Rescatados los 103 rehenes secuestrados desde hac¨ªa una semana
La guerra a muerte entre secuestradores de aviones y comandos especiales israel¨ªes, que arroja un saldo favorable para los segundos, tuvo en Entebbe (Uganda), a primeras horas del pasado domingo, uno de sus episodios m¨¢s espectaculares. Al margen de toda otra consideraci¨®n, se reconoce hoy que Israel obtuvo un destacado ¨¦xito militar.?C¨®mo lograron los comandos israel¨ªes a 3.500 kil¨®metros de sus bases, rescatar a 103 rehenes custodiados por siete guerrilleros en un aeropuerto vigilado por el ej¨¦rcito ugand¨¦s?. La sorpresa, lo inesperado de la operaci¨®n, y los ataques diversionistas efectuados por el comando en lugares lejanos a la terminal del aeropuerto donde se encontraban los rehenes fueron, en opini¨®n de especialistas militares, las bases del ¨¦xito.
Una fuerza combinada de paracaidistas y unidades de infanter¨ªa especialmente entrenada parti¨® el s¨¢bado por la tarde de un aeropuerto israel¨ª en tres aviones de transporte H¨¦rcules C-130 -de largo radio de acci¨®n, reabastecibles en vuelo- para efectuar la operaci¨®n m¨¢s osada llevada cabo hasta ahora por Israel.
La ruta seguida por los aviones fue h¨¢bilmente calculada y ning¨²n radar los detect¨®, a pesar de haber tenido que sobrevolar por lo menos tres pa¨ªses ¨¢rabes. El Ministro de Defensa israel¨ª, Shimon Peres, se neg¨® a facilitar detalles ?por si tenemos que repetir la operaci¨®n?, aunque es probable que los aviones tuvieran que utilizar un pasillo a¨¦reo muy estrecho entre pa¨ªses hostiles a Israel, y hayan volado a baja altura y gran velocidad.
Al aproximarse a Entebbe bombardearon puntos alejados al lugar donde estaban los secuestradores para atraer a los soldados ugandeses. La precisi¨®n con que fue realizada la operaci¨®n se debe en parte a la farnillaridad de los pilotos israel¨ªes con el aeropuerto ugand¨¦s. Hasta que Uganda rompi¨® relaciones diplom¨¢ticas con Israel en 1973, este pa¨ªs entren¨® a pilotos, tripulaciones y paracaidistas ugandeses, entre ellos al propio general Idi Amin.
Un corresponsal alem¨¢n, que atra¨ªdo por el ruido de las explosiones corri¨® en la madrugada del domingo, desde los primeros momentos del ataque israel¨ª, hacia el aeropuerto de Entebbe, describe as¨ª esos minutos dram¨¢ticos: ?Habla un gigantesco incendio cerca de la terminal. Las llamas lo iluminaban todo. Era una batalla r¨¢pida, que se libraba en un espacio de quinientos metros?.
?Las fuerzas ugandesas, a?ad¨ªa, desconcertadas, estuvieron paralizadas durante toda la acci¨®n. Cinco minutos despu¨¦s de haber puesto pie a tierra los israel¨ªes, con un conocimiento perfecto del terreno, corr¨ªan hacia la vieja terminal donde estaban sus compatriotas secuestrados?.
Una vez dentro de la terminal gritaron a los rehenes en hebreo que se tiraran al suelo. Tres de ellos murieron en el intercambio de disparos con los secuestradores. Como balance final, los siete guerrilleros resultaron muertos. El comando israel¨ª s¨®lo tuvo una baja. Fue Uganda en realidad la que sufri¨® mayores p¨¦rdidas: 20 soldados muertos y casi toda su aviaci¨®n de combate, siete Mig-21 y cuatro Mig-17, quedaron destruidos en tierra.
La acci¨®n dur¨® menos de una hora. Una vez eliminados los secuestradores, el comando israel¨ª reuni¨® apresuradamente a los rehenes y les embarc¨®. Una hora m¨¢s tarde, los H¨¦rcules C-130 aterrizaban en el aeropuerto de Nairobi, donde en un hospital de campa?a instalado en las mismas pistas de aterrizaje se les prestaron los primeros auxilios a los heridos.
La aceptaci¨®n inicial fingida por parte de Tel Aviv de las exigencias de los guerrilleros, contribuy¨® a la sorpresa. Pensaban que por primera vez Israel se ve¨ªa obligado a claudicar, En realidad, seg¨²n revel¨® m¨¢s tarde el primer ministro Yitzak Rabin al Parlamento, la opci¨®n militar hab¨ªa sido explorada desde el primer momento, y ratific¨® que Israel se opondr¨ªa siempre al terrorismo. Los especialistas militares israel¨ªes comentaban ayer que las dos cuestiones que m¨¢s les hab¨ªan preocupado al lanzar la operaci¨®n eran que los radares detectasen a los aviones H¨¦rcules, o que el general Idi Amin hubiese dispuesto un patrullaje de vigilancia de sus migs.
Miles de personas, en un ambiente de fiesta y alegr¨ªa, recibieron en Tel Aviv a los secuestrados. ?Esta vez, declar¨® el Ministro de Defensa Shimon Peres, nuestro ej¨¦rcito tuvo que hacer frente en un plazo de tiempo muy breve a problemas para los cuales no estabamos preparados, reunir medios de acci¨®n, y montar una operaci¨®n que el general Gur calific¨® de ?riesgo calculado?.
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