Verano y neum¨¢ticos

Como es sabido, el enemigo n¨²mero uno de los neum¨¢ticos es el calor; pero m¨¢s que el calor ambiente, el que se desarrolla en su rodadura por efecto de las continuas flexiones de sus bandas. En verano, las altas temperaturas tanto del ambiente como del pavimento, dificultan la evacuaci¨®n de ese calor, por lo que el peligro de que se alcancen l¨ªmites peligrosos que puedan causar deterioros en la estructura del neum¨¢tico es mucho mayor que en invierno. En esta ¨¦poca y de cara a una utilizaci¨®n m¨¢s intensa del coche en vacaciones, conviene pues, tener en cuenta m¨¢s que nunca este detalle y por nuestra propia seguridad efectuar una breve comprobaci¨®n de nuestros neum¨¢ticos; revisi¨®n que podr¨ªa consistir simplemente en lo siguiente:Presi¨®n. El control de la presi¨®n de hinchado debe hacerse siempre en fr¨ªo; es decir, en condiciones normales de temperatura, despu¨¦s de haber permanecido el neum¨¢tico un rato en reposo. Es fundamental no olvidar este detalle si se ajusta la presi¨®n estando el neum¨¢tico caliente -por ejemplo, inmediatamente despu¨¦s de un viaje o de haber rodado bastantes kil¨®metros- ocurrir¨¢ que posteriormente, una vez se enfr¨ªe el neum¨¢tico y por tanto se contraiga el aire que encierra, la presi¨®n quedar¨¢ por debajo de la recomendada. El neum¨¢tico rodar¨¢ entonces demasiado flojo, lo cual entra?ar¨¢ a la larga un serio peligro, pues esas condiciones la goma y su armaz¨®n textil sufren fuertes y continuas deformaciones, pudiendo llegar a calentarse hasta l¨ªmites superiores a los tolerados por el material. Este exceso de temperatura, m¨¢s la propia fatiga de la cubierta a consecuencia de tantas flexiones seguidas, puede originar f¨¢cilmente su fallo: el consiguiente y temido revent¨®n.

Condiciones de la banda de rodadura. Desde el punto de vista de la seguridad, lo m¨¢s importante en un neum¨¢tico es el buen estado de la banda de rodadura, pues es precisamente el relieve lo que permite una adherencia suficiente. Por regla general, unos neum¨¢ticos se pueden utilizar con seguridad mientras la profundidad de su dibujo no baje de 2 mil¨ªmetros. Pretender hacerlos durar m¨¢s es exponerse a un peligroso patinazo en cuanto caigan cuatro gotas.

Estado general del neum¨¢tico. Aparte de revisar a menudo la presi¨®n de hinchado y la profundidad del relieve, para estar seguros del satisfactorio estado de nuestros neum¨¢ticos, vale la pena echar de vez en cuando una ojeada a las bandas laterales. Lo m¨¢s peligroso son los ?pellizcos? o desgarros que pueden producirse al aparcar junto a bordillos de esquinas cortantes, as¨ª como los abultamientos (posible indicio de rotura de lonas interiores) y los roces profundos.