Confesi¨®n, personal
Cualquier decisi¨®n pol¨ªtica puede ser equivocada, pero toda decisi¨®n pol¨ªtica tiene que ser responsable. He aceptado siempre el riesgo del error, pero nunca he querido faltar a la honradez pol¨ªtica y convertirme en una caricatura de mi mismo. Desde hace muchos meses, algunos espa?oles de ideolog¨ªa liberal, democristiana y socialdem¨®crata, hemos planteado la conveniencia de una coalicci¨®n para las pr¨®ximas elecciones tratando de asegurar dos objetivos: unas Cortes constituyentes donde exista una amplia representaci¨®n de las fuerzas pol¨ªticas democr¨¢ticas moderadas que aceptan la idea del cambio social y pol¨ªtico, y una superaci¨®n de ciertos rencores y resentimientos derivados de actitudes p¨²blicas durante los ¨²ltimos a?os.Como tantos otros, he atravesado desde hace tiempo el desierto de la incomprensi¨®n de quienes hoy est¨¢n del lado de la democracia, y he sufrido el dolor de haber tenido raz¨®n demasiado pronto. Pero no tengo derecho a mantener una actitud que quiz¨¢ fuera m¨¢s est¨¦tica, pero menos solidaria. Tenemos la obligaci¨®n de enterrar a nuestros fantasmas.
El respeto pol¨ªtico que merece la familia socialista me impide asumir una posici¨®n de izquierda ambigua en unas elecciones donde se trata de configurar grandes espacios no conflictivos entre las fuerzas democr¨¢ticas. Mi posici¨®n ideol¨®gica socialdem¨®crata, es decir, de centro izquierda, me permite con toda l¨®gica una alianza electoral con liberales y democristianos, paralela a la de tantos pa¨ªses de Europa, en unas elecciones constituyentes. El centro izquierda puede formar parte del centro. Pertenezco a la Oposici¨®n democr¨¢tica y militar¨¦ en ella hasta que se convoque unas elecciones libres, imparciales y sin exclusiones. Hace tiempo que he superado cualquier ambici¨®n de poder o cualquier tentaci¨®n de oportunismo. Concibo la pol¨ªtica no como construcci¨®n de la historia. Espa?a necesita a¨²n conquistar la libertad, la paz, y la justicia, y voy a luchar por ellas responsablemente como he hecho hasta ahora, desde el lugar que me corresponde, y como los espa?oles que puedan ayudarme.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.