Las suecas
Ahora resulta que no se lo va a cargar Felipe Gonz¨¢lez ni Calvo Serer ni Garc¨ªa Trevijano, estos ¨²Itimos reci¨¦n salidos del Archipi¨¦lago Carabanchel, que no es el Gulag, pero tambi¨¦n se merece un premio N¨®bel. Ahora resulta que ¨¦sto se lo van a cargar las suecas.Como ha habido una fugaz huelga de carteros en Madrid (no me lo militarice, don Manu¨¦, que son los arc¨¢ngeles de la correspondencia y no va usted a militarizar hasta a los arc¨¢ngeles), pues resulta que yo llevaba una semana sin noticias de la sueca, hasta que por fin ha llegado la postal: ?Perdona, amore, pero hemos andado locas con la boda de Gus, mon coeur. La presente es para decirte que este a?o tampoco voy en vacances in Spa¨ªn, oh la Espagne, ni a la Ibiza para el desnudismo t¨² y la yo, you and me, que dice don. Olof que todav¨ªa est¨¢is fascistas?. Lo cual que me ha dejado de piedra.
Porque aqu¨ª, tan machos, tan hombres, tan espa?oles, tan recios y tan caballeros de la mano al pecho, hemos vivido durante los felices 60 -la d¨¦cada prodigiosa, que dice Sempere- parte de los 70, y con la mano al pecho de la sueca pero no con buenas intenciones, sino por tentarle la cartera y los travellers. O sea que, como reconocen hasta las fuentes oficiales y las fuentes de La Granja, nuestra estructura econ¨®mica se ha basado en el turismo, y los planes de estabilizaci¨®n y desarrollo se lograron no s¨®lo gracias a la inspiraci¨®n ser¨¢fica y barbastrense de monse?or, sino tambi¨¦n gracias al d¨®lar-peseta de la sueca.
Y este a?o, dice que estamos en el crecimiento cero de la sueca. O sea, no es que la sueca no siga creciendo, a ver si me entiendes, que a las suecas no paran nunca de crecerles las cosas, sino que la irresistible ascensi¨®n de S¨¢nchez-Bella, cuando los tiempos eran tiempos, se ha quedado pr¨¢cticamente en nada.
Y hasta me dice la t¨ªa que es que seg¨²n, don Olof seguimos estando fascistas, cuando los falangistas, que son los ¨²nicos que pod¨ªan sentirse aludidos, aunque no mucho, est¨¢n dando el mayor espect¨¢culo democr¨¢tico del mundo. Han salido en estos d¨ªas por lo menos tres partidos falangistas llenos de fe en el partido ¨²nico. Hasta el partido unico hay que, dirimirlo mediante la pluralidad de partidos. Es lo que tiene de sat¨¢nico la democracia, que s¨®lo la puede combatir democraticamente. O quem¨¢ndole el coche a la se?ora de Tamames, claro.
Bueno, pues en este plan. Que suecas van a venir pocas, porque si no viene la m¨ªa, con el gancho que yo tengo, no esperen ustedes que vengan las dem¨¢s. Y como de Perpi?¨¢n para arriba todas son suecas, pues quiere decirse que nos quedamos sin turismo, y encima los interlocutores v¨¢lidos computan medio mill¨®n de parados, que seg¨²n la teor¨ªa de los grandes n¨²meros pueden ser el doble, y Chozas Berm¨²dez dice que no habr¨¢ retorno masivo de emigrantes obreros, lo cual, seg¨²n la dial¨¦ctica Ollendorf del Sistema, puede ser que se vienen todos -un mill¨®n- en el mismo tren. Pues las suecas se lo pierden, por que con un mill¨®n de parados y otro mill¨®n de despedidos de Europa, aqu¨ª s¨¦ iban a pegar la fiesta, las jais, que latinlovers, no les iban a faltar, y a lo mejor hasta ligaban alg¨²n falangista desencantado de Cantarero porque los h¨¦roes los soldados lloran de noche y si Winston es el sabor de Am¨¦rica, un ex escuadrista es el sabor de Espa?a, venga adonde est¨¢ el sabor, venga al sabor de M¨¢rquez Horrillo, que tiene hermosa cabeza de doncel de Sig¨¹enza o infanz¨®n de Illescas.
O se ligaban un cartero en huelga, que llevan el laurel del amor en el pico, como la paloma postal. Pero el ¨²nico que viene es Villar Mir, con una deuda americana de muchos millones de d¨®lares. La econom¨ªa, macho, hecha una braga.
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