El Gobierno perdi¨® la primera batalla de la reforma sindical
La primera batalla de la guerra iniciada el martes en las Cortes, sobre la regulaci¨®n del derecho de asociaci¨®n sindical, fue ganada ayer, en la comisi¨®n de Leyes Fundamentales, por los partidarios del sindicalismo vertical, que consiguieron introducir en el frontispicio del proyecto de ley a debate que la constituci¨®n de asociaciones sindicales se realizar¨¢ "en cada rama de actividad", versi¨®n renovada de los vigentes sindicatos por ramas de producci¨®n, inventados por el Estado nacionalsindicalista en 1938.El n¨²mero uno del art¨ªculo primero del proyecto de ley de regulaci¨®n del derecho de asociaci¨®n sindical, que result¨® aprobado al comienzo de la sesi¨®n de ayer por dieciocho votos a favor, catorce en contra, y cuatro abstenciones fue el siguiente: ?Los trabajadores y los empresarios podr¨¢n constituir en cada rama de actividad, a escala territorial o nacional, las asociaciones profesionales que estimen convenientes para la defensa de sus intereses respectivos.?
Los reformistas de las Cortes s¨®lo pudieron paliar la derrota del Gobierno, y muy especialmente del ministro de Relaciones Sindicales, mediante una h¨¢bil utilizaci¨®n del reglamento de la C¨¢mara, que les permiti¨® el sometimiento a votaci¨®n de una serie de enmiendas que, al obtener un n¨²mero suficiente de votos favorables -diez como m¨ªnimo-, podr¨¢n ser defendidas en el Pleno. Ser¨¢, pues, en el Pleno de las Cortes donde el Gobierno ganar¨¢ o perder¨¢ definitivamente la guerra de la regulaci¨®n del asociacionismo sindical, si antes no tira por la calle de en medio, retirando el proyecto de ley y regulando esta materia por decreto ley, como hubiera sido m¨¢s expeditivo desde el principio.Lo parad¨®jico de la situaci¨®n producida ayer en la comisi¨®n de Leyes Fundamentales y Presidencia del Gobierno residi¨® en que el Gobiern¨® result¨® derrotado de hecho, aunque formalmente la derrotada fue la ponencia y el texto aprobado el que figuraba en el inicial proyecto del Gobierno.
Para explicar este galimat¨ªas legislativo hay que tener en cuenta que el Gobierno, que en principio se hab¨ªa propuesto regular esta materia por decreto-ley, ante determinadas resistencias en el propio Ejecutivo -con anterioridad al cese del teniente general De Santiago, como vicepresidente del Gabinete-, envi¨® a las Cortes un proyecto de ley, que fue publicado en el Bolet¨ªn Oficial de las Cortes el 4 de noviembre, dos semanas antes de que el Pleno de las Cortes aprobara por abrumadora mayor¨ªa la reforma pol¨ªtica.
La posterior clarificaci¨®n pol¨ªtica del pa¨ªs en un sentido democratizador, con todos los respaldos necesarios, y el transcurso del tiempo -incluida la victoria gubernamental del refer¨¦ndum- debieron aconsejar al Gobierno, aumentar los quilates de credibilidad democr¨¢tica del proyecto de ley.
Aunque reglamentariamente no hab¨ªa f¨®rmula para ello, el hecho de que la ponencia, inspirada o espont¨¢neamente, mejor¨® notablemente el proyecto de ley, y el propio ministro de Relaciones Sindicales, al presentarlo ante la comisi¨®n legislativa, elogi¨® la labor de los ponentes.
Explicado esto, resulta comprensible que los procuradores continuistas votaran en favor del texto del Gobierno, hecho suyo por los se?ores Madrid del Cacho, Lamo de Espinosa y Mart¨ªn Sanz, mientras que los procuradores reformistas, a pesar de sintonizar pol¨ªticamente con el Gobierno, votaron contra el texto inicial de ¨¦ste y a favor del de la ponencia, que result¨® derrotado.
Pasa a p¨¢g. 11
Aprobada la constituci¨®n de asociaciones sindicales "en cada rama de actividad"
Previamente, fue derrotado el texto de la ponencia, por un solo voto de diferencia y con la siguiente redacci¨®n: ?Los trabajadores y los empresarios podr¨¢n constituir las organizaciones que estimen convenientes para la defensa de sus respectivos intereses profesionales o sindicales.?Votaron a favor de este texto doce procuradores, en contra trece, y se abstuvieron tres. Fernando Su¨¢rez -que se hab¨ªa abstenido- advirti¨® de su comprobaci¨®n aritm¨¦tica, de que el total de procuradores que acaban de participar en la votaci¨®n, veintiocho, era inferior al quorum requerido, as¨ª como que el tema era de gran trascendencia.
Sin embargo, por no haber solicitado el recuento con anterioridad a la votaci¨®n, su advertencia no surti¨® efectos.
Seguidamente, con grandes reflejos reglamentarios, el se?or Esperab¨¦ manifest¨® que hac¨ªa suyo, como voto particular, el texto de la ponencia. El ¨²nico efecto de esta votaci¨®n ser¨ªa obtener en su caso, los votos suficientes en la comisi¨®n para defender el texto citado en el Pleno de las Cortes. El se?or Esperab¨¦ obtuvo quince votos favorables al texto reformista de la ponencia y se reserv¨® el derecho a defenderlo en el Pleno.
