"Se resucita el folklore para aburguesarlo"
Julia Le¨®n, libre de toda militancia
Que Julia Le¨®n, una de las voces veteranas de Canci¨®n del pueblo, resida, desde hace cuatro a?os, en Barcelona podr¨ªa parecer una forma leve de exilio cultural, formaci¨®n de una quinta columna de la canci¨®n castellana en el Pa¨ªs Catal¨¢n o una simple circunstancia personal.
Julia Le¨®n explica a EL PAIS ?Me vine a Barcelona por razones de trabajo. No pod¨ªa vivir de la canci¨®n y buscaba un empleo de secretario o algo as¨ª. Me dijeron los amigos que aqu¨ª tendr¨ªa m¨¢s oportunidades.? ?La verdad es que no me siento avanzadilla de la canci¨®n castellana, sino m¨¢s bien, como algo en el exilio. La sociedad catalana me hace recordar constantemente que no soy de aqu¨ª.?
Pero esta especie de destierro catal¨¢n no perjudica la vida profesional de Julia Le¨®n, que recorre los pueblos de Castilla, Andaluc¨ªa . y Arag¨®n cantando, siempre que la autoridad correspondiente lo permita. En su agenda de actuaciones hay muchas fechas tachadas: recitales suspendidos o no autorizados.
No estoy en ning¨²n partido
Tal vez, por contraste con su hermana Rosa, la imagen que ofrece Julia Le¨®n no parece pol¨ªticarnente muy definida. ?Pienso que la gente que trabaja en el arte y en la cultura debe funcionar con la mayor independencia posible de los partidos. Esto no excluye que pertenezcan a uno de ellos. Pero es dif¨ªcil no dejarse mediatizar, y muchos artistas no llevan bien su militancia pol¨ªtica. Por mi parte, intento ser sincera conmigo misma y con mi trabajo. No estoy en ning¨²n partido, aunque en algunos momentos esa independencia resulta muy dura. Te sientes impotente.?
-?Tampoco est¨¢ en ning¨²n grupo feminista?
-Se ha dicho que soy una feminista independiente. Creo que es una buena respuesta. Algunas de mis canciones aluden a las reivindicaciones feministas, corno esa que se titula Margarita, no seas puta y vuelve a casa, pap¨¢ te perdona: Romance. Pero no pertenezco a ninguna organizaci¨®n feminista, aunque estuve muy metida en el movimiento cuando empezaba a surgir en Madrid.
Defender la est¨¦tica popular
-?Qu¨¦ papel cree que deber¨¢ cumplir la canci¨®n popular en una futura situaci¨®n democr¨¢tica? -Cuando las clases populares lleguen a tener sus propios representantes, la canci¨®n foIk dejar¨¢ de ser la ¨²nica manera de expresi¨®n pol¨ªtica. Entonces el papel de los cantautores ser¨¢ defender la cultura y la est¨¦tica popular de los atentados que recibe por parte de una serie de cantantes -estoy ahora pensando en Joaqu¨ªn D¨ªaz- que resucitan el folklore para adaptarlo a la est¨¦tica burguesa. En el fondo
Siguen sintiendo verg¨¹enza del pueblo y afinan su lenguaje hasta hacerloy desvirtuarlo.
Por otra parte habr¨¢ que favorecer la evoluci¨®n, del folklore, que est¨¢ todav¨ªa igual que en el siglo XIX. De las canciones de siega hemos pasado a la radio y a los Beatles, cuando el pueblo deber¨ªa haber podido cantar canciones de m¨¢quinas; de segadoras, por ejeffiplo. El pasado es un referente, pero no una realidad. Hay que enriquecer el folklore con nuevos contenidos y seguir recuperando lo que de ¨¦l vive todav¨ªa: unas formas de expresi¨®n y sensibilidad a las que no hay por que renunciar.
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.