Sorpresa generalizada
Sorpresa generalizada es la reacci¨®n m¨¢s dominante en todos los c¨ªrculos de la oposici¨®n, nada m¨¢s conocerse el nombramiento del nuevo jefe del Gobierno. Por su parte, las personalidades consultadas del r¨¦gimen consideran acertada y correcta la designaci¨®n. EL PAIS realiz¨®, nada m¨¢s conocerse la noticia, una amplia encuesta de urgencia
Ort¨ª Bord¨¢s(Procurador en Cortes)
La elecci¨®n de Adolfo Su¨¢rez constituye el triunfo de la generaci¨®n del Rey, que hace a?os yo califiqu¨¦ como generaci¨®n del tr¨¢nsito, es decir, la llamada a consolidar la Monarqu¨ªa, por una parte, y la democracia, por otra.
Significa, asimismo, la certeza de que continuar¨¢ el proceso de la reforma pol¨ªtica.
Antonio Garc¨ªa L¨®pez
(Partido Socialista
Democr¨¢tico)
Creo que la elecci¨®n de Adolfo Su¨¢r¨¦z ha sido un acierto, y aunque la tarea del nuevo Gobierno sea dif¨ªcil, esperemos que, dada la estrecha relaci¨®n del Presidente con los altos mandos militares, termine con el sabotaje permanente de ciertos reductos de la derecha tradidonal al programa democratizador del Rey. Lo que en mi opini¨®n define al nuevo Gobierno, al Gobierno Su¨¢rez, es el di¨¢logo. Tiene que dialogar con las fuerzas de la izquierda -marginadas, desde hace cuarenta a?os- para llegar a un consenso sobre los medios y los plazos de la democratizaci¨®n; tiene que dialogar con las autonom¨ªas, espec¨ªficamente con el Partido Nacionalista Vasco, y con los partidos catalanes. Hayque restablecer r¨¢pidamente la confianza del gran capital, con directrices claras sobre lo que se pretende de ellos; hay que dialogar con los sindicatos democr¨¢ticos de manera inmediata y p¨²blica.
Jos¨¦ Mar¨ªa Zavala
(Partido Carlista)
El nuevo presidente del Gobierno lleg¨® a la pol¨ªtica con Herrero Tejedor, una personalidad del Movimiento que reun¨ªa la doble condici¨®n de falangista fiel a Franco y miembro del Opus Dei. Adolfo Su¨¢rez, por su trayectoria ligada al Movimiento y a la Subsecretar¨ªa de la Presidencia con Carrero Blanco y L¨®pez Rod¨®, no es un pol¨ªtico futuro ni para el dificil presente porque representa el continuismo del r¨¦gimen surgido de la guerra civil. Es un hombre de la confianza de Juan Carlos. El pa¨ªs necesitaba un presidente capaz de asimilar la necesidad democr¨¢tica de nuestro pueblo, expresada recientemente por la oposici¨®n a trav¨¦s del rechazo de la reforma y la alternativa de un per¨ªodo constituyente con pleno reconocimiento de las libertades democr¨¢ticas sin exclusiones. No parece que pueda ser el papel del nuevo presidente.
Nazario Aguado
(Partido del Trabajo)
En principio no lo entiendo muy bien. Era previsible que el cese de Arias fuera seguido del nombramiento de un presidente del Gobierno con una mayor credibilidad reformista. El cese de Arias ha sido el reconocimiento del fracaso total de la pol¨ªtica del primer Gobierno de la Monarqu¨ªa y del programa reformista puesto en marcha. Por lo tanto, era l¨®gico prever la constituci¨®n de un Gobierno que llevar¨¢ a cabo reformas m¨¢s profundas e incluso capaz, baj¨® las condiciones de presi¨®n popular que se est¨¢n dando en este momento o las que se den en el oto?o -que ser¨¢n de mayor envergadura-, de pactar con la oposici¨®n democr¨¢tica y el pueblo espa?ol, para establecer todas las libertades pol¨ªticas sin excepci¨®n y abrir un proceso constituyente.
En principio, no parece que Adolfo Su¨¢rez sea el m¨¢s indicado para llevar a cabo esta tarea.
Armando L¨®pez Salinas
(Partido Comunista)
En un momento en que se habla de apertura y democracia, causa cierta extra?eza que Adolfo Su¨¢rez haya sido elegido presidente del Gobierno, aunque para ver si su pone un freno o un avance en el proceso democr¨¢tico habr¨¢ que esperar la reacci¨®n del presidente y de su nuevo Gobierno; caso que lo forme, ante cuestiones pendientes como la amnist¨ªa y el pacto con la oposici¨®n.
