planeta de las letras con una incre¨ªble fuerza y el testimonio de una influencia del mundo hisp¨¢nico en la ¨®rbita europea. A la hora de hacer un recuento de los artistas mundiales, los hombres del continente americano son cada vez m¨¢s indispensables, los organizadores del Festival son muy conscientes de este hecho.La conversaci¨®n se desarrolla en la misma ciudad del Festival y, de alg¨²n modo, ¨¦ste condiciona la marcha de la conversaci¨®n que he intentado recoger con su inimitable carga coloquial, con las reiteraciones, el ritmo y las repeticiones que impuso Vargas Llosa, tan buen conversador como artista.
-?Qu¨¦ hace un escritor en un festival de cine?
-Yo creo que es una tradici¨®n bastante antigua aqu¨ª, en el Festival de Cannes, llamar a escritores para formar parte del jurado. Estaba yo viendo el otro d¨ªa la lista de los antiguos integrantes y he comprobado que desde el principio los ha habido, incluso en gran n¨²mero, en el jurado. El presidente de este a?o es el dramaturgo Tennesee Williams, y hace diez a?os, tambi¨¦n, Miguel Angel Asturias, otro escritor latinoamericano, presidi¨® el jurado internacional del Festival.
Conversi¨®n total
-Su vinculaci¨®n al cine, por otra parte, es bastante extensa, ya que Pantale¨®n y las visitadoras, empez¨® siendo un gui¨®n cinematogr¨¢co y usted mismo ha correalizado el filme junto con Jos¨¦ Mar¨ªa Guti¨¦rrez. ?Puede hablarnos de la importancia que tiene el cine en su formaci¨®n?
-Yo soy un adicto al cine desde muy ni?o, y creo que ha contribuido a mi formaci¨®n, si no tanto como la literatura, por lo menos como el factor m¨¢s importante despu¨¦s de ella. Probablemente haya sido el elemento m¨¢s b¨¢sico que haya hecho de m¨ª lo que soy. Esta es una caracter¨ªstica que comparto con los hombres de mi generaci¨®n, una generaci¨®n marcada por el cine, como los chicos que tienen hoy diez a?os est¨¢n marcados por la televisi¨®n, ?no? Aparte de eso, bueno, desde un punto de vista profesional, he estado vinculado al cine como guionista, he escrito algunos guiones y narraciones cinematogr¨¢ficas y est¨¢ ahora la experiencia como correalizador.
-?No tiene miedo de que esta primera experiencia profesional suponga el comienzo de una conversi¨®n total al cine, como ha ocurrido con escritores de talla internacional -Susan Sontag, Alexander Kluge, Marguerite Duras...-, que abandonaron la literatura despu¨¦s de su primera pel¨ªcula como autores completos?
-No, absolutamente no. Yo creo que, en mi caso, las dos aficiones est¨¢n perfectamente diferenciadas y que existe una jerarqu¨ªa muy clara. Mi primera pasi¨®n, digamos mi primera lealtad, es la literatura. El cine me interesa much¨ªsimo, pero viene siempre en segundo lugar y como una afici¨®n, en fin, complementaria. Yo, en el cine, me siento realmente un profano, y un amateur. La literatura, en cambio, forma parte de mi vida y creo que es absolutamente inseparable de lo que soy. Este tipo de deserci¨®n a la que alude es verdad que se ha dado mucho en la literatura contempor¨¢nea, pero es muy improbable en mi caso. Lo que yo creo, sin embargo, es que no se trata de vocaciones incompatibles, sino perfectamente complementarias.
-?Cree que entre el cine y la literatura existen unas relaciones todav¨ªa m¨¢s hondas, una continuidad po¨¦tica de procedimientos en ambos medios?
