Un Madrid fr¨ªo y mec¨¢nico arranc¨® un positivo
Un Real Madrid mec¨¢nico arranc¨® un punto al Elche, el equipo que durante medio partido realiz¨® un f¨²tbol ofensivo y brillante, aunque poco eficaz, y en la segunda parte se cobij¨® en su campo temeroso de perder la corta ventaja que hubiera adquirido en el minuto 22.El Elche de la primera mitad del partido jug¨® al comp¨¢s que impuso Trobbiani, un jugador al que Miljanic no puso remedio; desmarcado casi siempre, su t¨¦cnica y rapidez desbordaron cualquier iniciativa de marcaje. Los ilicitanos sufrieron, no obstante, un defecto -temporal o no de Trobbiani: su obsesi¨®npor entrar hasta la puerta de Miguel Angel con el bal¨®n jugado y por el centro del ¨¢rea. Cristo fue ignorado en su posici¨®n de exterior izquierdo; ap¨¢tico e indolente F¨¦lix, al que Camacho aburri¨®, el f¨²tbol del ?lche se fij¨® un tri¨¢ngulo en cuyos v¨¦rtices estaban Trobbiani, Finarolli y G¨®rnez Voglino. Las paredes de ¨¦ste con aquellos dos no tienen la espectacularidad y eficacia de las que protagonizaba con Rub¨¦n Cano. Montero, fijo en el centro del campo, fue el ¨²nico en ensayar el disparo a puerta.
Frente a este Elche se aline¨® un Real Madrid viciado en el centro del can po y ataque. En aquella zona, porque la inclusi¨®n de cuatro ilicitanos en la delantera romp¨ªa el clasicismo del 4-3-3. En la delantera, porque Aguilar hab¨ªa echado el ancla en su posici¨®n de exterior izquierda y a Roberto le faltaba Santillana para formar el monstruo de dos cabezas ideado por Miljanic. Jensen, bullidor y tenaz, se encontraba sin demarcaci¨®n, corr¨ªa todos los puestos del ataque sin hallar un lugar c¨®modo. El gol, embarullado, y un remate del dan¨¦s a la salida de un c¨®rner que Melench¨®n y Cort¨¦s despejaron al alim¨®n en la perpendicular al larguero, cerraron la primera parte. Las paredes y juegos malabares de.los ilicitanos fueron un condimento ins¨ªpido a la postre.
El Elche de la segunda mitad no se pareci¨® al de la anterior. Apagadas las energ¨ªas de Trobbiani, sin director de juego e impregnados de un conformismo improcedente, los ilicitanos quedaron a merced de un Real Madrid mec¨¢nico y fr¨ªo, pero tenaz. Miljanic dej¨® en vestuarios a Vitoria, que no hab¨ªa visto aTrobbiani, y sac¨® a Rubi?¨¢n para marcar a F¨¦lix. Camacho fue exterior izquierdo, Del Bosque corri¨® por donde le vino en gana y Pirri ensay¨® el disparo siempre que quiso. El Elche, replegado en su terreno, ensay¨® un arma circunstancial: el contraataque. Pero Montero, F¨¦lix y Finarolli chocaron con Miguel Angel en oportunidades de gol claras.
El Real Madrid lleg¨® a jugar con dos defensas, cuatro centrocampistas y cuatro delanteros. Los marcajes il¨ªcitanos se deshicieron. Jensen en la izquierda y Camacho en esa banda o la derecha, destrozaron el marcaje por zonas del Elche, acurrucado en el ¨¢rea de Esteban sin saber salir del medio campo con resoluci¨®n.
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