Santiago Carrillo
(Secretario general del Partido Comunista)
El nombramiento de Su¨¢rez constituye una cierta sorpresa. Si se tiene en cuenta su pasado, hay poco que esperar. Pero me reservo el juicio definitivo hasta que se conozca el nuevo Gobierno y su programa. De todas maneras, con Su¨¢rez o con otro, la necesidad de la ruptura pactada sigue vigente. Es decir, una ruptura que prepare las condiciones para una altemativa democr¨¢tica de Gobierno. Naturalmente, el tono del futuro Gobiemo ya lo dar¨¢, de entrada, el s¨ª o no a la amnist¨ªa.
Antonio Font¨¢n
Creo que cronol¨®gicamente s¨ª ha sido un paso hacia adelante; en cualquier caso no es un paso atr¨¢s respecto al Gobierno de Arias, cosa que hubiera sido bastante dificil. Su¨¢rez, que podr¨¢ ser un presidente provisional, ha demostrado una gran capacidad de adaptaci¨®n: viniendo del Partido, saca sin embargo los ?partidos? adelante. En cualquier caso, el gran interrogante es su Gobierno: Su¨¢rez es un buen interlocutor con el R¨¦gimen y sus instituciones, pero no est¨¢ comprobado que lo sea del mismo modo con la oposici¨®n, papel que pod¨ªan desempe?ar los ?grandes? del anterior Gobierno cuyas condiciones a participar, si es que tienen opci¨®n a ello, ser¨ªan en este momento previsiblemente duras.
Marcelino Camacho
(Comisiones Obreras)
Nosotros, Coordinaci¨®n Democr¨¢tica, creemos que la dimisi¨®n de Arias es la constataci¨®n del fracaso de una pol¨ªtiva que intentaba mantener el franquismo despu¨¦s de Franco, y en este fracaso, digamos, que han incidido de una manera clara los trabajadores. Tambi¨¦n haincidido la existencia de Coordinaci¨®n Democr¨¢tica, as¨ª como la crisis econ¨®mica, las contradicciones intemas del Gobierno y el aislamiento exterior.
Si ha fracasado esta pol¨ªtica, habr¨ªa que haber buscado hombres que emprendieran otra distinta y, naturalmente, que se pusieran al habla con la oposici¨®n y hubieran abierto en el Estado el camino hacia las libertades democr¨¢ticas y nacionales, al mismo tiempo que hubieran abordado los primeros pasos para resolver los problemas econ¨®micos. Nos tememos que sea un serio intento de mantener la misma pol¨ªtica con otros hombres.
Naturalmente, no se puede pretender que la clase obrera soporte el peso de su crisis, si adem¨¢s se la mantiene marginada y reprimida.
Esto refleja que las instituciones pol¨ªticas del fascismo no sirven para la libertad. No hay otra salida que la ruptura democr¨¢tica pactada.
Josep Tarradellas
(presidente de la Generalidad de Catalu?a, en el exilio)
No me hab¨ªa hecho demasiadas ilusiones respecto a la posibilidad de constituci¨®n de un Gobierno que quisiera y pudiera elaborar una pol¨ªtica acorde con los anhelos y sentimientos del pa¨ªs. Pero hay una gran diferencia entre ello y la fuerte decepci¨®n de hoy, en que constat¨¦ c¨®mo los principios del franquismo contin¨²an en vigor.
Ante esta grave situaci¨®n, creo que no hemos de caer en la trampa de la cr¨ªtica constante y negativa, como a menudo se ha hecho y, por tanto, lo que a mi entender deberla hacerse es que todos los hombres de buena voluntad de la oposici¨®n y contrarios al continuismo dejen de preocuparse por sus ambiciones, por nobles que sean. Hemos de dar al pueblo la seguridad de que somos capaces de resolver sus problemas, cambiando las estructuras del Estado y dando a los espa?oles el sentimiento de que pueden ser gobernados por hombres que aman la libertad y desean la papara el pa¨ªs.
Josep Benet
(Secretariado de la Assemblea de Catalanya)
La soluci¨®n dada a la crisis ha demostrado a todo el mundo que no hay reforma democr¨¢tica posible dentro del sistema. Todo est¨¢ atado y bien atado al pasado autocr¨¢tico. Por ello, para llegar a restablecer la democracia, no existe otro camino que el de la ruptura, como propone la oposici¨®n.
Ignacio Camu?as
(Partido Liberal)
Creo que ahora es perfectamente que el gran triunfador de la crisis es Torcuato Fern¨¢ndez-Miranda. El pa¨ªs no est¨¢ para bromas ni para inseguras piruetas. Calculo que esta noche los grandes diarios del mundo occidental estar¨¢n locos para componer una biograf¨ªa, correctamente interpretada, del nuevo presidente del Gobierno. Como en los toros antes del paseillo, habr¨¢ que decir la frase tradicional: que Dios reparta suerte.
