Opiniones divergentes en el Pa¨ªs Vasco ante el restablecimiento de las juntas generales

Como una decisi¨®n de pitos, palmas y silencio, se considera en el Pa¨ªs Vasco la propuesta del Consejo de Ministros al Rey, para que mediante real decreto-ley restaure las juntas generales, ¨®rgano legislativo de los fueros vascos abolidos hace m¨¢s de cien a?os.La repercusi¨®n producida por esta medida en Euzkadi puede observarse hoy bajo tres ¨¢ngulos bien diferentes: de complacencia y aprobaci¨®n por parte de los sectores de derecha civilizada, y moderados de centro; de inmutabilidad por gente de centroizquierda, quienes sin embargo tienen la esperanza de que sea ?.el primer paso para otras conquistas?; y de un rechazo total -aunque en diferentes grados- por parte de los, partidos socialistas y comunistas que ven en ello un atentado a la unidad de Euzkadi.

Dentro de la primera acepci¨®n podr¨ªan inscribirse las cartas en viadas en la ma?ana de ayer por el director de la Real Sociedad Bas congada de Amigos del Pa¨ªs, a Adolfo Su¨¢rez y Mart¨ªn Villa.

?La restauraci¨®n de las juntas generales -se le dice al primero-, que son la instituci¨®n foral m¨¢s representativa, abre una gran esperanza hacia el futuro, que siendo un v¨ªnculo'que en la forma m¨¢s tradicional y foral ligar¨¢ a nuestro pueblo con la corona y con Espa?a?. En la carta dirigida al ministro de la Gobernaci¨®n, al recordar la intenci¨®n de restaurar las juntas generales se le ?agradece y felicita , por su direct¨ªsima intervenci¨®n en la.consecuci¨®nde estos acuerdos logrados con el mayor esp¨ªritu foral?.

En esta l¨ªnea tradicional, aceptand¨® y exigiendo la r¨¢pida convocatoria de las juntas generales, se encuentra un ampl¨ªo sector, en el que sin embargo se oyen voces que pretenden algo m¨¢s que la simple promesa o el detalle de buena voluntad.

Frente a este punto de vista se levantan los que opinan que las actuales corporaciones municipales y provinciales no son representativas y, por tanto, no deben ser la base de las juntas generales a punto, de restaurarse.

Sin inter¨¦s popular

En opini¨®n de Jos¨¦ Luis Elcoro, alcalde de Vergara (Guip¨²zcoa) y uno de los l¨ªderes del movimiento municipal vasco, ?si las juntas generales no van acompa?adas de una reestructuraci¨®n de los ayuntamientos, resulta que se va a edificar algo sin ning¨²n inter¨¦s popular. Por otro lado mientras no exista un estatuto que otorgue potestades y poderes a las diputaciones actuales, no tiene inter¨¦s que las juntas generales absorban las facultades de unas diputaciones que en la actualidad son nulas en este aspecto?Dentro de esta l¨ªnea de escepticismo, existe un sector de gente que piensa que este decreto-ley va a otorgar algo que realmente se daba como hecho o dado.

?Por lo que he podido saber -dice Miguel Castells- abogado donostiarra- para ver la repercusi¨®n de esta medida hace falta poder ver en el ?Bolet¨ªn Oficial del Estado? el reglamento de las facultades y competencias que va a darse a estas juntas generales, que por lo que se ha hecho p¨²blico van a asumir parte de las prerrogativas de las diputaciones. Lo que ocurre es que, como ¨¦stas no tienen esas prerrogativas la medida queda en un detalle puramente simb¨®lico. ?

?Para que estas juntas generales tengan apariencia democr¨¢tica -se?ala Xavier Arzayus, del PNV- y puedan empalmar con lo que fueron en el pasado, es condici¨®n ?sine qua non? de una aut¨¦ntica democratizaci¨®n de las mismas. Adem¨¢s les falta el marco pol¨ªtico en el que se desarrollaron en su dia, y aparecen hoy como de espaldas a la realidad hist¨®rica del pueblo vasco que m¨¢s que nunca busca la unidad.

A este respecto y en la misma posici¨®n se encuentran -aunque con matices m¨¢s extremos en algunos casos- una serie de partidos del abanico de fuerzas vascas que comienza en PNV y se desplaza a la izquierda. Los seis partidos representados en la comisi¨®n negociadora de la Oposici¨®n (PNV, DCV, PSOE, PSP, ANV, y PC de Euzkadi) redactaron recientemente un comunicado con motivo de la visita del negociador vasco J¨¢uregui a Bilbao. En ¨¦l se hablaba de un rech¨¢zo a los conciertos econ¨®micos y a lasjuntas generales que puedan significar la adecuaci¨®n del Pa¨ªs Vasco a unos organismos directamente propugnados por el Gobierno o la Corona. Las seis fuerzas vascas reclamaban nuevamente la unidad de los grupos pol¨ªticos vascos y el pueblo ?que reclama un estatuto de autonom¨ªa para las cuatro Provincias vascas que no, tenga menos atribuciones que el de 1936?.

Para Roberto Lertxundi, del Partido Comunista de Euzkadi, la restauraci¨®n de las juntas generales es la ?puerta falsa? de salida del problema nacional. ?Esto estaba previsto -dice- No es la soluci¨®n democr¨¢tica al problema nacion¨¢l de Euzkadi, que bien pudiera ser un estatuto de autonom¨ªa basado en el sufragio universal.?

M¨¢s a la izquierda que el PC, pero manteniendo una idea que parece com¨²n a casi todos los partidos vascos que est¨¢n por la auto nom¨ªa, de Euzkadi, Elky (LCR-ETA VI) ataca duramente el Gobierno Su¨¢rez, por la pr¨®xima pro mulgaci¨®n del real decreto-ley "Se trata -afirma- de una maniobra destinada a dificultar la unidad de las cuatro provincias, vascas, a sustituir del derecho de sufragio de todo el pueblo vasco, y a otorgar a los alcaldes un protagonismo inmerecido. Para conocer la opini¨®n que merecen las juntas generales, basta pensar que fueron miembros de las diputaciones franquistas quienes propugnaron estas juntas."

Sobre la composici¨®n, organizaci¨®n, funciones y potestades de las juntas generales se conoce poco por el momento.

Las juntas generales, se reunir¨¢n por lo menos una vez al a?o, teniendo voz, pero sin voto su presidente y los diputados forales. Las competencias del organismo foral seran: conocer y aprobar los presupuestos y cuentas provinciales, conocer y censurar la gesti¨®n anual, fijar las directrices de la pol¨ªtica provincial, elegir la diputaci¨®n provincial y su presidente, resolver expedientes de alteraci¨®n de t¨¦rminos municipales, establecer las bases de reglamento generales, determinar las circunscripciones territoriales y dem¨¢s atribuciones que le asignen las leyes y el Gobierno de la naci¨®n.