Diferencias en la negociaci¨®n del convenio del metal de Vizcaya
Unos 78.00 de los 140.000 trabajadores que integran el sector del metal de Vizcaya se ver¨¢n afectados por un nuevo convenio colectivo sindical que ha comenzado a negociarse entre productores y empresarios el d¨ªa 10 de enero.
El pasado d¨ªa 4 de octubre, los trabajadores del sector del metal denunciaron la decisi¨®n arbitral obligatoria dictada por la Delegaci¨®n de Trabajo con fecha 4 de abril de 1976 (con efecto retroactivo al 1 de enero del mismo a?o).
Hasta la fecha, un pe¨®n metal¨²rgico con sistema de prima no racionalizado, seg¨²n el citado laudo, cobraba 181.000 pesetas anuales. La plataforma reivindicativa presentada por los trabajadores el d¨ªa 10 de enero a los empresarios solicitaba un aumento de ese salario anual a 304.000 pesetas. Estos ¨²ltimos, a su vez hicieron una primera oferta a los productores de 45.101 pesetas, lo que hubiera supuesto un sueldo de 229.101 pesetas anuales.
Presentada la propuesta a las asambleas realizadas los d¨ªas 14 y 17 a las asistieron cerca de 5.000 productores, fue rechazada.
Finalmente, el martes los empresarios elevaron su oferta a 54.141 pesetas (total anual: 235.141) cantidad que ser¨¢ nuevamente estudiada por los trabajadores en las asambleas que piensan realizar ma?ana en las localidades de Durango, Guernica, Balmaceda y San Ignacio (Bilbao).
Se presiente que en las mismas asambleas ser¨¢ tambi¨¦n rechazada esta cantidad, ya que los trabajadores parecen dispuestos a mantener su petici¨®n de 304.000 pesetas anuales fijadas en la plataforma, en la que tambi¨¦n se solicita una revisi¨®n salarial cada seis meses, jornada de cuarenta horas semanales reales, 26 d¨ªas de vacaciones cien por cien del salario real en caso de enfermedad o accidente, pago de desplazamientos, jubilaci¨®n a los sesenta a?os, puesta en vigor de nuevo del art¨ªculo 35 de la ley de Relaciones Laborales, derecho a la huelga y amnist¨ªa laboral.
Todo hace pensar en una inminente huelga o en alg¨²n tipo de movimiento popular en caso de que los empresarios no acepten las reivindicaciones laborales ya citadas.
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