No se esperan acuerdos importantes con Ir¨¢n
Las expectativas optimistas, previas a la visita del primer ministro de Ir¨¢n, Amir Abbas Hoveijda, parecen haberse enfriado tras la segunda jornada de su estancia en Madrid. Aunque los deseos espa?oles de incrementar las ventas a Ir¨¢n son notables, los iran¨ªes no parecen excesivamente dispuestos a seguir otra pr¨¢ctica comercial que la de vender petr¨®leo a destajo y cubrir sus necesidades mendiante concurso a mercado abierto, obviando todo tipo de acuerdos bilaterales en firme.Por la ma?ana, el primer ministro de Ir¨¢n mantuvo una entrevista con el presidente Su¨¢rez; posteriormente, ambos jefes de Gobierno iniciaron una reuni¨®n de trabajo con los dos vicepresidentes espa?oles, teniente general Guti¨¦rrez Mellado y Alfonso Osorio.
Tal y como estaba previsto, se celebr¨® un almuerzo de trabajo en. la sede del Banco de Espa?a y, posteriormente, se celebr¨® una reuni¨®n en el Ministerio de Hacienda, en la que, adem¨¢s del primer ministro iran¨ª y el titular del Departamento, Eduardo Carriles, asistieron los ministros de la Presidencia y Comercio y el subsecretario de Industria -representando al ministro, que se encuentra en Ecuador- y altos cargos de los Ministros econ¨®micos de Espa?a e Ir¨¢n. La reuni¨®n dur¨® veinte minutos, y est¨¢ previsto continuar las conversaciones a primeras horas de esta ma?ana.
Tanto en las esferas de la Administraci¨®n como en los diversos sectores empresaria les se tiene la impresi¨®n de que no van a surgir acuerdos importantes tras la visita del primer ministro iran¨ª. Algunos sectores, como el de Obras P¨²blicas, consideran que existen todav¨ªa ciertas probabilidades, pero en modo alguno apuestan por un inminente rumbo favorable en las relaciones.
Todos los sectores consultados coinciden en la f¨¦rrea competencia existente en el mercado iran¨ª, al que concurren todas las naciones con posibilidades exportadoras. La importante capacidad adquisitiva de Ir¨¢n mueve a todos, y -seg¨²n opini¨®n generalizada- Espa?a ha llegado tarde en la mayor¨ªa de los casos.
En cuanto a proyectos concretos, hay que destacar un inminente concurso de redes de electrificaci¨®n, al que empresas espa?olas piensan concurrir, habida cuenta de que se han alcanzado ¨¦xitos en anteriores operaciones. Tambi¨¦n se piensa -sin abandonar el sector de bienes de equipo- en eventuales suministros de centrales el¨¦ctricas, equipos frigor¨ªficos y maquinaria de obras p¨²blicas. Tambi¨¦n se piensa en la posibilidad de cooperar al ambicioso plan de refino que Ir¨¢n tiene programado, dada la alta tecnolog¨ªa alcanzada por Espa?a en este campo.
El dif¨ªcil momento por el que atraviesan los astilleros espa?oles, as¨ª como la original t¨¦cnica de construcci¨®n de buques espec¨ªficos -metaneros- hace suponer que el sector de la construcci¨®n naval estar¨¢ siendo tenido en cuenta a la hora de las negociaciones.
De cualquier forma, un profundo hermetismo est¨¢ rodeando todo lo relacionado con esta visita. Ello puede responder -como manifiestan algunos- a las cautelas propias de toda negociaci¨®n, o acaso a la inexistencia de proyectos concretos, o, incluso, al recuerdo de anteriores negociaciones, como las de 1975, en las que se aventuraron importantes cifras que, posteriormente, no se plasmaron en realidades concretas.
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