Nieto dio una de cal y otra de arena

Con la misma t¨®nica de escas¨ªsimo p¨²blico que ya hab¨ªa presidido los entrenamientos discurri¨® el Gran Premio de Espa?a de Motociclismo. El mal tiempo y la poca difusi¨®n fueron las causas determinantes de esta ausencia. El espa?ol Angel Nieto, todav¨ªa con las viejas Bultaco, dio una de cal y otra de arena, pues gan¨® con autoridad en cincuenta cent¨ªmetros c¨²bicos y se retir¨® en 125 nada m¨¢s comenzar la carrera.

Con las ?tacitas de caf¨¦?, como se conoce popularmente a las peque?as m¨¢quinas de 50 cc (cent¨ªmetros c¨²bicos), Nieto es tan superior al resto que, aun con la Bultaco del a?o pasado, hoy d¨ªa un tanto superada, no tuvo problemas para adjudicarse la carrera desde que, ya en la primera vuelta, tom¨® el mando. No fue obst¨¢culo suficiente el haber realizado una mala salida, pues en la primera pasada por l¨ªnea de meta ya estaba en cabeza, lugar que no abandonar¨ªa hasta el final, dejando muy retrasado a su m¨¢ximo rival, Lazzarini-Kreidler, pese a que este ¨²ltimo, en su desesperado intento de dar caza al espa?ol, bat¨ªa el r¨¦cord del circuito con un impresionante 1.49.5. Merece destacarse, asimismo, la buena actuaci¨®n del segundo piloto de Bultaco, Tormo, que terminaba en tercer lugar despu¨¦s de una meritoria carrera.En el octavo de litro, la Bultaco de Nieto experimentaba problemas de encendido justo en la salida, obligando al espa?ol a retirarse despu¨¦s de haber completado solo un par de vueltas en los ¨²ltimos lugares. Con su ausencia, el posible Nieto-Bianchi se disolv¨ªa, qued¨¢ndose solo Bianchi para ganar sin ning¨²n obst¨¢culo por delante de Lazzarini.

Las nuevas Kawasaki de 250 cc. tuvieron un comienzo muy prometedor, pues Ditchburnt tom¨® el mando desde la salida. Falt¨® aqu¨ª el espa?ol Benjamin Grau, al que la ca¨ªda en los entrenamientos le caus¨® varias fracturas de costillas y desplazamiento de un pulm¨®n. Tampoco tomaba la salida el campe¨®n del mundo, Walter Villa, ?por no haber conseguido el tiempo m¨ªnimo de clasificaci¨®n! Sin embargo, cuando todo parec¨ªa que iba a ser una victoria para el brit¨¢nico, una inoportuna mancha de aceite le hizo caer y, aunque en un alarde de coraje volvi¨® a subirse, el tiempo perdido era demasiado como para poder clasificarse en los puestos de honor. La victoria fue entonces para el japon¨¦s Katayama.

En la categor¨ªa de 350 cc., y despu¨¦s de arrebatar el liderato al suizo Kneubuhler, el dominio y la victoria correr¨ªan a cargo del franc¨¦s Rougerie.