As¨ª fue la venta
En la exposici¨®n Caravaggio y el naturalismo, espa?ol, celebrada en Sevilla en 1973 con motivo del IV centenario del nacimiento del ar tista italiano, se expuso el cuadro ahora perteneciente al museo de Cleveland y cuyo propietario de entonces era el coleccionista madrile?o Arna¨ªz. Pues bien, en el cat¨¢logo publicado al efecto, el especialista en pintura barroca ita liana A. E. P¨¦rez S¨¢nchez escribi¨®, a prop¨®sito,de la pintura qu¨¦ comentamos, que su ?car¨¢cter caravaggiesco estaba fuera de duda? y que su ?estrecha relaci¨®n con las obras seguras de Caravaggio en los tres ¨²ltimos a?os de su vida parec¨ªa indiscutible?. El siguiente cap¨ªtulo de esta penosa historia se produce cuahdo el se?or Arnaiz solicita permiso legal de exportaci¨®n para este Martirio de San Felipe, sobre el que, como se ha visto, reca¨ªan fun dadas sospechas de ser un posible Caravaggio, y con este motivo se re¨²ne, como es preceptivo para el caso, la Junta de Exportaci¨®n y Calificaci¨®n de Obras de Arte, formada, por aquel entonces, por los siguientes miembros: J. M. de Azc¨¢rate, catedr¨¢tico de Arte; X. de Salas, catedr¨¢tico de Arte y director del Museo del Prado; F. Chueca, catedr¨¢tico de Arquitec tura; Mart¨ªn Almagro, catedr¨¢tico de Arqueolog¨ªa y director del Museo Arqueol¨®gico Nacional; M. E. G¨®mez Moreno, directora del Museo Rom¨¢ntico; J. de ` la Puente, subdirector del Museo del Prado, y un funcionario del Minis terio de Hacienda. El resultado del dictamen concluye con la autorizaci¨®n de la exportaci¨®n, por la cual se transfiere la propiedad del cuadro, tasado en diez millones de pesetas, a Leggitt Brothers, de Londres, presumiblemente, intermediarios del museo de Cleveland. El patrimonio art¨ªstico espa?ol ha sufrido durante los dos ¨²ltimos siglos todo tipo de expolios, pero he aqu¨ª una nueva y rara modalidad: la sanci¨®n legal.Un lamentable asunto en el que una de las moralejas posibles es la de que entre las proposiciones y anhelos dial¨¦cticos y la pr¨¢ctica existen diferencias insalvables.
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