De la reforma a la democracia
Desde que a las once de la noche del d¨ªa 7 de julio de 1976 fue dado a conocer el primer Gobierno nombrado por el reci¨¦n designado presidente del Gobierno, Adolfo Su¨¢rez, que vino a sustituir a Carlos Arias Navarro, ha perdurado casi un a?o, d¨ªa a d¨ªa, sin apenas modificaciones. En el camino quedaron, por diversos motivos, el vicepresidente primero del Gobierno, teniente general De Santiago; Ignacio Garc¨ªa L¨®pez, v¨ªctima de la inevitable desaparici¨®n de la Secretar¨ªa General del Movimiento, aunque fue rescatado para ocupar el nuevo puesto de ministro-secretario del Gobierno; Gabriel Pita da Veiga, ministro de Marina, que no estim¨® compatible su permanencia en el Gobierno con la legalizaci¨®n del Partido Comunista de Espa?a, y Leopoldo Calvo-Sotelo, ministro de Obras P¨²blicas, escogido por Su¨¢rez para organizar el reci¨¦n creado Centro gubernamental con vistas a las inminentes elecciones generales.El nuevo Gobierno nace con una decidida vocaci¨®n reformista, cuyo primer acto pr¨¢ctico fue la reforma del C¨®digo Penal, de 14 de julio, por la que se ampli¨® el derecho de asociaci¨®n pol¨ªtica, despenalizando los tipos delictivos que hasta entonces hac¨ªan a aqu¨¦l pr¨¢cticamente inviable. La puesta en libertad de presos pol¨ªticos adquiere importancia decisiva cuando el 30 de julio siguiente se produce el primer decreto-ley de amnist¨ªa promulgado por el nuevo Gobierno.
Mientras tanto, el 17 de julio se producen una serie de atentados terroristas, que van a ser el pr¨®logo de otros numerosos producidos en los meses siguientes y que llevan la impronta de una misteriosa organizaci¨®n de extrema izquierda que se iba a hacer tristemente c¨¦lebre: los GRAPO. La Oposici¨®n democr¨¢tica, por su parte, comienza a tener por parte gubernamental consideraci¨®n de interlocutor v¨¢lido, celebr¨¢ndose el d¨ªa 10 de agosto la primera entrevista Su¨¢rez-Felipe Gonz¨¢lez, pr¨®logo de los posteriores y frecuentes encuentros.
Tolerancia
El 21 de agosto, el ministro de Asuntos Exteriores, Marcelino Oreja, inicia con su visita a la Rep¨²blica Federal de Alemania la serie de viajes al extranjero, luego proseguida por el presidente del Gobierno y por el propio Rey, que tendr¨ªa por objeto dar credibilidad en el exterior a la nueva imagen de Espa?a como pa¨ªs en transici¨®n a la democracia. A primeros del mes siguiente, concretamente el d¨ªa 10 de septiembre, el presidente del Gobierno expone al pa¨ªs, a trav¨¦s de la RTVE, la filosof¨ªa de la reforma pol¨ªtica proyectada por, el Gobierno, que habr¨ªa de ser aprobada por refer¨¦ndum el d¨ªa 15 de diciembre.
La primera gran manifestaci¨®n autorizada se produce en Madrid, contra la carest¨ªa de la vida, el d¨ªa 10 de septiembre, con asistencia de 100.000 personas. En el mismo mes se inicia en el Pa¨ªs Vasco un paro masivo a favor de la amnist¨ªa, primero de los numerosos que se producir¨ªan en los meses siguientes por el mismo motivo. El Gobierno comienza una pol¨ªtica de distensi¨®n respecto al Pa¨ªs Vasco, con la autorizaci¨®n de la ikurri?a poco antes del Aberri Eguna, cuya celebraci¨®n no ser¨ªa autorizada. Sin embargo, el tema de la amnist¨ªa no tendr¨ªa tan f¨¢cil soluci¨®n, lleg¨¢ndose a momentos de tensi¨®n, con masivas manifestaciones. y varias semanas pro amnist¨ªa, que produjeron numerosas v¨ªctimas como consecuencia de los enfrentamientos con la fuerza p¨²blica.