-Mire, yo as¨ª lo cre¨ªa antes de haber participado en la elaboraci¨®n de una pel¨ªcula. Ahora, despu¨¦s de la experiencia de Pantale¨®n y las visitadoras, donde he visto, en fin, en vivo, lo que es hacer una pel¨ªcula, pienso que no, que las diferencias son, probablemente, mayores que las similitudes. Creo que la narraci¨®n cinematogr¨¢fica tiene sus propias leyes, sus propias limitaciones, y que la palabra y la imagen son, realmente, dos medios independientes del todo, ?no? Bueno, creo que el cine tiene, desde luego, sobre la literatura, el gran privilegio de trabajar sobre lo vivo. Al mismo tiempo, est¨¢n los condicionamientos terribles del cine los factores de tiempo, t¨¦cnica y presupuesto... establecen, pues, una serie de condicionamientos que limitan y, a veces, frustran tremendamente a un creador. En la literatura, eso no ocurre. Uno tiene una libertad pr¨¢cticamente infinita y, como autor, es todopoderoso, es decir, puede hacer todo lo que quiera, sin limitaciones de tiempo ni espacio... Puede, adem¨¢s, en fin, corregir cuantas veces haga falta, dar marcha atr¨¢s..., en fin, todo eso proporciona una mayor seguridad, pero el repentinismo de la creaci¨®n cinematogr¨¢fica tambi¨¦n es estimulante, un desaf¨ªo, por supuesto. Todo esto crea distancias muy evidentes entre ambos medios de expresi¨®n.
Problemas ling¨¹¨ªsticos
-?Qu¨¦ problemas ling¨¹¨ªsticos ha supuesto la filmaci¨®n de ?Pantale¨®n ... ??
-Se trata, realmente, de una pel¨ªcula cosmopolita, a todos los niveles. Fue escrita en Barcelona, filmada en la Rep¨²blica Dominicana, montada en Nueva York, sincronizada en M¨¦xico y musicalizada y mezclada en Italia. Solamente con esos lugares se crea un itinerario realmente cosmopolita, y tambi¨¦n los participantes de la pel¨ªcula proced¨ªan de muchos pa¨ªses. Aparte los actores espa?oles, hubo t¨¦cnicos mejicanos, norteamericanos, franceses, tambi¨¦n espa?oles, peruanos... Todo esto nos lleva a una aut¨¦ntica colaboraci¨®n internacional. Jos¨¦ Mar¨ªa Guti¨¦rrez y yo quisimos hacer un experimento a nivel de lenguaje desde un principio. Quisimos que la pel¨ªcula estuviera hablada en lengua espa?ola y que los actores procedieran de distintas provincias, regiones y pa¨ªses donde se habla la misma lengua con matices distintos, y que todos hablaran sin disimular sus caracter¨ªsticas y modalidades. No hemos querido intentar lo que se ha hecho en ocasiones similares, de llegar a un espa?ol neutro. Tenemos mucha curiosidad sobre los resultados, pero a m¨ª me parece que esta experiencia nueva no empobrecer¨¢ el producto ni limitar¨¢ las posibilidades expresivas, como sucede en literatura cuando se intentan procedimientos semejantes. En todo caso, sean c¨²ales sean los resultados, es una experiencia planteada de forma muy deliberada.
-?Cu¨¢les son sus proyectos m¨¢s recientes como escritor?
-Bueno, estoy ahora escribiendo una novela que, por primera vez en mi carrera literaria, he interrumpido muchas veces. Nunca he trabajado as¨ª; generalmente, cuando comienzo algo, no paro hasta que lo termino. Esta vez, por culpa de la pel¨ªcula, especialmente, me est¨¢ tomando m¨¢s tiempo del previsto, ya que al durar ¨¦sta un a?o, en lugar de los cinco meses que imagin¨¢bamos, he tenido que interrumpir la novela varias veces. Espero poder encerrarme para concluirla en cuanto termine el Festival. Se trata de una historia ambientada en Lima, en los a?os cincuenta, relacionada con el mundo de la radio, o, m¨¢s especialmente, con las novelas radializadas, que tuvieron una enorme influencia popular en la Am¨¦rica Latina. La novela se centra en un actor que escribe argumentos y tambi¨¦n los dirige, e intenta describir, a trav¨¦s de este personaje, al mundo truculento y sensiblero -un poco absurdo, un poco disparatado-que es el de la radio en aquellos a?os. En esas narraciones populares se expresaban muchas ambiciones y frustraciones de la vida diaria. Mario Vargas Llosa habla con serenidad y posee una voz melo diosa y tranquila. Tiene mucho que ver en la vida real con esos personajes contemplativos de sus novelas, aunque est¨¦ emparentado tambi¨¦n con el cl¨¢sico gal¨¢n latino, elegante y con planta de oficial de caballer¨ªa del Colegio Militar Leoncio Prado, que, por esos azares de la vida que la voluntad humana va dirigiendo, ha acabado en geograf¨ªas muy diversas -Lima, Madrid, Barcelona, Par¨ªs, Cannes, M¨¦jico...- en busca de esa trayectoria imposible del escritor que, pese a todo, permanece indisolublemente anclado a sus ra¨ªces peruanas.
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