Manuel-Zaguirre
(Uni¨®n Sindical Obrera)
En cualquier caso, es muy pronto para emitir un juicio sereno y con fundamento. S¨®lo me acuden interrogantes: ?El nuevo presidente viene a confluir el desguace del Movimiento Nacional o a potenciarlo? ?Con ¨¦l se abre paso al Goi¨ªerno capaz de negociar con la oposici¨®n el proceso constituyente, de restituir las libertades pol¨ªticas y sindicales sin exclusiones, la anmist¨ªa, de poner freno a la crisis econ¨®mica y a sus efectos grav¨ªsimos que est¨¢n recayendo sobre los trabajadores en especial? No soy optimista respecto a la respuesta, pero el nombramiento constituye una gran sorpresa que en cierto modo desmantela las bases de an¨¢lisis de hace apenas dos d¨ªas.
Dionisio Mart¨ªn Sanz
(Consejero del Reino)
No me ha sorprendido la elecci¨®n de Adolfo Su¨¢rez como presidente del Gobierno, ya que por mi calidad de consejero del Reino conoc¨ªa la tema presentada al Rey l nuevo presidente tiene la ventaja de haber llegado a ministro con el primer gobierno de la Monarqu¨ªa
Es decir, ofrece la imagen de un hombre nuevo y postfranquista, que en principio no inspira recelo alguno, ni a la oposici¨®n, ni a los sectores conservadores. Excluyo, por supuesto, a los grupos extremistas.
Adolfo Su¨¢rez es un ejemplo de carrera pol¨ªtica fulgurante; no obstante, no tiene una gran experiencia que ofrecer. Su intervenci¨®n ante el Pleno de las Cortes para presentar el proyecto de ley de Asociaci¨®n Pol¨ªtica fue positiva, pero un buen discurso no es suficiente para probar y contrastar la capacidad pol¨ªtica de un hombre. Este aspecto del nuevo presidente supone al mismo tiempo una ventaja -no hay detr¨¢s de ¨¦l ning¨²n fracaso pol¨ªtico- y un m¨¦rito -su juventud- Pero, en definitiva, su capacidad la juzgaremos a trav¨¦s del equipo ministerial que forme en tomo a ¨¦l. Pido a Dios que le ilumine en la elecci¨®n de los miembros del Gobierno, en el momento extremadamente dif¨ªcil que atraviesa Espa?a, tanto en el aspecto pol¨ªtico, como econ¨®mico.
Jaime Mirall¨¦s
(Mon¨¢rquico)
Me. remito a lo que se ha publicado por la oposici¨®n en la prensa de ayer, denunciando la operaci¨®n de la reforma. Salyo sorpresas, parece l¨®gico pensar que es un acto m¨¢s -el nombramiento de Su¨¢rez- de continuidad y de continuismo.
Los hombres de la reforma se han empenado en concedernos a los espa?oles una libertad dosificada; no se dan cuenta de que la sociedad espa?ola necesita que la libertad se le reconozca y que sea el propio pueblo espa?ol quien se articule sus instituciones democr¨¢ticamente como titular de la soberan¨ªa
Alexandro Otero
(Partido Social¨ªsta Popuiar de Galicia)
Por el Ministerio que desempe?o, por ser uno de los 40 de Ayete y aunque su defensa de la ley de asociaciones ante las Cortes fue buena si no inicia una urgente pol¨ªtica de reconciliaci¨®n nacional valorando en todo su alcance a la oposici¨®n, con la necesaria apertura de un per¨ªodo constituyente en principio carece de credibilidad y de fiabilidad, y por tanto, me parece que su mandato ser¨¢ muy breve.
Antonio Garc¨ªa Trevijano
(Grupo de los Dem¨®cratas Independientes)
La designaci¨®n de Adolfo Su¨¢rez puede interpretarse en un sentido profundo o en un sentido superficial. En profundidad significa el intento del Sistema de reconducir el pacto que a trav¨¦s de Carrero Blanco se estableci¨® en la segunda mitad del R¨¦gimen franquista, entre la burocracia pol¨ªtica del R¨¦gimen y la burgues¨ªa financiera interpretada pol¨ªticamente por los hombres del Opus Dei. Ante la crisis econ¨®mica actual y ante el fracaso de la pol¨ªtica reformista de Arias-Fraga, es natural que por instinto el R¨¦gimen vuelva al soporte pol¨ªtico que tuvo durante la ¨¦poca del desarrollo econ¨®mico. Desaparecido Herrero Tejedor, el hombre m¨¢s representativo de esta s¨ªntesis falangista-opusdeista es sin duda don Adolfo Su¨¢rez.
En un sentido superficial, la designaci¨®n del se?or Su¨¢rez es la elevaci¨®n del Rey sobre sus antiguos tutores. Es designado un hombre joven que no ha tenido en el pasado ninguna autoridad sobre Juan Carlos.
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