La CEE impone un proyecto de acuerdo pesquero a Espa?a

Mientras los representantes de la delegaci¨®n espa?ola, con Ullastres a la cabeza, se esforzaban en explicar a la prensa que la reuni¨®n del viernes 3, sobre la incidencia para Espa?a de la decisi¨®n comunitaria de ampliar sus aguas de pesca a doscientas millas a partir del 1 de enero, ?hab¨ªa servido para un intercambio de documentos e impresiones?, se ocultaba a la opini¨®n p¨²blica espa?ola -y al sector pesquero en particular- que la delegaci¨®n de la CEE hab¨ªa entregado a los espa?oles un detallado proyecto de acuerdo de doce art¨ªculos.

La marea pesquera es desfavorable para el Gobierno espa?ol. Los pescadores del norte de la pen¨ªnsula pagar¨¢n el precio del aislamiento de Espa?a del Mercado Com¨²n.Por el momento se trata de limitar las consecuencias. Para ello, Espa?a argumenta razones jur¨ªdicas e hist¨®ricas. La CEE responde que tambi¨¦n tiene problemas en su sector pesquero y pone sobre la mesa un proyecto de acuerdo. En los doce art¨ªculos del proyecto de acuerdo -callado por parte espa?ola- s¨®lo falta poner los cupos de pesca y las especies que la CEE permitir¨¢ capturar a los pescadores espa?oles. Naturalmente, Espa?a puede rechazar la propuesta, pero, ?con qu¨¦ garant¨ªas ante una comunidad que, por su fuerza, nos impone, al igual que los dem¨¢s pa¨ªses no miembros, sus leyes proteccionistas?

En su pre¨¢mbulo de proyecto de acuerdo, la CEE recuerda su decisi¨®n de ampliar las aguas de pesca a doscientas millas y practicar una pol¨ªtica com¨²n de pesca, ?para asegurar con las medidas apropiadas la conservaci¨®n y gesti¨®n racional de las reservas biol¨®gicas?.

En el articulado del acuerdo figuran los principios rec¨ªprocos en materia de pesca, supeditados a una serie de art¨ªculos, que limitan las posibilidades pesqueras espa?olas al no poder ofrecer compensaciones hispanas a la CEE, en materia de pesca.

Se insiste en la necesidad de determinar cada a?o el volumen de ?capturas autorizadas por los stocks particulares o grupos de stocks?, dice parte del art¨ªculo tercero.

Un sistema de licencias de pesca operar¨¢, siempre por ambas partes, para poder entrar en las zonas espa?ola o comunitaria). ?Las autoridades competentes de cada parte notificar¨¢n a la otra elnombre, el n¨²mero de matr¨ªcula y otras caracter¨ªsticas pertinentes de los nav¨ªos de pesca de la otra parte?, dice el art¨ªculo cuarto.

En el sexto se precisa que ?cada parte toma todas las medidas necesarias para asegurar el respeto, por sus nav¨ªos de pesca, de las disposiciones del presente acuerdo y de las otras medidas que se le a?adan?.

?El acuerdo ser¨¢ aplicado a t¨ªtulo provisional a partir del 1 de enero de 1977?, se escribe en el art¨ªculo d¨¦cimo.

Los art¨ªculos restantes dan cuenta de que el acuerdo tendr¨¢ vigor para un. per¨ªodo de cinco a?os y de la posibilidad de denuncia, por ambas partes, previo aviso de seis meses.

El problema de determinar los cupos de pesca es el ¨²nico a resolver -salvo que Espa?a rechace el proyecto de acuerdo- Se habla de tomar como medida la media de capturas realizadas entre 1964 y 1974, lo que supondr¨ªa, para el primer a?o, un cupo an¨¢logo a lo pescado en 1969 por Espa?a en la futura zona de doscientas millas comunitarias.

Las autoridades espa?olas, una vez m¨¢s, siguen negociando a espaldas de la opini¨®n p¨²blica, sin una pol¨ªtica clara de informaci¨®n en temas ?t¨¦cnicos? Espa?a-CEE, que pueden afectar, como en este caso de la pesca; a entre 80.000 y 100.000 personas.