Una incomprensi¨®n hist¨®rica
Treinta a?os han transcurrido desde la primera edici¨®n de este libro en la Argentina, y su publicaci¨®n en Barcelona. Angel Osorio, cristiano y dem¨®crata que amaba a Catalu?a, fue amigo personal del republicano obrerista Lluis Company, y fue ¨¦l quien defendi¨® el Gobierno de la Generalidad, en 1935, tras haber defendido en las Constituyentes de 1932 el estatuto catal¨¢n. En Osorio se daban, pues, tanto la amistad racionada como la objetiva comprensi¨®n pol¨ªtica hacia un hombre que encarn¨® como nadie la tragedia de su pueblo.Companys fue presidente de la Generalidad catalana desde la muerte de Maci¨¢, en 1933, hasta su fusilamiento en los fosos de Montjuich, en 1941. La Gestapo detuvo a Companys en Francia y lo entreg¨® a las autoridades espa?olas. Se le acus¨®, c¨®mo a tantos otros, de ?rebeli¨®n militar?. En realidad se le acusaba de separatista, y de presidir un Gobierno contrario al alzamiento de 1936. Su delito, pues, era un delito pol¨ªtico y en su figura se castigaba todo el significado de una pol¨ªtica opuesta a la de los vencedores.
Vida y sacrifici¨® de Companys
Angel Osorio y Gallardo. Nova Terra. 1976
El libro de Osorio es un grito de protesta, escrito cuando muy poca gente sab¨ªa en Espa?a las circunstancias del sacrificio de Companys. La lectura, hoy, de este libro nos alecciona tremendamente sobre una cruel constante de nuestra historia pol¨ªtica contempor¨¢nea: la tragedia de la incomprensi¨®n. S¨®lo un hombre liberal como Osorio, comprensivo, bueno, patriota, pod¨ªa hablar por la voz muda de un catal¨¢n, s¨ªmbolo de las m¨¢s hondas virtudes de su tierra: el liberalismo, que es siempre voz tan comprensiva, y el patriotismo inseparable de lo catal¨¢n y lo espa?ol.
La tragedia de Companys y de la Catalu?a aut¨®noma consisti¨® en ser considerados uno y otro como separatistas antiespa?oles cuando siempre fueron -por liberales y republicanos- federalistas y apasionados defensores de la democracia espa?ola. Como Pi y Margall, su federalismo no era inter¨¦s econ¨®mico ni simple nacionalismo localista y sentimental, sino vocaci¨®n de construir un Estado com¨²n democr¨¢tico, es decir, plural y vivo, surgido, de los diversos pueblos de Espa?a,
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