Ciencia y sociedad

Con la claridad expositiva y profundidad conceptual que le son caracter¨ªsticas, en esta nueva obra el autor parte de una visi¨®n antropol¨®gica: el hombre es trabajo, relaci¨®n mutua que engendra la palabra, pues su ser mismo es social. ?La cooperaci¨®n deviene en ellos naturaleza, se interioriza en pensamiento?, dice Cord¨®n. El hombre no se humaniza s¨®lo por el trabajo, se completa cuando se habla a si mismo, mon¨®logo que es un desdoblamiento de su yo o socialidad de su soledad. Creada la sociedad por la comunicaci¨®n verbal, comienza el progreso acelerado de la experiencia humana. Para explicarnos el origen de la ciencia experimental moderna Cord¨®n parte del conocimiento emp¨ªrico y descubre en la realidad de nuestro entorno una serie de regularidades que permiten la acci¨®n vital del hombre. Tambi¨¦n Lukacs atribuye a la realidad cotidiana el origen com¨²n de la ciencia y el arte, por que de ella surge una multitud dispersa de conocimientos emp¨ªricos. Sin embargo, la ciencia s¨®lo se constituye cuando el hombre, ese gran experimentador, se despega de la inmediatez y busca comprobar si un acto suyo corresponde exactamente a un resultado. As¨ª llega a un dominio sobre la naturaleza. Claro que este conocimiento se enfrenta, a veces, con la presencia de fuerzas incoherentes que destruyen su razonamiento: ?Die praxis der wissenchaft kennut nur cine relative trascendenz das noch nichtgewuste? (?La pr¨¢xis de la ciencia conoce una relativa trascendencia de cuanto se ignora todav¨ªa?), Lukacs. De aqu¨ª nace el misterio de la experiencia cotidiana, esa magia o animismo de que est¨¢ envenenado el conocimiento emp¨ªrico. Y mientras, ?qu¨¦ hace el hombre ante lo desconocido? La definici¨®n de Cord¨®n es un feliz hallazgo: ? Esta teor¨ªa, en tanto que no es m¨¢s que una transposici¨®n anal¨®gica de su propio nivel, en tanto no es verificable por experimentaci¨®n, podemos denominarla especulaci¨®n.? La ciencia experimental es la teor¨ªa cient¨ªfica que permite anticipar la realidad de cuanto no vemos e inducir te¨®ricamente. Como afirma Cord¨®n, la ciencia es ?una actividad diferenciada?, basada en la objetividad del conocimiento. En consecuencia, tambi¨¦n el arte es ciencia, por que nos revela niveles desconocidos de la realidad: el ojo de Picasso, una novela de Proust o un poema de Vallejo nos asoman a zonas submarinas del misterio humano.Despu¨¦s de analizar la funci¨®n creadora de la ciencia en la revoluci¨®n industrial y en el progreso de la sociedad moderna, el autor se enfrenta con la crisis actual de la ciencia. La atribuye a la imposibilidad de establecer una interconexi¨®n de las ciencias particulares, para crear una visi¨®n racional y unitaria del mundo, corno se logr¨® en el Renacimiento., Cord¨®n descubre en la estructura de la sociedad moderna la practicidad emp¨ªrica de la ciencia, condenada a servir los intereses, a veces antag¨®nicos, de las grandes empresas. Y concluye afirmando que la ciencia experimental cumpli¨® su ciclo hist¨®rico y debe ser substituida por la ciencia. evolucionista, que tiene su origen en Hegel y Mar, pues el concepto de la evoluci¨®n del hombre y de la sociedad arranca del propio nivel humano.