D¨¦ficit presupuestario y fomento de las exportaciones
El sector p¨²blico espa?ol anda siempre bastante corto de fondos y en este a?o, en concreto, las cifras que se anuncian como d¨¦ficit presupuestario son tan preocupantes que las directrices de austeridad en los gastos que circulan por los Ministerios son bastante l¨®gicas, aun a pesar de que son muchos los que creen y defienden que el Gobierno debe endeudarse para intentar hacer salir a la econom¨ªa espa?ola de la crisis.En unos tiempos como los actuales, en que la validez de las teor¨ªas keynesianas y de la Hacienda funcional parecen ser severamente criticadas por muchos, no trataremos de discutir sobre la conveniencia o inconveniencia del d¨¦ficit presupuestarlo actual, asunto sobre el que el profesor Fuentes Quintana, por ejemplo, ha dicho ya algo en estas mismas p¨¢ginas de EL PAIS.
El planteamiento va por otras sendas: el de los inconvenientes que la escasez de recursos p¨²blicos puede tener sobre un sector tan concreto y determinado de la econom¨ªa espa?ola corno es el del fomento de la exportaci¨®n.
Es de todos bien sabido que existe un amplio abanico de medidas de fomento y est¨ªmulo a la exportaci¨®n que han venido siendo puestas a punto en estos quince ¨²ltimos a?os, despu¨¦s del Plan de Estabilizaci¨®n de 1959, para tratar de aumentar la cobertura en nuestra siempre deficitaria balanza comercial: desgravaci¨®n fiscal a la exportaci¨®n, cr¨¦ditos preferentes a la actividad exportadora, seguro de cr¨¦dito a la exportaci¨®n, carta individual y sectorial de exportaci¨®n, tr¨¢fico de perfeccionamiento, etc¨¦tera. Otra l¨ªnea ha venido siendo formada por el reforzamiento de una serie de l¨ªneas de medidas de lo que se ha venido en denominar la promoci¨®n de exportaciones: subvenciones para asistencia a ferias y misiones comerciales en el exterior, mantenimiento de una red de oficinas comerciales en el exterior, la creciente creaci¨®n del Centro de Documentaci¨®n e Informaci¨®n del Comercio Exterior, etc¨¦tera.
En este sentido no hay duda de que la autoridad econ¨®mica ha procurado seguir el ejemplo de otros pa¨ªses con m¨¢s experiencia exportadora y con muchos a?os de adelanto en relaci¨®n a Espa?a y tal ha sido la presi¨®n de los grupos exportadores que no hace mucho que el ministro de Comercio y el director general de Exportaci¨®n dec¨ªan que nuestro sistema promocional da de s¨ª todo lo que dan ya de s¨ª los sistemas m¨¢s avanzados de promoci¨®n en funcionamiento en otros pa¨ªses.
Resulta, sin embargo, en esta como en otras esferas de la planificaci¨®n de los gastos p¨²blicos espa?oles, que no siempre se alcanza la necesaria continuidad en los esfuerzos desplegados y que, en ocasiones, por falta de un peque?o esfuerzo adicional se malogran parte de los realizados anteriormente. Tal es el caso del presupuesto de subvenciones para participar en ferias internacionales en el exterior y salones monogr¨¢ficos en el extranjero, que est¨¢ agotado ya, a pesar de que quedan todav¨ªa muchos meses por delante en que los exportadores deber¨¢n tratar de ganar posiciones en los mercados exteriores en v¨ªas, ahora, de reactivaci¨®n m¨¢s r¨¢pida que la espa?ola.
El director de la Agrupaci¨®n de Exportadores Metal¨²rgicos de Catalu?a, la conocida AMEC, comentaba hace unos d¨ªas este hecho.
La eficacia de un desequilibrio presupuestario no estriba en su magnitud, sino en la categor¨ªa de los gastos generadores del d¨¦ficit y si una prioridad clara debe tener la pol¨ªtica econ¨®mica de este pa¨ªs es la de mimar las exportaciones.
Ante la inaudita capacidad del pa¨ªs para generar importaciones -aun en los momentos de bajo pulso coyuntural-, la crisis tur¨ªstica y de remesas de emigrantes y el ya abultado nivel de endeudamiento exterior con unas reservas internacionales a la baja, no apreciar la importancia de las exportaciones dedic¨¢ndole el presupuesto que haga falta, parece una ligereza manifiesta.
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