El marido de Alejandra Kent, implicado en un esc¨¢ndalo financiero

El departamento de Comercio brit¨¢nico ha revelado las m¨²ltiples actividades e irregularidades, aqu¨ª y en el extranjero, de una compa?¨ªa financiera inglesa que en un tiempo fue dirigida por un pariente de la reina. Como consecuencia de este informe, Augus Ogilvy, esposo de la princesa Alejandra, ha dejado los doce cargos que ocupaba en la city. Fue director de Lonrho, la compa?¨ªa puesta ahora en cuesti¨®n, cuando comenz¨® a conocerse el affaire en 1973. Dimiti¨® entonces de ese cargo para que la familia real no quedara en entredicho.

Seg¨²n el documento que se acaba de publicar, Lonrho ha contravenido las leyes brit¨¢nicas que proh¨ªben cualquier colaboraci¨®n financiera con el r¨¦gimen de Rodesia. Asimismo, el jefe ejecutivo y principal accionista de la compa?¨ªa hac¨ªa regalos en dinero y en inmuebles a los directores y a otras personalidades afectas a Lonrho,sin que esos gastos se registraran en sus libros y sin que los accionistas tuvieran noticia de ellos.

Las actividades de Lonrho fueron descubiertas durante la ¨¦poca en que Edward Heath fue jefe del Gobierno brit¨¢nico. El ex l¨ªder conservador dijo entonces que Lonrho era ?el lado inaceptable del capitalismo?. Tras el documento que- se acaba de publicar, el fiscal general brit¨¢nico, ha pedido a Scotland Yard que investigue las implicaciones criminales que tiene el asunto.

Ogilvy abandon¨® la direcci¨®n de Lonrho por iniciativa propia en 1973, tras una disputa con algunos miembros del consejo de administraci¨®n, que propusieron la expulsi¨®n del jefe ejecutivo, Tiny Rowland. En el informe publicado, Rowland, que entr¨® en la compa?¨ªa de la mano de Ogilvy, es acusado de estar complicado en irregularidades econ¨®micas relacionadas con la empresa, alcanzando la cifra de un mill¨®n y medio de d¨®lares (unos 70 millones de pesetas).

Otro personaje criticado en el informe del departamento de Comercio es el ex ministro conservador, lord Duncand-Sandys, se?alando su Incumplimiento en las obligaciones que le corresponden como presidente de la empresa. La investigaci¨®n oficial fue iniciada hace tres a?os y ha costado 900.000 d¨®lares. Tras conocer los resultados y expresar su desacuerdo con la informaci¨®n, Augus Ogilvy, declar¨®: ?Mi nombre ya est¨¢ manchado y lo honroso es dejar los cargos que ocupo?. Entre los altos cargos que ocupaba en la city figuran las direcciones del Midlana Bank, Ranks Organisalions, la firma inmobiliaria Mepc, y de seguros Guardian Royal Assurance.

En el informe se le acusa de negligencia y sobre todo, de su implicaci¨®n en una operaci¨®n con minas de Rodesia, donde Lonrho participaba con un cincuenta por ciento. Asimismo, se acusa a Ogilvy por sus dudosas relaciones financieras con el citado Rowland y el vicepresidente de la empresa, Alan Ball.

La princesa Ana de Inglaterra y el capit¨¢n Philips pasaron sus primeros d¨ªas de luna de miel en la mansi¨®n de Ogilvy, en el parque de Richmond, a las afueras de Londres. Un dato para las revistas del coraz¨®n.

El jefe de la compa?¨ªa, Rowland, ha contraatacado y ha dado a conocer un documento en el que denuncia a otras compa?¨ªas brit¨¢nicas que han venido contraviniendo el boicot que rige contra Rodesia entre las empresas que nombra est¨¢ BP (British Petroleum), que seg¨²n Rowland ha enviado petr¨®leo en grandes cantidades a Rodesia aprovechando la ruta di Louren?o Marques. Tambi¨¦n implica a British Leyland, la f¨¢brica de autom¨®viles. Ambas compa?¨ªas cuentan con una alta participaci¨®n gubernamental en sus acciones. El caso, por tanto, es especialmente grave y el Foreign Office ha anunciado que va a iniciar una investigaci¨®n para aclararlo.

De nuevo con respecto al informe Lonrho, en uno de sus apartados se explica cu¨¢l fue la participaci¨®n del marido de la princesa Alejandra, en el affaire. En la correspondencia que ¨¦ste le dirigi¨® a Rowland afirmaba que los regalos que su jefe inmediato le hizo hab¨ªan cambiado por completo su vida. ?No s¨¦ como agradec¨¦rtelo?, estos regalos violaban, tambi¨¦n por completo, la ley que existe sobre sociedades an¨®nimas en Gran Breta?a. Rowland respondi¨® a los autores del documento del departamento de Comercio que ¨¦l hizo esto, porque con su dinero pod¨ªa hacer lo que le pareciera.

Se espera que la intervenci¨®n de Scotland Yard contribuya a dejar al descubierto todas las turbias implicaciones.