El ejemplo cundi¨®. Los se?ores Merino, Sancho Rof, Regalado y Meli¨¢, pertenecientes a los sectores m¨¢s progresivos de las Cortes, sometieron tambi¨¦n sus enmiendas a votaci¨®n, con resultado positivo cara a su defensa en el Pleno.
La de los se?ores Merino y Regalado, quienes obtuvieron once votos, defend¨ªan la supresi¨®n de la frase ?en cada rama de actividad?, y en el caso del se?or Merino tambi¨¦n la menci¨®n a la escala territorial o nacional.
La del se?or Sancho Rof, que obtuvo quince votos, dec¨ªa as¨ª: ?Los trabajadores y los empresarios tienen el derecho de constituir las asociaciones sindicales que estimen conveniente, para la defensa de sus respectivos intereses.?
La del se?or Meli¨¢, que obtuvo doce votos, dec¨ªa que debe sustituirse la palabra ?asociaciones profesionales? por la de ?organizaciones?.
Todos los citados procuradores manifestaron su reserva del derecho a defender en el Pleno sus respectivas enmiendas.
Algunos procuradores continuistas protestaron por este peque?o ¨¦xito, alegando que el se?or Meli¨¢, por ejemplo, no hab¨ªa defendido en su momento la enmienda y ahora la hab¨ªa sometido a votaci¨®n
Una modificaci¨®n gramatical, al Pleno
M¨¢s eficaz fue la propuesta del se?or Lapiedra, quien encontr¨® la f¨®rmula de contrarrestar el citado ¨¦xito, solicitando que se sometiera a votaci¨®n una enmienda suya que ped¨ªa una peque?a modificaci¨®n gramatical en el texto del Gobierno que ¨¦l aceptaba en lo esencial. Su argumento fue que, de esa forma, el texto del Gobierno tendr¨ªa alg¨²n defensor convencido en el Pleno, ya que la ponencia, encargada reglamentariamente de defenderlo, hab¨ªa votado en contra.
Sometida a votaci¨®n su enmienda, el se?or Lapiedra obtuvo dieciocho votos a favor, con lo que se acrecienta el inter¨¦s del Pleno de las Cortes, en el que de nuevo se dilucidar¨¢n las dos posiciones legislativas enfrentadas ayer en la comisi¨®n de Leyes Fundamentales.
A lo largo del debate, la ponencia soport¨® iron¨ªas por parte de los procuradores m¨¢s conservadores, como cuando la se?orita M¨®nica Plaza -que se autocalific¨® como ?conservadora revolucionaria?- les calific¨® de ?autoridades en materia sindical? y ?fundadores del sindicalismo actual?.
El se?or Fugardo, durante cuya intervenci¨®n los procuradores comentaban las incidencias del reciente rosario de votaciones, manifest¨®: ? ?As¨ª no se puede hablar! No s¨¦ si me hablan a m¨ª o me est¨¢n, insultando. No hay respeto de unos a otros, en plena democracia..? M¨¢s tarde, al observar que se dibujaba una leve sonrisa en el rostro del ponente, se?or Meil¨¢n, grit¨®: ?Si se r¨ªe el ponente, yo no hablo. Est¨¢ pasando como en Venezuela, que hab¨ªa tanta democracia que me detuvieron en el aeropuerto.?
El se?or Meil¨¢n replic¨®: ?Yo no cre¨ªa que mi sonrisa provocara la hipersensibilidad del se?or Fugardo.? Y a?adi¨®: ?A m¨ª me ha ido muy bien con la democracia, aqu¨ª y fuera de aqu¨ª.?
El debate sobre los siguientes p¨¢rrafos del art¨ªculo primero continu¨® durante varias horas sobre dos temas esenciales: la autonom¨ªa de las asociaciones sindicales y la eventual vinculaci¨®n de ellas a los partidos pol¨ªticos.
La mayor¨ªa de los procuradores se mostraron favorables a que se evite la injerencia de la Administraci¨®n en las organizaciones sindicales, as¨ª como estimaron que es in¨²til prohibir la vinculaci¨®n sindical a los partidos.
Una petici¨®n del se?or Meli¨¢, en el sentido de que a las asociaciones u organizaciones profesionales que se creen, seg¨²n la nueva ley est¨¦n exentas de cualquier tipo de impuestos, no pudo ser discutida por estimar el Gobierno que tal enmienda implicaba reducci¨®n de ingresos.
Tabla de salvaci¨®n
Por otra parte, poco antes del t¨¦rmino de la sesi¨®n -y en un intento de salvar el peligro de la verticalizaci¨®n de las asociaciones sindicales futuras- el se?or Castro Villalba, a quien apoyaron sindicalistas distinguidos como el propio ex ministro Jos¨¦ Sol¨ªs, propuso la adici¨®n de un nuevo apartado al art¨ªculo primero del proyecto de ley, por el que se dijera: ?A los efectos de esta ley, se entiende por rama de actividad el sector econ¨®mico, la profesi¨®n o cualquier otro concepto an¨¢logo que los trabajadores o los empresarios determinen libremente en los estatutos, como marco de su estructura organizativa.?
Antes de que se sometiera a votaci¨®n, e incluso de que tomara posici¨®n la ponencia sobre ¨¦ste y los restantes temas pendientes del art¨ªculo primero, el presidente de la comisi¨®n, se?or L¨®pez Bravo, levant¨® la sesi¨®n hasta hoy, a las cinco de la tarde.
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