La pol¨ªtica m¨¢s comprensiva del nuevo Gobierno respecto al problema de las autonom¨ªas regionales tiene su primera manifestaci¨®n en la derogaci¨®n del decreto-ley de 1937 sobre el r¨¦gimen econ¨®mico-administrativo de Guip¨²zcoa y Vizcaya, con que el general Franco castig¨® a los vascos por su adhesi¨®n a la Rep¨²blica. Una vez aprobada en refer¨¦ndum la ley para la Reforma Pol¨ªtica, se inici¨® lentamente una pol¨ªtica de tolerancia real del nuevo Gobierno respecto a actividades de partidos pol¨ªticos todav¨ªa no legalizados y de asociaciones de vecinos, aunque todav¨ªa se mantiene una pol¨ªtica cerrada respecto al derecho de manifestaci¨®n. En aquellas fechas produce conmoci¨®n y sorpresa en el pa¨ªs la rueda de prensa clandestina en Madrid, con fot¨®grafos y periodistas, de Santiago Carrillo, secretario general del Partido Comunista de Espa?a. Su detenci¨®n, pocos d¨ªas despu¨¦s, concretamente el 22 de diciembre, ser¨ªa el primer paso del largo y medido recorrido que llevar¨ªa indefectiblemente, tres meses y medio despu¨¦s, a la legalizaci¨®n del PCE. Cuatro d¨ªas antes del refer¨¦ndum se produce la acci¨®n terrorista de mayor envergadura producida desde hac¨ªa muchos meses, con el secuestro de Antonio Mar¨ªa de Oriol, presidente del Consejo de Estado. Los misteriosos GPAPO, que act¨²an ahora a gran escala, se atribuyen esta acci¨®n, teniendo en jaque durante semanas a la opini¨®n p¨²blica y a los propios servicios policiales. Cuando parec¨ªa que ya se hab¨ªa producido el no va m¨¢s terrorista, surge el 24 de enero siguiente la noticia del secuestro, por los mismos misteriosos GRAPO, del teniente general Villaescusa, en pleno centro de Madrid y a la luz del d¨ªa. La que alg¨²n medio informativo llamar¨ªa m¨¢s tarde la semana del complot se inici¨® ese mismo d¨ªa con el qu¨ªntuple asesinato del despacho laboralista de la calle de Atocha, y finalizar¨ªa cuatro d¨ªas m¨¢s tarde con el asesinato de tres agentes del orden
Elecciones generales
En el terreno de la pol¨ªtica exterior, aparte de los viajes de personas del Gobierno a diversos pa¨ªses del ¨¢rea occidental, se establecen por primera vez despu¨¦s de la guerra civil relaciones diplom¨¢ticas plenas con la URSS, y se produce la entrevista del Rey con el papa Pablo VI, en Roma, que viene a confirmar la pol¨ªtica de distensi¨®n entre el Estado espa?ol y la Iglesia cat¨®lica, iniciada el 16 de julio anterior con la renuncia por el Rey al privilegio de presentaci¨®n de obispos.
A partir de mediados de febrero, la preocupaci¨®n principal del Gobierno pasa a ser la preparaci¨®n de las elecciones generales, cuyas normas son publicadas el 15 de marzo.
Mientras tanto, el Gobierno aprueba, a mediados de marzo, dos decretos-leyes, uno de aplicaci¨®n de la amnist¨ªa de 30 de julio pasado, y otro de indulto general, que ser¨¢n la base legal para el progresivo excarcelamiento de todos los presos pol¨ªticos vascos, aunque presos pol¨ªticos de otras regiones continuar¨¢n en prisi¨®n. El 1 de abril, 38 a?os despu¨¦s del ¨²ltimo parte de guerra firmado por Franco, se aprueba la supresi¨®n de la Secretar¨ªa General del Movimiento, mientras que el d¨ªa 9 del mismo mes es legalizado el Partido Comunista de Espa?a. A partir del 15 de abril, con la convocatoria de las elecciones, la acci¨®n gubernamental y de los partidos pol¨ªticos legalizados girar¨¢ en torno a este tema. Su¨¢rez anuncia su presentaci¨®n a las elecciones como candidato por Madrid dentro de una coalici¨®n electoral denominada Uni¨®n de Centro Democr¨¢tico, tarea que har¨¢ compatible con su condici¨®n de presidente del Gobierno. Se manas antes del comienzo oficial de la campa?a electoral, fijado para el 24 de mayo, comienzan los m¨ªtines masivos de los partidos de izquierda, que en algunos casos llegar¨ªan a sobrepasar las 200.000 personas. En sustituci¨®n del art¨ªculo segundo de la ley de Prensa se promulga un decreto-ley, conocido por la ley antilibelo, mal acogido entre la clase period¨ªstica, que agrava las penas por los delitos cometidos en per¨ªodo electoral.
La celebraci¨®n de las elecciones generales, el d¨ªa 15 de junio, es el comienzo del final del Gobierno nombrado un a?o antes. En los primeros momentos, tras las elecciones, se especul¨® con las posibles f¨®rmulas de la composici¨®n, del nuevo Gobierno, llegando incluso a apuntarse en los medios pol¨ªticos la posibilidad de participaci¨®n de alg¨²n dirigente de la izquierda, pero muy pronto se vio que la f¨®rmula escogida por el presidente Su¨¢rez era la monocolor: un Gobierno formado por l¨ªderes de la UCD, dosificado con algunas personalidades vinculadas a la figura de Adolfo Su¨¢rez.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.